Participantes de la jornada ‘Únicas e iguales: la mujer ante el cáncer de mama hoy’, celebrada recientemente en Madrid. |
El cáncer de mama es femenino. Lo es porque la inmensa mayoría de las pacientes son mujeres (99,2%), pero también lo es porque son muchas las mujeres profesionales de la salud quienes trabajan cada día para mejorar la perspectiva de esta enfermedad, y porque también son mujeres la inmensa mayoría de las cuidadoras. Es por ello que Roche ha promovido el debate en torno a este tema con el Informe ‘Las mujeres como agente de cambio en Oncología’ centrándose precisamente en esta patología.
Como explicaba Beatriz Pérez, directora médico de Roche Farma España, aunque actualmente las cifras de supervivencia a 5 años rozan el 90%, es necesario seguir avanzando para reducir el impacto de la enfermedad, pero también es preciso trabajar en las necesidades de las pacientes supervivientes, que afrontan muchos retos en su día a día. Es por ello que consideraba que es el momento para “cambiar el modo en el que nos aproximamos a la patología”, matiza.
En este sentido, cobra especial relevancia el abordaje de las secuelas de los tratamientos. Begoña Bermejo, oncóloga del Hospital Clínico Universitario de Valencia, exponía algunas cuestiones características de este tipo de tumores y de las pacientes mujeres, como era la repercusión en la fertilidad, las implicaciones a nivel hormonal, los cambios físicos en el caso de una cirugía o incluso los cambios en la sexualidad. “Queremos curar a las pacientes, pero también queremos ayudar a que sean las mismas mujeres que eran antes de la enfermedad”, subrayó la oncóloga.
Asimismo, Elena Galve, oncóloga del Hospital Universitario de Basurto, en Bilbao, añadía que otro punto fundamental era explicar a las mujeres que el cáncer de mama no es una enfermedad sino un grupo de diferentes enfermedades, con diferentes opciones terapéuticas, y que por tanto, deben participar en el proceso de decisión de su propio tratamiento.
Cabe recordar que existen tipos de cáncer de mama hormonales, que suponen el 66% del total de diagnósticos y que son los de mejor pronóstico. De hecho, se han producido tantos avances al respecto, que incluso es posible comenzar con un tratamiento sistémico previo y evitar la quimioterapia de inicio en algunos casos, y por tanto, las secuelas de la misma. Por otra parte, en torno al 20% de mujeres son diagnosticadas con un cáncer de mama con alteración del gen HER2.
Si bien se trata de un cáncer más agresivo, lo cierto es que en los últimos años se ha avanzado especialmente en el arsenal terapéutico de este tipo. Por último estarían los casos triples negativos, en torno a un 15%, que se denominan así por no responder a ninguno de los anteriores criterios. Tienen un crecimiento mucho más rápido y hasta el momento la única opción terapéutica es la quimioterapia. Ante esta diversidad de casos, las expertas insistían en que lo primero que tiene que pensar la paciente es que no todos los casos son iguales, y que cada vez existen tratamientos más personalizados.
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