El Dr. Carlos Arias, cardiólogo del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón de Sevilla , haciendo un ecocardiograma a una paciente |
Estamos viviendo la mayor crisis sanitaria del último siglo como consecuencia del nuevo coronavirus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad COVID-19. Los hospitales andaluces, al igual que los de toda España, han vivido momentos complicados con la constante llegada de nuevos afectados por una patología hasta hace poco desconocida. Y eso que la comunidad andaluza, con más de 13.501 casos confirmados y más de 1.188 fallecidos hasta el momento, no ha sido la más castigada por esta pandemia.
En estas semanas la sanidad pública y privada han trabajado todos a una, y han reorganizado todos sus recursos materiales y humanos para atender con éxito esta pandemia. Eso sí, sin dejar de lado también al resto de enfermedades dado que hay muchos pacientes que han seguido necesitando unos cuidados que, en muchos casos, no podían esperar.
Para ello, los hospitales se han adaptado estableciendo nuevos circuitos en los que se pudiera garantizar la asistencia sanitaria en condiciones máximas de seguridad, sin riesgo de contagio tanto para los pacientes como para los profesionales que les atienden. Porque por desgracia, el resto de enfermedades no paran. Y si dejan de atenderse, o esta atención llega tarde, las consecuencias pueden resultar dramáticas, traduciéndose en un peor pronóstico y un mayor riesgo de complicaciones para los afectados.
Seguramente el mayor ejemplo de esa actividad que no ha parado por culpa del nuevo coronavirus ha sido el abordaje del cáncer, que actualmente sigue representando la principal causa de muerte en España. La atención ha continuado “adecuándose a las necesidades de cada paciente y extremando las medidas de seguridad indicadas por las autoridades sanitarias para protegerles, tanto a ellos como al personal que les ha atendido”, explica el Dr. Pedro Valero, jefe del Servicio de Oncología Médica de los hospitales Quirónsalud Sagrado Corazón e Infanta Luisa.
Durante estas semanas, explica este experto, a todos los pacientes se les ha continuado haciendo todas las pruebas necesarias “para concluir el diagnóstico y pasar a la mayor prontitud posible a la fase de tratamiento, al tiempo que también se han realizado sin demora todas aquellas cirugías que requerían urgencia”. Algo que también confirma la Dra. María Isabel Ramos, jefa del Servicio de Radioterapia de Quirónsalud Infanta Luisa, donde la actividad asistencial tampoco se ha visto paralizada por la importancia que tiene en la curación de los procesos oncológicos la continuidad de sus tratamientos. “Existen unos plazos óptimos en los que se obtiene el rendimiento buscado, y saltárselos haría que se perdiera la indicación del tratamiento”, incide.
No obstante, esta especialista relata que en los hospitales del grupo se han adoptado una serie de medidas para garantizar la seguridad de sus pacientes. Así en Quirónsalud Infanta Luisa “se ha cambiado el sistema de citas, uniendo la primera consulta presencial con el TAC de planificación para evitar desplazamientos innecesarios; se ha ampliado el tiempo asignado por paciente para evitar que se acumulen en las salas de espera, y asimismo se han cambiado los esquemas de tratamiento de manera que, siempre que se pueda, se intente hacer tratamientos hipofraccionados. Es decir, se concentran las dosis de los tratamientos en un menor número de sesiones para que tenga que acudir así menos veces al centro hospitalario”, ha señalado.
El riesgo de no detectar a tiempo las enfermedades del corazón
Los cardiólogos, por su parte, han sido los que desde un principio más han alertado de los posibles riesgos que podía conllevar el hecho de que los pacientes no acudieran al hospital en caso de sufrir una dolencia cardiovascular, anteponiendo así un posible riesgo de contagio. Según la Sociedad Española de Cardiología (SEC), los tratamientos de infartos han caído un 40% en este estado de alarma. Frente a esta situación, explica el Dr. Said Barakat, jefe del Servicio de Cardiología y jefe el Área Clínica y de Pruebas Complementarias del Hospital Quirónsalud Marbella, desde el principio se desarrollaron actividades asistenciales no presenciales, fundamentalmente por vía telefónica, para valorar a todos los pacientes que pedían cita.
“A la mayoría se les han podido solucionar las dudas existentes posponiendo la realización de una visita presencial hasta que se levante la recomendación de confinamiento, al tiempo que también se han atendido aquellos casos que han precisado una consulta presencial o urgente”. Una atención telefónica que ha tenido muy buena acogida por los pacientes “ante la tranquilidad de poder hablar con tu cardiólogo para comentar síntomas y resolver dudas, sin salir de casa”, añade el Dr. Manuel González Correa, coordinador del Servicio de Cardiología de Quirónsalud Sagrado Corazón.
Pero, aunque esta atención no presencial se mantenga próximamente con una menor incidencia de COVID-19, los hospitales también están preparados para retomar la actividad presencial y, de hecho, prevén un aumento gradual de estas atenciones. “Hacemos especial hincapié en la necesidad de no permanecer en el domicilio si presentan algún síntoma de riesgo, especialmente sospecha de cardiopatía isquémica aguda, arritmias o insuficiencia cardiaca descompensada”, explica este experto, que asegura que se están tomando medidas para evitar la aglomeración de pacientes en zonas comunes y no exponer al contagio a los pacientes más vulnerables. El objetivo, añade, es “ser capaces de atender de nuevo a todos nuestros pacientes habituales y retomar la actividad invasiva (cateterismos, implante de dispositivos, etc.), y no urgente”.
