Toma nota de su nombre: fructano.
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¿Has tenido problemas intestinales y, por ello, has apartado el gluten de tu dieta? Quizá no ha sido tan buena idea. Un estudio publicado el 1 de noviembre en la revista Gastroenterology afirma que el culpable podría ser otra molécula muy distinta al gluten, según informa New Scientist.
¿Que cuál es su nombre? Fructano, que está presente —como el gluten— en el trigo, lo cual podría explicar la confusión. Por si lo habíais olvidado, antes de la moda del gluten free ya había un trastorno bien conocido por los investigadores: la celiaquía, que afecta a cerca del 1% de la población española (y ellos sí son totalmente intolerantes al gluten).
En cambio, diversos estudios muestran que más del 10% de la gente se siente mal después de haber comido pan o pasta. Básicamente, con cualquier alimento preparado a base de gluten. Por eso los científicos se han planteado la cuestión y sospechan desde hace tiempo de los FODMAP, glúcidos que son fermentables y difíciles de absorber, como la fructosa de determinadas frutas. Un grupo del que forma parte el fructano.
Las 'cobayas' que se nutrieron de cereales con fructano sufrieron un 15% de hinchazón y un 13% de problemas intestinales más que el grupo de control.
Según cuenta New Scientist, varios investigadores de la Universidad Monash en Melbourne (Australia) analizaron a 59 personas que llevaban una dieta sin gluten. Estos participantes fueron divididos en tres grupos: uno tenía que tomar barritas de cereales con gluten, otros con fructano y el tercero sin ninguna de las dos moléculas (como grupo de control). Ni los pacientes ni los médicos sabían qué tipo de barrita había comido cada grupo.
Resultado: las cobayas que se nutrieron de cereales con fructano sufrieron un 15% de hinchazón y un 13% de problemas intestinales más que el grupo de control. En cambio, los pacientes que comieron barritas con gluten no tuvieron ningún problema.
Con ello no quiere decir que el gluten nunca sea culpable, al margen de la enfermedad celíaca. Simplemente, no es el único culpable posible. Esto podría explicar por qué algunos pacientes no se curan por completo cuando dejan de tomar gluten. Aunque eliminan una buena parte de fructano al dejar el trigo, sigue habiendo fructano en otros alimentos, como las cebollas y el ajo, explica al New Scientist Jane Muir, coautora del estudio.
En estos casos, sería posible que estas personas intolerantes tomaran salsa de soja, que sí tiene gluten pero muy poco fructano. O incluso pan de masa madre, que también elimina la molécula del trigo.
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