Es inaceptable que en Andalucía los excluidos de la recuperación económica no tengan derecho a una renta básica
El lunes pasado la Presidenta de la Junta de Andalucía visitó un hotel de cinco estrellas en Granada. Se trató de un "Foro" reservado para un pequeño grupo de personas supuestamente representativas de nuestra sociedad y con un formato encorsetado que no permitía desliz alguno en el discurso que venía a impartir Susana Díaz. En plena era digital, el hecho de que no permitieran ni siquiera la participación a través de internet denota al mismo tiempo su falta de transparencia y la dificultad de la vieja política para adaptarse al futuro.
Cuando sólo se pisan las moquetas de los hoteles o el parquet de las sedes de su partido (esa fue la segunda parte de su visita a Granada), lo normal es que se desconozca la realidad que vivimos en nuestra ciudad. Si hubiera hablado con quienes acudimos el último año a los hospitales granadinos no habría tenido más remedio que pedir disculpas por el sufrimiento inútil que ha generado la fusión hospitalaria a la población granadina, especialmente a la más vulnerable. En este contexto, es casi un insulto que nos diga que están siguiendo con el calendario de la desfusión cuando ya han incumplido dos de los tres plazos que acordó con las plataformas.
Si Susana Díaz en lugar de utilizar su coche oficial hubiera paseado por nuestros barrios, quizás se habría percatado de las profundas desigualdades que existen en Granada, pues la diferencia en la esperanza media de vida entre algunos distritos es de diez años. Y esto está estrechamente ligado a las condiciones económicas y materiales en que vive la población. Por eso, muy cerca de la sede de su partido ha estado 34 días en huelga de hambre Demetrio Cano, un parado de larga duración, que exigía la aplicación del artículo 23.2 del Estatuto de Autonomía, el que reconoce el derecho a una renta básica. La presidenta se ha negado a reunirse con quienes reclaman el cumplimiento de esta medida por la igualdad, a pesar de que el otro huelguista, el malagueño Paco Vega, lleva ya 45 días sin comer y está hospitalizado.
En 1966 José Guerrero pintó La Brecha de Víznar para expresar su angustia por el asesinato de Federico García Lorca, si el artista granadino siguiera vivo, quizás haría otra obra para llamar la atención de otra brecha, la de la desigualdad que vivimos en pleno siglo XXI. Es inaceptable que en Andalucía los excluidos de la recuperación económica no tengan derecho a una renta básica que evite su dependencia de la caridad. Señora presidenta, si vuelve a venir a Granada, tenga en cuenta la realidad de nuestra gente.
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