Querida madre soltera:
Llevo pensando en ti mucho tiempo.
Y más desde que las Navidades están a la vuelta de la esquina.
Sé que es una época difícil para ti. Yo fui madre soltera durante casi cinco años, mi hermana ha sido madre soltera durante siete años y mi madre ha sido madre soltera de cuatro hijos prácticamente toda la vida.
Esta época era la más difícil para mí. Recuerdo esa mezcla de tristeza, dolor, miedo y soledad en mi primera Nochebuena como madre soltera. Los acuerdos de custodia son los que especifican quién se queda con los niños en cada periodo de vacaciones. Ese año, me tocaba a mí celebrar las fiestas sin mis hijos, sin que me despertaran por la mañana preguntando por sus regalos, sin que comieran turrón conmigo y sin verlos jugar con sus nuevos juguetes.
Al año siguiente, mis hijos pasaron las Navidades conmigo. Parecía que nos encontrábamos con todos los padres del mundo llevando a sus hijos sobre los hombros, grabando la primera obra de teatro navideña de sus niños, comprandoárboles de Navidad o haciendo cola para que sus hijos se hicieran fotos con Papá Noel.
Recuerdo cómo me sentía. Me sentía sola, diferente e inferior.
Para mí, la parte más difícil de ser madre soltera era la presión de la responsabilidad.
Era yo la que tenía que hacer todo todos los días (trabajar, dar de comer a los niños, preocuparme por ellos, enseñarles, regañarlos), era como si no pudiera ser yo misma.
Además de eso, hay que añadirle todos los elementos propios de la Navidad: ir de compras, envolver regalos, acordarse de comprar el calendario de adviento, preparar el árbol, colocar todas las luces... Quería que mis hijos tuvieran unas Navidades normales. El problema era que todos los años me agobiaba.
Ser madre soltera puede ser durísimo, especialmente en esta época del año.
A medida que se acerca la Navidad, quiero decirte con sinceridad que no estás sola.
Aunque no tengas a nadie que te ayude...
Aunque te hayas quedado viuda desde que tu hijo era un bebé...
Aunque el padre de tus hijos no tenga contacto con vosotros...
No estás sola.
Espero que este año te sientas más querida.
Espero que consigas descansar.
Espero que tus hijos te regalen manualidades que hayan hecho en el colegio.
Espero que la gente que te quiere te preste la atención y la ayuda que necesites.
Espero que tus hijos te regalen besos, abrazos y un millón de sonrisas.
Incluso si nada de esto ocurre, espero que me creas cuando te digo lo siguiente:
Eres madre. Eres una persona muy especial e importante.
Estas Navidades, voy a brindar por ti.
Para tus hijos, no hay nadie como tú. Puedes seguir adelante y sé que lo conseguirás.
Te deseo a ti y a los tuyos una muy feliz Navidad y un próspero Año Nuevo.
Con cariño, Shawna.
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