Desde Albuñol a Almuñécar, las grandes deudas atosigan a los Ayuntamientos, que han resuelto las cuestiones urgentes
La tregua que por deferencia se deja a los ayuntamientos tras su constitución después de las elecciones municipales ya ha pasado. Los primeros cien días sirve al equipo de gobierno para asentar sus principales líneas de trabajo y, a la oposición, para averiguar por dónde irán los tiros los siguientes cuatro años y saber en qué asuntos hacer mayor hincapié. En los consistorios de la Costa se ha trabajado sin cesar, más aún en los que estaban estrenando cargo, que a marchas forzadas han intentado ponerse al día. El común denominador de todos los municipios ha venido marcado por los asuntos económicos. Las pesada losa de la deuda atosiga tanto a los que han entrado nuevos como a los que repiten en el cargo. Por ello, no es de extrañar que los alcaldes costeros hayan vivido los primeros tres meses y diez días de gobierno con el bastón de mando en una mano y la calculadora en la otra.
En el Ayuntamiento de Motril, ya sabían lo que tenían, pero no por eso han dejado de apretarse el cinturón, tal y como informa Marila Bautista. Carlos Rojas y su equipo -ligeramente modificado con respecto al anterior mandato y ampliado tras conseguir la mayoría absoluta- ha optado por reunificar las áreas municipales para «optimizar los recursos y ofrecer una mejor gestión», según afirmó en el balance de estos primeros cien días el primer edil. El Consistorio motrileño ha apostado por seguir avanzando sobre el mismo camino que ya comenzaron a trazar en 2007, como por ejemplo la rehabilitación del patrimonio histórico o el embellecimiento de la ciudad. Los grandes proyectos para la localidad siguen siendo otra apuesta del gobierno, que se centra en subrayar la trascendencia para el empleo y el desarrollo de Motril de iniciativas como el centro comercial del Cortijo del Conde, la Marina Interior de Playa Granada, las plazas hoteleras en el Complejo de los Bates o la urbanización del polígono industrial del Puerto. Otro gran caballo de batalla de Rojas y su equipo, las infraestructuras de la Costa, también han tenido su repercusión estos cien días. La Plataforma por las Infraestructuras reivindicó de nuevo el 27-J la conclusión de la A-7 así como la inclusión de Motril en el Corredor Mediterráneo.
Desde el PSOE motrileño, discrepan en torno al balance del Ayuntamiento y consideran que han sido cien días de «inmovilismo» y «muy poco productivos». La portavoz Flor Almón subraya la fatídica situación de la empresa de Limdeco y el mal estado de las arcas municipales. Una cuestión, esta última a la que día atrás también aludía Izquierda Unidad, que cifraba la deuda municipal en torno a los 37 millones de euros.
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En el resto de ayuntamiento más destacados de la comarca los equipos de gobierno se han renovado al completo al cambiar de color político. Tal ha sido el caso de Almuñécar, Salobreña, Albuñol, Gualchos- Castell de Ferro o Polopos- La Mamola, entre otros. Cuando los correspondientes primeros ediles llegaron a su puestos, miraron el estado de las arcas municipales y, tras haber sobrevivido a las apabullantes cifras negativas, se pusieron manos a la obra para atender lo más urgente.
Desde Almuñécar informa Juan Manuel de Haro que el principal cambio que ha vivido el pueblo, tras alzarse como alcaldesa Trinidad Herrera (PP) ha sido la normalización del municipio y del ambiente político. Sin duda ha sido el cambio de gobierno más significativo de la comarca al acabar con la crispación que durante años ha vivido la oposición mientras Juan Carlos Benavides (CA) ha estado en el poder. El consenso entre casi todas las fuerzas políticas es algo que destacan muchos de los concejales. A las pocas semanas como alcaldesa, Herrera pactó con el Partido Andalucista y gobierna en coalición.
Durante estos primeros cien días han sido muchos los problemas con los que se han topado, como una deuda que fecha de 2009 asciende a 38 millones de euros -de la que 2 millones corresponden a gastos judiciales-. Añadido a esto ha estado la imposibilidad de hacer frente a ciertas cuestiones que se hicieron notar a principio de verano con algunos problemas surgidos en las playas, como la regeneración de Cotobro. Sin embargo, y a pesar de la adversidad, estos meses han brillado por el buen hacer en torno a los proyectos culturales, con la inminente vuelta de SKS teatro, o el éxito de las fiestas patronales y la feria de Día. Se ha avanzado en el PGOU, desbloqueado por la delegación de Cultura, se ha estudiado la viabilidad de Peña Escrita, para la que ahora se buscan alternativas, o se ha recuperado la colaboración con las diferentes administraciones. Además, se ha readmitido a los despedidos del Ayuntamiento, otras de las chinas 'clavadas' en el Consistorio. Un verano de lo más intenso que ha conseguido, sobre todo, que la localidad sexitana recupere la normalidad que durante tantos años en la oposición los diferentes partidos políticos han ansiado.
En Salobreña, donde Gonzalo Fernández Pulido (PSOE) se ha estrenado en el sillón principal del Consistorio, tampoco han sido pequeños los baches hallados en materia económica, la principal para que se desarrollen todas las demás áreas. «Tenemos una deuda de quince millones de euros y hemos encontrado un presupuesto de 2011 prácticamente agotado en los primeros seis meses», explicaba. Con este panorama, el Ayuntamiento salobreñero ha reajustado las partidas y ha trabajado sobre todo por el sector turístico «uno de los principales motores de desarrollo del municipio ahora mismo», argumentaba el alcalde. Por ejemplo, pusieron en tiempo récord las playas al día aumentando la limpieza y seguridad. Asimismo, han iniciado los trabajos para revalorizar el casco histórico, recuperando el espacio para festivales o próximamente, para celebrar las fiestas del Rosario.
Asimismo, han redactado el proyecto de rehabilitación del Castillo, que ya contaba con subvención, por lo que en breve se trabajará sobre él. Salobreña además ha suscrito acuerdos de lo más diversos entre las demás administraciones como por ejemplo con Empleo, que próximamente abrirá un vivero de empresas en la localidad.
En Albuñol, Juan María Rivas (PP) también se ha visto desbordado por el «desastroso» estado de las arcas municipales, lo que ha provocado que aún no se haya podido hacer frente al pago de las nóminas de agosto de los trabajadores municipales. Donde sí ha intervenido el Ayuntamiento -sobre el que pesa una deuda de 13,5 millones de euros según apunta Rivas-, ha sido en la reparación del Colegio Virgen del Mar.
En Gualchos- Castell de Ferro, Eloy Martín (PP) ha optado por trabajar para, dentro de las posibilidades, cubrir las necesidades de verano, con el aumento de visitantes. Además, han actuado sobre el adecentamiento de los caminos rurales puesto que la prioridad municipal está en apoyar al motor de desarrollo local, la agricultura. Todo esto, también contando los euros, pues tienen una deuda de más de 3 millones de euros.
Por último, Matías González, el nuevo alcalde de Polopos-La Mamola, ha lidiado con los problemas de liquidez para hacer frente al gasto corriente del Ayuntamiento. La deuda de su Ayuntamiento asciende a 3 millones de euros.
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