La ingesta adecuada de leche y productos lácteos en las diferentes etapas de la vida puede ayudar a prevenir diversas enfermedades crónicas, según un estudio que establece también una asociación positiva entre la ingesta moderada durante el embarazo y el peso del niño al nacer.
Además, en personas de edad avanzada tomar leche y productos lácteos podríadisminuir el riesgo de fragilidad y de sarcopenia, según las conclusiones de este estudio coordinado por el catedrático de la Universidad de Granada Ángel Gil.
Se trata de una revisión sistemática formada por 14 artículos sobre el papel de estos productos en la prevención de enfermedades crónicas, publicados en la revista Advances in Nutrition, considerada la tercera más importante del mundo, ha informado este lunes la Universidad de Granada en un comunicado.
El informe ha sido elaborado por científicos de varias universidades españolas, europeas y estadounidenses y coordinado también por la profesora Rosa Ortega, de la Complutense de Madrid.
En este suplemento se revisa la literatura científica mundial sobre el papel de los lácteos en la salud y en la prevención de enfermedades crónicas (cardiovasculares, síndrome metabólico, cáncer de colon o vejiga y diabetes tipo 2), así como los efectos sobre el crecimiento, la osificación, en la generación de masa magra, en el embarazo o durante la lactancia.
La leche y los productos lácteos contienen múltiples nutrientes y contribuyen a cubrir los requerimientos nutricionales de proteínas, calcio, magnesio, fósforo, potasio, zinc, selenio, vitamina A, riboflavina, vitamina B12 y ácido pantoténico.
Sin embargo, advierten los científicos, la ingesta de productos lácteos está disminuyendo y alejándose del nivel aconsejado en muchos países debido a que se están cuestionando sus beneficios potenciales.
Este suplemento tiene como objetivo evaluar y resumir la evidencia científica sobre el efecto de la ingesta de leche y productos lácteos en la prevención de diversas enfermedades crónicas y en la mortalidad global.
El estudio no ha hallado ninguna asociación entre la ingesta de productos lácteos y un aumento del riesgo de mortalidad.
La ingesta total de lácteos bajos en grasas se asoció con un menor riesgo de padecer síndrome metabólico.
La evidencia científica actual sugiere que el consumo de productos lácteos, en especial aquellos con un contenido bajo en grasa y el yogur, estaría asociado con una disminución del riesgo de padecer diabetes tipo 2.
Y también que un consumo moderado de este grupo de alimentos se asocia con un menor riesgo de cáncer colorrectal y de vejiga cáncer (no se encontraron asociaciones para el cáncer de próstata).
Por otra parte, el consumo de leche o productos lácteos no muestra un efecto proinflamatorio en personas con sobrepeso, obesidad u otras anomalías metabólicas.
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