El humedal del municipio es el escenario de un campo de trabajo destinado al seguimiento de las aves que se marchan Se utiliza la técnica del anillamiento para conocer dónde van
MARILÓ NIETO GRANADA
El Humedal de Padul está situado en un enclave especial. Perteneciente al Parque Natural de Sierra Nevada, es la única zona húmeda natural que se encuentra en la provincia de Granada y cuenta con una amplia biodiversidad de flora y fauna. Destaca, además, la ornitofauna del lugar que lo convierte en uno de los carrizales más extensos de Andalucía, refugio de gran cantidad de especies y un lugar de paso obligado para las aves que comienzan a emigrar a otros países.
Por este, y por otros muchos motivos, el Humedal de Padul es el lugar idóneo donde realizar el campo de trabajo de Seguimiento de la migración de aves en la laguna del Padul . Esta actividad comenzó el pasado 1 de agosto y puso su punto y final 15 días después, tiempo en el que los 22 participantes realizaron distintas acciones de mantenimiento y anillamiento de las aves que pasan por allí con motivo de sus viaje a lugares más cálidos dónde pasar el invierno.
Es el quinto año que el Instituto Andaluz de la Juventud, en colaboración con la Estación Ornitológica de Padul, coordina esta actividad a la que acuden tanto jóvenes procedentes de Granada, así como del resto de España y del extranjero. "Este año hemos contado con participantes de Italia, Turquía, República Checa, Estonia o Francia" contó el coordinador de la Estación Ornitológica del Padul, Jose Manuel Rivas.
"El objetivo de este campo de trabajo es el seguimiento de la migración de las aves y, como herramienta para conocerlo, utilizamos el anillamiento científico" informó Jose Manuel Rivas. En torno a 1.000 aves fueron capturadas con la colocación de las redes japonesas y, una vez extraídas de esta red, se procedió a la colocación de las anillas, medición y se estudió su condición para guardarlas en el registro.
Otra de las tareas que realizaron estos jóvenes en el campo de trabajo fue la de identificar las aves que pasaron por el Humedal de Padul. Las tareas de mantenimiento del Sendero del Manut, sobre todo de desbrozamiento, también fue responsabilidad de estos jóvenes dispuestos a todo. Antes de realizar este trabajo, los participantes tuvieron unas jornadas de formación en las que recibieron los conocimientos necesarios para realizar el anillamiento de forma correcta y contaron con la ayuda de los profesionales que ya desarrollan esta ocupación en la Estación Ornitológica de Padul.
De todas las especies que pasan por el Humedal de Padul en este periodo se anillaron a golondrinas, ruiseñores y destacaron especies menos comunes como el alcaudón real, el zarcero pálido, el abejaruco o el mosquitero musical, por destacar algunas. Se rescataron tres aves diferentes procedentes de Francia, Alemania y Checoslovaquia que ya contaban con el registro de años anteriores y pudieron comprobar de dónde provenían.
Pero los días en este campo de trabajo dieron mucho de sí y es que, además de realizar los diferentes trabajos programados, los participantes disfrutaron de diferentes ratos de ocio para pasar las tardes y los fines de semana de forma más relajada. Entre las principales actividades: la visita a la Alhambra y casco antiguo de la ciudad de Granada, itinerarios guiados por Sierra Nevada, viaje a la playa, o actividades deportivas y de entretenimiento.
"La demanda de estos campos de trabajo es cada vez mayor. Es, sencillamente, bestial" aseguró el coordinador de la Estación Ornitológica. "Son 25 el número de participantes que tienen, como máximo, estos campos de trabajo y cada año va a más".
Para formar parte de esta experiencia es necesario apuntarse, una vez que salgan las convocatorias, a través de la página web del IAJ, en el apartado de campos de voluntariado. "No hace falta tener una experiencia previa en la materia, simplemente, ganas" informó Jose Manuel Rivas. Muchos de los participantes este año sí que tenían una relación especial con la flora y fauna ya que eran estudiantes de ciencias ambientales pero, lo que sí es imprescindible es la implicación con la naturaleza.
Por este, y por otros muchos motivos, el Humedal de Padul es el lugar idóneo donde realizar el campo de trabajo de Seguimiento de la migración de aves en la laguna del Padul . Esta actividad comenzó el pasado 1 de agosto y puso su punto y final 15 días después, tiempo en el que los 22 participantes realizaron distintas acciones de mantenimiento y anillamiento de las aves que pasan por allí con motivo de sus viaje a lugares más cálidos dónde pasar el invierno.
Es el quinto año que el Instituto Andaluz de la Juventud, en colaboración con la Estación Ornitológica de Padul, coordina esta actividad a la que acuden tanto jóvenes procedentes de Granada, así como del resto de España y del extranjero. "Este año hemos contado con participantes de Italia, Turquía, República Checa, Estonia o Francia" contó el coordinador de la Estación Ornitológica del Padul, Jose Manuel Rivas.
"El objetivo de este campo de trabajo es el seguimiento de la migración de las aves y, como herramienta para conocerlo, utilizamos el anillamiento científico" informó Jose Manuel Rivas. En torno a 1.000 aves fueron capturadas con la colocación de las redes japonesas y, una vez extraídas de esta red, se procedió a la colocación de las anillas, medición y se estudió su condición para guardarlas en el registro.
Otra de las tareas que realizaron estos jóvenes en el campo de trabajo fue la de identificar las aves que pasaron por el Humedal de Padul. Las tareas de mantenimiento del Sendero del Manut, sobre todo de desbrozamiento, también fue responsabilidad de estos jóvenes dispuestos a todo. Antes de realizar este trabajo, los participantes tuvieron unas jornadas de formación en las que recibieron los conocimientos necesarios para realizar el anillamiento de forma correcta y contaron con la ayuda de los profesionales que ya desarrollan esta ocupación en la Estación Ornitológica de Padul.
De todas las especies que pasan por el Humedal de Padul en este periodo se anillaron a golondrinas, ruiseñores y destacaron especies menos comunes como el alcaudón real, el zarcero pálido, el abejaruco o el mosquitero musical, por destacar algunas. Se rescataron tres aves diferentes procedentes de Francia, Alemania y Checoslovaquia que ya contaban con el registro de años anteriores y pudieron comprobar de dónde provenían.
Pero los días en este campo de trabajo dieron mucho de sí y es que, además de realizar los diferentes trabajos programados, los participantes disfrutaron de diferentes ratos de ocio para pasar las tardes y los fines de semana de forma más relajada. Entre las principales actividades: la visita a la Alhambra y casco antiguo de la ciudad de Granada, itinerarios guiados por Sierra Nevada, viaje a la playa, o actividades deportivas y de entretenimiento.
"La demanda de estos campos de trabajo es cada vez mayor. Es, sencillamente, bestial" aseguró el coordinador de la Estación Ornitológica. "Son 25 el número de participantes que tienen, como máximo, estos campos de trabajo y cada año va a más".
Para formar parte de esta experiencia es necesario apuntarse, una vez que salgan las convocatorias, a través de la página web del IAJ, en el apartado de campos de voluntariado. "No hace falta tener una experiencia previa en la materia, simplemente, ganas" informó Jose Manuel Rivas. Muchos de los participantes este año sí que tenían una relación especial con la flora y fauna ya que eran estudiantes de ciencias ambientales pero, lo que sí es imprescindible es la implicación con la naturaleza.
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