"La naturaleza se deteriora, pero seguimos hablando de banderas" |
Alwin van der Linde (La Haya, Países Bajos, 1957) reside desde 1998 en España y en 2012 fundó la Fundación Van der Linde en Montánchez, un hermoso pueblo de Extremadura. Allí expone parte de su colección artística y organiza notables exposiciones. Pintor y dibujante digital, también compone música electrónica y es un enamorado de China, país con el que realiza intercambios culturales y de promoción de artistas españoles. La Fundación Cajasol expone hasta el 30 de junio en Sevilla Naturaleza en transformación, paisajes con los que expresa su compromiso ambiental "en estos tiempos difíciles".
-Nació en La Haya en 1957. ¿Cómo llega un pintor holandés a establecerse y abrir una fundación en un pueblo de Cáceres?
-Vivía en Bélgica, buscaba un buen clima y necesitaba un cambio así que probé a instalarme un año en Madrid, una ciudad que siempre me gustó mucho. Fue un poco aleatorio, me instalé a ver qué pasaba en el Edificio España al final de la Gran Vía y 22 años después sigo en este país. Ahora vivo a caballo entre Madrid y Montánchez (Cáceres), donde hace ocho años inauguré la Fundación Van der Linde, que tiene su sede en un edificio histórico y realiza exposiciones e intercambios culturales.
-La Fundación Cajasol expone hasta finales de junio sus paisajes extremeños. El alcornoque es un motivo recurrente. ¿Por qué le interesa tanto este árbol?
-El alcornoque y la textura del corcho me fascinan formalmente. Pero, además, los alcornoques son árboles muy resistentes al clima extremo y capaces de sobrevivir a la sequía en Extremadura y Andalucía, así que para mí representan la resiliencia, esa virtud tan necesaria en estos tiempos.
-Con sus paisajes expresa su fascinación por la naturaleza y también su preocupación por su deterioro.
-Soy sensible a mi entorno y es a través del arte que los creadores comentamos la historia colectiva. Me importa muchísimo el deterioro lamentable de los paisajes, la indiferencia del hombre con su entorno y la falta de iniciativas en este sentido. Seguimos hablando de banderas, de nacionalismo e identidad cuando lo esencial, y de lo que no nos ocupamos, es la supervivencia de la especie humana. Por supuesto me importa mucho la estética y no me interesa propagar mensajes de un modo siniestro. Tenemos recursos para concienciar a la gente desde la belleza.
-¿Cuándo comenzó su relación con la pintura?
-Cuando tenía cinco años ya les dije a mis padres que sería pintor, y además un pintor muy famoso. Hice mi primera exposición individual en Francia en 1979 y me alegra poder decir que en cada país donde he vivido antes de instalarme en España (Francia, Luxemburgo, Estados Unidos, Alemania y Bélgica) he podido ser pintor sin tener que trabajar en otra cosa.
-Ha participado en exposiciones colectivas al lado de grandes maestros del realismo intimista español, como Carmen Laffón y Antonio López. Pero usted ha trabajado también el vídeo y la imagen digital. ¿En qué ámbito se reconoce mejor?
-Creo que no se debería clasificar tanto la pintura pero diré que soy un creador que usa la figuración como forma de expresión. Intento además dotar al realismo de un contenido espiritual. La parte visible y técnica de la obra es tan importante para mí como la invisible y emocional.
-¿Qué tres grandes pintores de todos los tiempos han sido esenciales para su ideario pictórico?
-Tengo tres mil pintores en la cabeza pero si tengo que elegir sólo tres empezaré por Rembrandt, que es el artista que desde niño me fascinó y sigue haciéndolo. Van Dyck ha sido muy importante para mí por su elegancia y su interpretación del ser humano. Y entre los españoles me siento muy cerca de Goya pero no tanto por razones estéticas sino por su sensibilidad. Goya sentía como pocos la fragilidad de la sociedad y la expresó como nadie en su obra.
-¿Por qué decidió comprometerse con la promoción de otros pintores a través de su propia fundación?
-A menudo la cultura es tratada erróneamente como mero entretenimiento del gran público. La pintura da profundidad a la vida y nos hace reflexionar sobre la compleja condición del ser humano, es lo que nos conmueve y trasciende. España es tierra de grandes artistas pero muchos no tienen la proyección que se merecen y la Fundación Van der Linde trabaja para apoyarlos y favorecer sus proyectos a través de exposiciones de gran calidad. Tengo muy buenos apoyos en Montánchez y en Extremadura y estamos convencidos de lo importante que es crear redes de trabajo en apoyo de la cultura.
-¿Qué le interesa más de la relación entre un artista y su público?
-Ante una obra, en una exposición, se crea un momento de silencio y reflexión, de diálogo entre la pintura y quien la contempla. El arte nos saca de la realidad turbulenta que vivimos y nos hace reflexionar sobre la condición humana, fue así a lo largo de la historia y lo será también en el futuro. La creatividad nos sirve a todos, desde el artista al matemático o al banquero, porque nos enseña a administrar ideas y visiones. Espero que mi obra sea útil para reflexionar sobre el cambio climático, estamos en un momento crucial del planeta e intento con mis cuadros llamar la atención sobre ese problema. Me alegraría comprobar que lo que yo quiero transmitir también llega a otras personas porque la meta de todo creador es la comunicación.
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