Las producciones extratempranas en invernadero ya están saliendo al mercado y a muy buen precio. La campaña tiene buenas perspectivas, pues Murcia tendrá menos producción.
ASUNCIÓN FDEZ. DE CASTILLEJO
Las primeras frutas de hueso, melocotones y nectarinas extratempranas producidas en Huelva y Sevilla, ya están saliendo al mercado -casi todas ellas con destino a la Unión Europea- y lo están haciendo a un precio excelente, según fuentes de Asociafruit, que auguran buenas perspectivas para la campaña que ahora se está iniciando y que se extenderá hasta el mes de junio.
La fruta andaluza, una de las más precoces de Europa, comienza su salida al mercado justo ahora, al final de abril, con las producciones extratempranas de Huelva y Sevilla, el 80% de las cuales se produce en invernadero. La campaña de comercialización se extiende luego con variedades tempranas, pero ya al aire libre, hasta principios de julio, siendo mayo y junio los meses de mayor volumen. En el caso de la ciruela japonesa se prolonga hasta los primeros días del mes de septiembre.
José Rodríguez, presidente de la sectorial de fruta de hueso de Asociafruit y responsable de la SAT Síntesis de Sevilla, asegura que el comienzo de temporada está siendo bueno en cuanto a calidad, con unos niveles muy aceptables tanto en sabor como en calibre, y "excelentes" en lo que se refiere al precio, que está entre 3 y 4 euros/kilo, algo que por, otra parte, califica de normal en este momento en el que el mercado demanda fruta pero aún llega muy poca. "El precio irá bajando conforme vaya saliendo más fruta al mercado", afirma.
La producción extratemprana de Andalucía se concentra en melocotones y nectarinas y en las provincias de Huelva -donde se le dedican unas 350 hectáreas, y en la de Sevilla en menor escala, con unas 80 hectáreas-. Se producen unas 5.000 toneladas de fruta de invernadero, que van casi íntegramente a los mercados europeos, pues -según explica Rodríguez- "el consumidor español demanda otros calibres mayores que no se dan en estas producciones extratempranas de invernadero, que son siempre más pequeñas precisamente por su precocidad".
El único problema con el que se está encontrando la producción extratemprana este año son estas lluvias últimas que, aunque no caen directamente a la fruta que está abrigada bajo plástico, si afecta a las raíces de los frutales que reciben al pié el desagüe de estos túneles de plástico, lo que hace que alguna fruta se ablande y pierda algo de calidad.
En las próximas semanas, ya comenzado mayo, comenzarán a salir al mercado las producciones estándar de fruta de hueso andaluza -casi todas variedades también tempranas-, que estarán en el mercado hasta el mes de junio, fecha en la que dejarán hueco a las producciones extremeñas con las que se solapan. En ese momento, ya estaremos hablando no sólo de melocotones y nectarinas si no también de ciruelas y paraguayas.
Según el responsable de Asociafruit, la producción andaluza de melocotones y nectarinas es de unos 70 millones de kilos, que se producen básicamente en la Vega del Guadalquivir -Sevilla y Córdoba- y en Huelva. La producción de ciruelas -que se extiende más allá de junio- alcanza los 150 millones de kilos. Sin embargo, de paraguayas sólo se producen unos cinco millones de kilos. El 70% de toda esta producción va también a la exportación, sobre todo al mercado europeo.
La fruta de hueso es un cultivo que atravesó en Andalucía un bache de rentabilidad en la década de los 90, que culminó con el arranque de casi el 50% de la superficie que había de frutales. En la actualidad ya no sólo no se está perdiendo superficie sino que está creciendo, sobre todo -según José Rodríguez- en lo que se refiere a los paraguayos.
José Rodríguez cree que en principio las condiciones de inicio de la temporada de fruta de hueso son las correctas, e incluso con algún condicionante que beneficia a Andalucía, como es el hecho de que los fríos de febrero, que aquí tuvieron cierta incidencia en la fruta pero sin llegar a ser graves, fueron sin embargo mucho extremos en Murcia, donde se malogró buena parte de la fruta. Puesto que la producción murciana es competidora directa de la andaluza esta incidencia puede beneficiar al precio de la fruta de hueso, ya que habrá menor oferta en los mercados.
