El Albaicín, lugar turístico por antonomasia, guarda en su interior multitud de riquezas histórico-artísticas. Pero algunas edificaciones no están disponibles para el disfrute del ciudadano foráneo o autóctono, ya sea por estar cerradas al público o por encontrarse en proceso de rehabilitación. Este es un recorrido por siete de las construcciones más olvidadas del emblemático barrio, que probablemente muchos ni siquiera conozcan pese a haber cruzado junto a ellas en numerosas ocasiones.
El desuso llama a la destrucción. El problema de muchas de las edificaciones radica en que, al no ser utilizadas, se deterioran por el paso del tiempo. Muros resquebrajados, pintadas en las paredes, vegetación mal cuidada y suciedad por doquier, es el aspecto que presentan algunos de estos enclaves. Es el caso de la iglesia de San Andrés, situada en la calle Elvira. Desde hace ya 13 años permanece cerrada a cal y canto y su aspecto deja mucho que desear. Rodeada por una lona verde y otra negra, los muros sirven de lienzo para grafitis de todo tipo. Un comerciante de la zona explica a este periódico que "allí no se llevan a cabo obras desde hace mucho tiempo". Una propiedad cuya titularidad corresponde a la Curia de Granada.
Dejando San Andrés atrás, la ruta continúa hacia el Albaicín, donde el viajero encuentra la Puerta de Monaita, que da paso a la Muralla Zirí. La entrada está cerrada con un candado en la puerta, pero deja entrever lo que hay detrás del portón: suciedad y vegetación sin cuidar. El portavoz de IU en el Ayuntamiento de Granada, Paco Puentedura, reivindica que "por la noches el espacio trasero se ha convertido en una zona de botellón". Sin embargo, el concejal de Patrimonio, Eduardo Caracuel, explica que a través de la Agencia del Abaicín ya han previsto vallar la zona para evitar "actos vandálicos".
En cuanto a la muralla, Puentedura lamenta que la construcción, que constituye parte del poco patrimonio zirí que conserva la capital, "no haya tenido el impulso necesario de manos de Ayuntamiento y Junta para convertirse en un parque lineal que rodee al barrio del Albaicín, sino que se mantenga como foco de insalubridad y como basurero". La muralla cobra especial significado este 2013, año en el que se celebra la efeméride del Milenio del Reino' de Granada.
Pero si el caminante prosigue su camino hasta la cuesta del Chapiz, todavía tiene aún más por descubrir. Mientras se contempla el envidiable casco histórico y patrimonial que el Albaicín representa, aparecen dos cármenes que poco tienen que ver con el resto de las típicas casas del barrio. En este contexto, el Carmen del Negro, justo en frente del Palacio de los Córdovas -sede del Archivo municipal-, se presenta al viandante enfundado en una tela de plástico. La edificación presenta también aspecto de encontrarse en proceso de rehabilitación, pero desde 2006 las obras están paradas. El responsable de Patrimonio detalla que parte de la edificación es de titularidad privada mientras que la que sí corresponde al Ayuntamiento fue objeto de un proyecto de ampliación del Archivo Municipal, impulsado en por el antiguo Gobierno del tripartito. El presupuesto de la obra, que pasó a gestionar el PP tras ganar sus primeras elecciones, fue de 9.173.000 euros, de los que 900.000 se pagaron al arquitecto de la rehabilitación, el italiano Feduci, y 3 millones a la empresa adjudicataria. El problema es que este "proyecto faraónico del tripartito necesita de un gasto desmesurado, con la que está cayendo".
En lo que concierne al segundo de los cármenes, la ruta se detiene no muy lejos, a los pies de la Alhambra. En el carmen del Granaíllo los problemas radican en un abandono que atañe ya no solo a factores estéticos ni turísticos, sino más bien al bienestar de los vecinos. Según Francisco Puentedura, algunos de los residentes de la zona han vertido diversas quejas por problemas de hogueras y ocupas en el interior de la casa, que enturbian la tranquilidad de sus aledaños. Frente a la denuncia de IU, Caracuel subraya que el equipo de Gobierno está pendiente de firmar un convenio con el Patronato de la Alhambra -a la espera del visto bueno de la Delegación de Cultura de la Junta- para acometer las obras de un espacio abierto en las zonas colindantes.
La cuestión es que algunos de los edificios mantienen sus puertas cerradas porque las administraciones responsables están pendientes de obtener la financiación necesaria para su reforma, o por estar inmersos en un proceso de venta o alquiler. Esta es la circunstancia de la Casa de Ágreda, palacio renacentista que en 2008 salió a concurso, pero cuya adjudicación finalmente quedó desierta. Debido al paso del tiempo, este Bien de Interés Cultural ha sufrido algunos daños en el tejado, producto de las humedades. Para evitar un mayor deterioro el responsable de Patrimonio puntualiza que "se ha procedido entre 2012 y este 2013 a reparar la cubierta".
En otros casos el edificio en concreto no se encuentra en malas condiciones, sino que no puede ser visitado por los turistas ni residentes de la ciudad. Es lo que ocurre con la iglesia de San Juan de los Reyes, cuya rehabilitación a cargo de la Junta terminó hace tres años pero que aún no ha sido abierta al público. Aquí es el Arzobispado quien tiene la competencia para ponerla a disposición de los visitantes, pero de momento no mueve ficha.
Cuestión similar ocurre con el Palacio de Dar Al-Horra, segundo palacio nazarí de Granada, que cerró el mayo pasado. Hace un año la gestión del palacio pasó a titularidad del Patronato de la Alhambra, que colgó un cartel de "cerrado hasta próximo aviso". El aviso aún no ha llegado y no es posible su visita. A la delegada Cultura, Ana Gámez, le consta que se acometieron algunas obras de urgencia y tiene previsto abrir "próximamente".
La ruta concluye pero muchas cuestiones quedan en el aire. ¿Llegarán los fondos para la reconstrucción y limpieza de los edificios derruidos? ¿Se procederá a la apertura al público de los enclaves? Respuestas sin resolver que conciernen no solo a los puntos de este recorrido, sino a otras ubicaciones que en la actualidad presentan similares condiciones.
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