Clara Aguilera afirma que la campaña de invierno sufrirá grandes prejuicios Reclaman más medidas hasta que acabe el veto ruso
LAURA VELASCO GRANADA 
La situación ante el veto ruso sigue preocupando a agricultores y organizaciones agrarias de la provincia. Por ello, ante esta situación, la vicepresidenta de la Comisión de Agricultura del Parlamento Europeo, Clara Aguilera, exigirá la próxima semana a la Comisión Europea que "se amplíen las ayudas compensatorias al sector agrario de la provincia para que se pueda frenar las pérdidas causadas por el veto ruso".
Esta era una de las conclusiones a las que llegó la europarlamentaria tras reunirse ayer con el parlamentario Miguel Castellano y los representantes de las organizaciones agrarias Coag, Asaja, UPA o Faeca.
La situación del veto ruso ya ha provocado que la Comisión Europea haya aprobado medidas excepcionales, tal y como recordó Aguilera. Sin embargo, estas medidas sólo apoyan de manera exclusiva a los productores de melocotones o nectarinas.
"Todavía está pendiente la puesta en marcha de un nuevo reglamento que contemple las ayudas a la retirad del resto de productos afectados", apuntó la europarlamentaria. Una lista que deja fuera de las ayudas de la Comisión a frutas y hortalizas con una gran producción en la provincia como es el caso del melón, la sandía o la berenjena.
Por otro lado, la reunión quiso hacerse eco de otros problemas generados por este "boicot". Así, la responsable socialista manifestó que "hemos visto que los reglamentos comunitarios no tienen en cuenta la diferenciación que existe en un mismo producto a la hora de cuantificar los precios de retirada".
Un claro ejemplo que Aguilera mostró fue el caso de los tomates. "Algunas cooperativas de Granada se han visto obligadas a desprenderse del 50% de su producción de tomate cherry". Un factor que se debe a que la Comisión Europea ha establecido un precio de retirada de 25 céntimos, una cantidad que es la tercera parte de los costes reales de producción que se cifran en torno a los 65 céntimos, tal y como recordó la europarlamentaria andaluza.
La tardanza de un nuevo reglamento comunitario traerá diferentes complicaciones. "Esta es una crisis motivada por motivos políticos" y "puede provocar que la campaña catastrófica de agosto culmine en octubre con unas pésimas consecuencias para la de invierno", expuso Aguilera.
Otro de los puntos tratados fue el fondo compensatorio de la Comisión de unos 125 millones de euros, una cifra que la parlamentaria considera "insuficiente".
"Lo que nosotros reclamamos es que las ayudas y medidas se prolonguen desde el pasado 8 de agosto, cuando comenzó el veto, hasta que finalice el bloqueo".
La socialista también hizo una petición al Gobierno central y al Ministerio de Agricultura. "La promoción es un factor muy importante. Por eso, creemos que estas instituciones deben colaborar con las Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas (OPFH) para poner en marcha una campaña institucional que favorezca e incremente el consumo de estos productos".
Finalmente, Aguilera criticó el funcionamiento que están llevando a cabo algunas de las grandes cadenas de distribución. "Se están aprovechando del veto ruso para renegociar los preciso a la baja, un factor que es injusto".
Mientras tanto, las asociaciones agrarias siguen esperando una solución al problema.
Esta era una de las conclusiones a las que llegó la europarlamentaria tras reunirse ayer con el parlamentario Miguel Castellano y los representantes de las organizaciones agrarias Coag, Asaja, UPA o Faeca.
La situación del veto ruso ya ha provocado que la Comisión Europea haya aprobado medidas excepcionales, tal y como recordó Aguilera. Sin embargo, estas medidas sólo apoyan de manera exclusiva a los productores de melocotones o nectarinas.
"Todavía está pendiente la puesta en marcha de un nuevo reglamento que contemple las ayudas a la retirad del resto de productos afectados", apuntó la europarlamentaria. Una lista que deja fuera de las ayudas de la Comisión a frutas y hortalizas con una gran producción en la provincia como es el caso del melón, la sandía o la berenjena.
Por otro lado, la reunión quiso hacerse eco de otros problemas generados por este "boicot". Así, la responsable socialista manifestó que "hemos visto que los reglamentos comunitarios no tienen en cuenta la diferenciación que existe en un mismo producto a la hora de cuantificar los precios de retirada".
Un claro ejemplo que Aguilera mostró fue el caso de los tomates. "Algunas cooperativas de Granada se han visto obligadas a desprenderse del 50% de su producción de tomate cherry". Un factor que se debe a que la Comisión Europea ha establecido un precio de retirada de 25 céntimos, una cantidad que es la tercera parte de los costes reales de producción que se cifran en torno a los 65 céntimos, tal y como recordó la europarlamentaria andaluza.
La tardanza de un nuevo reglamento comunitario traerá diferentes complicaciones. "Esta es una crisis motivada por motivos políticos" y "puede provocar que la campaña catastrófica de agosto culmine en octubre con unas pésimas consecuencias para la de invierno", expuso Aguilera.
Otro de los puntos tratados fue el fondo compensatorio de la Comisión de unos 125 millones de euros, una cifra que la parlamentaria considera "insuficiente".
"Lo que nosotros reclamamos es que las ayudas y medidas se prolonguen desde el pasado 8 de agosto, cuando comenzó el veto, hasta que finalice el bloqueo".
La socialista también hizo una petición al Gobierno central y al Ministerio de Agricultura. "La promoción es un factor muy importante. Por eso, creemos que estas instituciones deben colaborar con las Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas (OPFH) para poner en marcha una campaña institucional que favorezca e incremente el consumo de estos productos".
Finalmente, Aguilera criticó el funcionamiento que están llevando a cabo algunas de las grandes cadenas de distribución. "Se están aprovechando del veto ruso para renegociar los preciso a la baja, un factor que es injusto".
Mientras tanto, las asociaciones agrarias siguen esperando una solución al problema.
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