El brillante pianista abre este jueves la temporada de Ibermnúsica con la Filarmónica de Israel dirigida por Zubin Mehta
"Es un drama que la primera idea brillante de los Gobiernos centrales y regionales cuando las cosas se ponen complicadas sea recortar en Cultura. Empobrecer un país culturalmente es empobrecerlo desde todos los puntos de vista". Así de claro lo expresa el joven y brillante pianista Javier Perianes que este jueves abrirá la temporada de Ibermúsica en el Auditorio Nacional con la Filarmónica de Israel dirigida por Zubin Mehta.
En una entrevista concedida a Europa Press, Perianes (Nerva, Huelva, 1978), considerado uno de los grandes instrumentistas españolas actuales, reconoce que el panorama "es complicado", aunque personalmente se siente "afortunado" de cómo marchan las cosas.
"El mercado español está bastante tocado pero esperemos que aguante el tirón los próximos dos años para que luego pueda fortalecerse", señala. En este sentido, Javier Perianes opina que la crisis ha afectado principalmente a grandes orquestas, a sus giras y a su proyección exterior "porque es un formato más caro".
Ante las elecciones generales que se avecinan y que pueden cambiar el signo político del Gobierno, el pianista onubense se muestra cauto: "Habrá que esperar acontecimientos, ver si hay cambio o no. En cualquier caso, el lenguaje de la macropolítica yo, sinceramente, no lo entiendo. Es para marcianos. Quizás ni ellos lo entienden", ironiza.
"ESTAR EN FORMA"
Perianes acaba de pasar por uno de los Festivales más prestigiosos, el de Lucerna, con un programa muy similar al que interpretará en Madrid y que incluye 'Noche en los jardines de España' de Falla.
"Ha sido una experiencia fantástica. Te hablan de Lucerna como el 'sanctasanctórum' de los festivales europeos y cuando estás allí lo entiendes. La sala es espectacular, la acústica maravillosa y al ver la nómina de orquestas, directores y solistas que pasan por ahí día tras día a uno le entra el gusanillo. Allí te encuentras por la calle con Pierre Boulez, Cristian Thilemann o Zubin Mehta. Uno entiende el poderío del festival y su línea tan inteligente de programación", explica.
'Noche en los jardines de España', a la que acompañará en Madrid el 'Capricho español' de Rimsky Korsakov, requiere para Perianes, "estar en forma", "conocer el idioma de Falla, la influencia francesa de esta obra, los vínculos con Debussy, Ravel e incluso Wagner", indica. En su opinión, es una partitura "francamente difícil" para la orquesta, que tiene que recrear "ese sonido pseudo francés, pseudo español que es como acolchado"; y también para los directores "porque Falla utiliza muchos cambios de ritmo e indicaciones muy precisas".
TRABAJAR Y VIVIR
Las citas internacionales de Javier Perianes cada vez pesan más en su agenda. El pasado mes de julio realizó una gira por Israel, en octubre viajará a Estados Unidos y Colombia y en noviembre lo hará a Chipre y el Reino Unido. Estas salidas las compaginará con algunas escalas en España, pues además de su actuación en Madrid, también recalara en Granada a finales de septiembre y en Huelva el próximo mes.
"Intento conciliar el calendario de fuera con el de casa. Me gusta mucho tocar aquí y me siento muy contento con mi actividad profesional en España. Pero es un placer hacer música en cualquier sitio", asegura.
Quienes conocen a Perianes saben de su disciplina y meticulosidad en el trabajo diario. Sin embargo, él matiza: "No todo el tiempo estás enganchado al piano. Miras las partituras, haces un poco de análisis y también, igual de importante que el trabajo concienzudo, es el descanso, que te dé el aire, hacer deporte, en una palabra, vivir. Uno no puede transmitir experiencias que no conoce y la música es eso, transmitir sensaciones que el compositor narra con su música", afirma convencido de que esta vocación "es un aprendizaje continuo" y "va en paralelo a la de la vida o superpuesta".
De sus maestros, principalmente Ana Guijarro y Josep Colom, dos personas "claves y decisivas" en su trayectoria, ha aprendido a "respetar la grafía, a intentar desvelar honestamente las intenciones de un compositor y a entender que en la música la flexibilidad forma parte del discurso musical". Lo que más elogia es precisamente su "no intervención". "Nunca pretendieron que tocara como ellos lo hacen. Eso son los grandes maestros, los que sacan lo mejor del alumno y dejan que desarrolle su propia identidad", dice convencido.
Perianes aboga, al igual que los cantantes, por que los instrumentistas sepan planificar bien sus carreras. "Debes tener presente el repertorio que haces, las temporadas, las grabaciones y apariciones, no repetir en determinadas ciudades obras ya hechas a menos que sea estrictamente necesario. Hay que tener control sobre el repertorio que uno propone para no encontrarte después con obras que no querías tocar", explica.
Preguntado por la asignatura pendiente que tiene España en materia musical, el pianista alude claramente a "la formación de base" pero aclara: "No me refiero a los conservatorios sino a implementación y apuesta decidida por que la música sea una asignatura más, pero con el respeto y la entidad de otras materias. Es una formación que dotará a los niños de mayor sensibilidad y cercanía con cualquier tipo de música. Esto enriquece el espíritu del ser humano y le va a dar otra visión más completa sobre el hecho cultural en la vida", señala.
Por último, en cuanto a sus proyectos discográficos, Javier Perianes avanza que en diciembre estará volcado en su próximo disco, dedicado a Beethoven, y que Harmonía Mundi editará la próxima temporada.
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