Muy ligadas a la atención de las enfermedades cardiovasculares y a la Oncología está la Hematología, donde también esta crisis sanitaria ha representado todo un “reto” que ha cambiado el paradigma de la atención de los pacientes con leucemias, linfomas, mielomas y otras enfermedades de la sangre, como reconoce el Dr. Agustín Hernández, jefe de Servicio de Hematología del Hospital Quirónsalud Málaga. “Desde el principio hemos intentado adelantarnos a los posibles problemas que pudieran tener nuestros pacientes, implementando circuitos muy exigentes que permitieran la atención más segura posible a un grupo de pacientes de muy alto riesgo por la inmunodepresión que les provocaba su patología de base”, relata este experto. Además, también considera clave “conseguir que los pacientes que presenten patologías agudas acudan a tiempo al hospital y se sientan seguros en él”.
Para ello, añade el Dr. Guillermo Rodríguez García, jefe de Servicio de Hematología de los hospitales Quirónsalud Sagrado Corazón e Infanta Luisa, se está comenzando a citar de forma presencial a los pacientes que requieran pruebas complementarias o tratamiento por patologías que no requieren una atención urgente, pero que no se pueden demorar con seguridad más allá de unas semanas, como anemias, descenso o exceso de glóbulos blancos, plaquetas, etc., además de la realización de punciones de médula ósea por patología no urgente.
El Hospital Quirónsalud Infanta Luisa ha iluminado su fachada cada noche de color verde esperanza |
“No ir al hospital por miedo al contagio nos puede pasar factura”
Otra especialidad especialmente preocupada por el miedo al hospital que está generando esta pandemia es la Neurología. No en vano, la incidencia de ictus también ha caído desde que se decretó el Estado de Alarma el pasado 14 de marzo. “No tiene ningún sentido quedarse en casa por miedo a contagiarse y que al final nos pase factura algo peor, como puede ser un ictus o un infarto de miocardio, que sí tienen tratamiento y pueden ser curables”, apunta el Dr. Antonio Parralo, jefe de Neurología del Hospital Quirónsalud Huelva, que lamenta este descenso de consultas de patologías neurológicas graves.
“Recuerdo que la atención temprana del ictus es primordial, en las primeras horas es cuando podemos instaurar un tratamiento efectivo y evitar secuelas”, señala este especialista, que pide priorizar el abordaje de esos pacientes que, por miedo a contagiarse, no acudieron al hospital en el momento agudo de los síntomas y que ahora necesitan un estudio neurológico pormenorizado con pruebas de imagen y laboratorio. Además, recuerda que “los servicios de urgencias están abiertos y accesibles durante las 24 horas, y se están utilizando los medios de protección adecuados para evitar posibles contagios”, insiste.
Y si los Servicios de Neurología han constatado una menor actividad asistencial, el lado opuesto han sido los Servicios de Medicina Interna de los hospitales. “Pese a estar volcados en la atención al paciente ingresado de COVID-19, no hemos dejado de atender al resto de pacientes que también requerían nuestra atención”, ha apuntado, el Dr. Cristian Leiva, jefe del Servicio de Medicina Interna de este hospital onubense, “atendiendo presencialmente a aquellos pacientes que requerían una valoración urgente y que incluso, en algunos casos, han derivado en ingreso hospitalario”.
La nueva era digital, combinada con la atención presencial
“A la preocupación general por la pandemia, se unía la incertidumbre de la patología de cada paciente y la dificultad para ponerse en contacto con su médico”, ha añadido el Dr. Rafael Cuenca Acevedo, jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital Quirónsalud Córdoba, donde se han realizado a diario llamadas y videollamadas con los pacientes que estaban citados, dándoles resultados de pruebas, solicitando otras nuevas o cambiando su tratamiento si era necesario. “Los médicos debemos acostumbrarnos a una nueva era digital, en la que nuestra actividad incorporará la teleconsulta en situaciones no urgentes. Pero no podemos olvidar que en la medicina la presencia del paciente es igualmente necesaria”, sentencia.
Algo en lo que coincide el Dr. José María Ignacio, jefe del Servicio de Neumología de los hospitales Quirónsalud Marbella y Campo de Gibraltar, donde desde el primer momento siempre se habilitaron diferentes modalidades de consultas para atender tanto a pacientes con COVID-19 como con otras patologías, “velando ante todo por la seguridad de nuestros pacientes”.