Queda por despejar la incógnita de las temperaturas que habrá en los países consumidores, que inciden frontalmente en la demanda de fruta: "Si hace buen tiempo a la gente le apetece comer fruta; y si hace frío, no le apetece".
La fruta andaluza, una de las más precoces de Europa, comienza su salida al mercado justo ahora, al final de abril, con las producciones extratempranas de Huelva y Sevilla, el 80% de las cuales se produce en invernadero. La campaña de comercialización se extiende luego con variedades tempranas, pero ya al aire libre, hasta principios de julio, siendo mayo y junio los meses de mayor volumen. En el caso de la ciruela japonesa se prolonga hasta los primeros días del mes de septiembre.
José Rodríguez, presidente de la sectorial de fruta de hueso de Asociafruit y responsable de la SAT Síntesis de Sevilla, asegura que el comienzo de temporada está siendo bueno en cuanto a calidad, con unos niveles muy aceptables tanto en sabor como en calibre, y "excelentes" en lo que se refiere al precio, que está entre 3 y 4 euros/kilo, algo que por, otra parte, califica de normal en este momento en el que el mercado demanda fruta pero aún llega muy poca. "El precio irá bajando conforme vaya saliendo más fruta al mercado", afirma.
La producción extratemprana de Andalucía se concentra en melocotones y nectarinas y en las provincias de Huelva -donde se le dedican unas 350 hectáreas, y en la de Sevilla en menor escala, con unas 80 hectáreas-. Se producen unas 5.000 toneladas de fruta de invernadero, que van casi íntegramente a los mercados europeos, pues -según explica Rodríguez- "el consumidor español demanda otros calibres mayores que no se dan en estas producciones extratempranas de invernadero, que son siempre más pequeñas precisamente por su precocidad".
El único problema con el que se está encontrando la producción extratemprana este año son estas lluvias últimas que, aunque no caen directamente a la fruta que está abrigada bajo plástico, si afecta a las raíces de los frutales que reciben al pié el desagüe de estos túneles de plástico, lo que hace que alguna fruta se ablande y pierda algo de calidad.
En las próximas semanas, ya comenzado mayo, comenzarán a salir al mercado las producciones estándar de fruta de hueso andaluza -casi todas variedades también tempranas-, que estarán en el mercado hasta el mes de junio, fecha en la que dejarán hueco a las producciones extremeñas con las que se solapan. En ese momento, ya estaremos hablando no sólo de melocotones y nectarinas si no también de ciruelas y paraguayas.
Según el responsable de Asociafruit, la producción andaluza de melocotones y nectarinas es de unos 70 millones de kilos, que se producen básicamente en la Vega del Guadalquivir -Sevilla y Córdoba- y en Huelva. La producción de ciruelas -que se extiende más allá de junio- alcanza los 150 millones de kilos. Sin embargo, de paraguayas sólo se producen unos cinco millones de kilos. El 70% de toda esta producción va también a la exportación, sobre todo al mercado europeo.
La fruta de hueso es un cultivo que atravesó en Andalucía un bache de rentabilidad en la década de los 90, que culminó con el arranque de casi el 50% de la superficie que había de frutales. En la actualidad ya no sólo no se está perdiendo superficie sino que está creciendo, sobre todo -según José Rodríguez- en lo que se refiere a los paraguayos.
José Rodríguez cree que en principio las condiciones de inicio de la temporada de fruta de hueso son las correctas, e incluso con algún condicionante que beneficia a Andalucía, como es el hecho de que los fríos de febrero, que aquí tuvieron cierta incidencia en la fruta pero sin llegar a ser graves, fueron sin embargo mucho extremos en Murcia, donde se malogró buena parte de la fruta. Puesto que la producción murciana es competidora directa de la andaluza esta incidencia puede beneficiar al precio de la fruta de hueso, ya que habrá menor oferta en los mercados.
Queda por despejar la incógnita de las temperaturas que habrá en los países consumidores, que inciden frontalmente en la demanda de fruta: "Si hace buen tiempo a la gente le apetece comer fruta; y si hace frío, no le apetece".
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