CCOO alerta del subregistro existente en Granada El SAS gasta 40 millones en tratar patologías que deberían atender las mutuas
S. VALLEJO GRANADA 
La declaración de una patología o dolencia de un trabajador como enfermedad laboral no es cosa sencilla. A pesar de las leyes existentes y el protocolo de actuación, hay dificultades en la aplicación y situaciones que han ocasionado que exista tanto en Andalucía como en Granada un "subregistro" de enfermedades profesionales. Según alertó ayer CCOO, en Granada este subregistro alcanza el 97% (por encima del 93% andaluz), es decir, que más de nueve de cada diez casos de enfermedad laboral no están reconocidos. Y lo más grave es que afecta a las patologías laborales más graves (tumores, respiratorias y cardiovasculares), según los datos facilitados ayer por el sindicato en la actualización a 2015 de su Estudio de Impacto de las Enfermedades Laborales en Andalucía.
En Granada, la incidencia de las enfermedades de origen laboral se estima en una media de 1.393 casos nuevos (diagnosticados por primera vez) al año, según la Secretaria de Salud Laboral de CCOO de Granada, Maria José López Garrido. De ellos, el 26% son enfermedades osteomusculares, las más frecuentes, seguidas de las enfermedades de la piel (10%) y la hipoacusia (10%). El siguiente grupo de enfermedades son las alteraciones mentales (estrés, ansiedad... llegando al 8% del total), enfermedades respiratorias (7%), tumores malignos (5%), enfermedades del sistema nervioso (35), infecciosas (1,3%), cardiovasculares (0,6%), patologías cardiovasculares (0,3%) y enfermedades gastrointestinales (0,04%).
Pero pese a la existencia de estas enfermedades, las comunicaciones oficiales son muy bajas. En Granada se comunicaron en 2015 apenas 38 sospechas de enfermedad profesional (la mayoría por profesionales del sistema público de salud), en detrimento de los servicios de prevención.
De hecho, el coste sanitario público de las enfermedades laborales, que deberían asumir las mutuas pero que lo hace el SAS, es de unos 40 millones de euros, cantidad que Andalucía subiría hasta los 762 millones. Las enfermedades musculoesqueléticas son las que más coste económico suponen, sguidas de las enfermedades mentales como ansiedad, depresión o estrés.
Es una sobrecarga financiera que sufre el SAS por el "no pago del coste real de las enfermedades derivadas del trabajo no reconocidas como profesionales por parte de las empresas". Son costes directos por atención ambulatoria especializada, atención primaria y farmacéutica.
Desde CCOO alertan además que en 2015 hubo un repunte de la siniestralidad laboral del 7% en la provincia de Granada, fundamentalmente por los accidentes leves, pero también al repunte de los mortales, con un total de 6, unos más que el año anterior. Los accidentes in itinere también han aumentado un 7% en el último año y en lo que va de 2016 siguen en aumento. En este caso, según CCOO, la situación actual pasa por intentar frenar la postura de las empresas, que quieren que estos siniestros no sean considerados accidentes laborales, algo por lo que seguirán "luchando" los sindicatos.
López Garrido hizo también hincapié en la necesidad de los delegados de prevención en las empresas, sobre todo en las pymes, más desprotegidas, para dar cobertura a todos los trabajadores.
En Granada, la incidencia de las enfermedades de origen laboral se estima en una media de 1.393 casos nuevos (diagnosticados por primera vez) al año, según la Secretaria de Salud Laboral de CCOO de Granada, Maria José López Garrido. De ellos, el 26% son enfermedades osteomusculares, las más frecuentes, seguidas de las enfermedades de la piel (10%) y la hipoacusia (10%). El siguiente grupo de enfermedades son las alteraciones mentales (estrés, ansiedad... llegando al 8% del total), enfermedades respiratorias (7%), tumores malignos (5%), enfermedades del sistema nervioso (35), infecciosas (1,3%), cardiovasculares (0,6%), patologías cardiovasculares (0,3%) y enfermedades gastrointestinales (0,04%).
Pero pese a la existencia de estas enfermedades, las comunicaciones oficiales son muy bajas. En Granada se comunicaron en 2015 apenas 38 sospechas de enfermedad profesional (la mayoría por profesionales del sistema público de salud), en detrimento de los servicios de prevención.
De hecho, el coste sanitario público de las enfermedades laborales, que deberían asumir las mutuas pero que lo hace el SAS, es de unos 40 millones de euros, cantidad que Andalucía subiría hasta los 762 millones. Las enfermedades musculoesqueléticas son las que más coste económico suponen, sguidas de las enfermedades mentales como ansiedad, depresión o estrés.
Es una sobrecarga financiera que sufre el SAS por el "no pago del coste real de las enfermedades derivadas del trabajo no reconocidas como profesionales por parte de las empresas". Son costes directos por atención ambulatoria especializada, atención primaria y farmacéutica.
Desde CCOO alertan además que en 2015 hubo un repunte de la siniestralidad laboral del 7% en la provincia de Granada, fundamentalmente por los accidentes leves, pero también al repunte de los mortales, con un total de 6, unos más que el año anterior. Los accidentes in itinere también han aumentado un 7% en el último año y en lo que va de 2016 siguen en aumento. En este caso, según CCOO, la situación actual pasa por intentar frenar la postura de las empresas, que quieren que estos siniestros no sean considerados accidentes laborales, algo por lo que seguirán "luchando" los sindicatos.
López Garrido hizo también hincapié en la necesidad de los delegados de prevención en las empresas, sobre todo en las pymes, más desprotegidas, para dar cobertura a todos los trabajadores.
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