Además, este experto hace un llamamiento a las personas con problemas respiratorios dado que son un colectivo de especial riesgo en caso de contagio. “Es importante que cumplan con las instrucciones dadas por las autoridades sanitarias, que usen mascarilla y que mantengan la distancia de seguridad y, obviamente, ante cualquier indicio de enfermedad aguda o exacerbación de una enfermedad crónica, consulten inmediatamente con su médico”, defiende este experto, algo en lo que coincide el Dr. Jesús Peñas del Bustillo, especialista del Servicio de Neumología de los hospitales Quirónsalud Sagrado Corazón e Infanta Luisa, que añade “es importante destacar el asma y los pacientes oncológicos como prioritarios en la asistencia presencial para controlar el empeoramiento de los síntomas en estas fechas y la evolución”.
Otra especialidad que ha apostado estas semanas por la teleconsulta es la Traumatología, según asegura el Dr. Rafael López Arévalo, jefe de Servicio de Traumatología de Quirónsalud Málaga, donde se han abierto 3-4 consultas telefónicas diarias, al menos una presencial y por lo menos una mixta que podía incluir también vídeo. “A partir de ahora, vamos a mantener la teleconsulta conviviendo con la consulta presencial, y se dará preferencia a pacientes intervenidos, pacientes inmovilizados y pacientes derivados de la urgencia”, ha explicado.
Por su parte el Dr. Miguel Ángel Toledo, jefe de Servicio de Traumatología y Ortopedia de Quirónsalud Campo de Gibraltar, que “durante la pandemia se ha parado prácticamente toda la actividad quirúrgica salvo las urgentes como fracturas de cadera, otras fracturas o secciones tendinosas. Ya hemos reiniciado la cirugía mayor ambulatoria con un control preanestésico previo específico para la situación en la que nos encontramos e iremos paulatinamente aumentando en complejidad quirúrgicas si la situación de la pandemia lo permite”.
Dr. Toledo, Quirónsalud Campo de Gibraltar |
En todo momento al servicio de la salud de los pacientes
En la misma línea, los Servicios de Urología van poco a poco recuperando la actividad asistencial habitual después de que en las últimas semanas se haya apostado por la teleconsulta. “En seguida nos pusimos en contacto telefónico con nuestros pacientes y la realidad es que las personas agradecen mucho esa llamada y verse atendidos en todo momento”, ha explicado el Dr. José Álvarez Kindelán, jefe de Servicio de Urología de Quirónsalud Córdoba. A partir de ahora, la atención de sus pacientes será gradualmente cada vez más presencial, pero con control previo de las citas para decidir realmente si el paciente debe acudir al hospital o no.
Por su parte el Dr. José Manuel Fernández Montero, jefe de Servicio de Urología de Quirónsalud Campo de Gibraltar, explica que “su equipo ha seguido desarrollando consultas telefónicas a pacientes que estaban pendientes del resultado de sus pruebas, se han atendido todas las urgencias, y se ha intervenido a pacientes con cirugías oncológicas no demorables y a pacientes con patologías urgentes. Actualmente estamos reactivando las consultas presenciales y se están realizando cirugías en pacientes en cuyo preoperatorio se ha descartado la presencia de COVID-19”.
Y aunque a lo largo del artículo hemos detallado la atención de multitud de enfermedades, una parte importante de las consultas que más intranquilidad ha propiciado estas semanas que llevamos de Estado de Alarma no ha tenido que ver con una patología pero sí con una situación que requiere la máxima atención sanitaria: el seguimiento del embarazo. Y sin duda no han podido esperar, aquí la naturaleza fija un límite improrrogable más allá de los nueve meses de gestación, semana arriba o abajo.
“La asistencia a parto se ha realizado sin incidencias, cumpliendo rigurosamente los protocolos de actuación para la protección personal, ante la atención a partos de pacientes sospechosas de infección COVID-19”, afirma el Dr. Adolfo López Muñoz, jefe de Servicio de Obstetricia y Ginecología de Quirónsalud Sagrado Corazón e Infanta Luisa de Sevilla, que añade que para la fase de reactivación de actividad se ha elaborado un plan conjunto con el servicio de anestesiología para solicitar las pruebas de despistaje de COVID-19 oportunas previas al parto a la propia embarazada y a su acompañante, minimizando así el riesgo de atender a pacientes asintomáticas que sin embargo sean portadoras del virus.
“La actividad en consultas de forma presencial ha estado limitada a la vigilancia de las gestaciones, que han seguido el mismo ritmo que hasta ahora, y a las pacientes oncológicas cuya demora hubiera producido un empeoramiento clínico”, añade este experto. Algo que también apunta el Dr. Andrés Carlos López Díaz, Jefe de Servicio de Ginecología de Quirónsalud Málaga, que fija en la patología oncológica, quirúrgica y obstétrica los abordajes prioritarios de su especialidad.
“Se priorizará aquellas consultas que tienen algún tipo de sintomatología. Se deben descomprimir los horarios de cita para que no coincidan varias pacientes en las salas de espera, intensificando las medidas de protección personal , y limitando a un solo acompañante por paciente”, apostilla el especialista de los hospitales Quirónsalud de Sevilla, confiando en que de forma gradual los hospitales puedan ir retomando su actividad. Ya no será igual que antes de que el COVID-19, cambiarán las formas, pero algo tendrán en común ayer, hoy y mañana. La apuesta incansable de los hospitales y sus profesionales por ofrecer a sus pacientes el mejor trato y tratamiento en beneficio de su salud.
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