"El riesgo es invisible, impredecible y mortal"
ADIE BUSH VIA GETTY IMAGES |
Con una ola de calor instalada (de nuevo) en toda Europa, cualquiera busca el lago, el canal, el río o el mar más cercano para darse un chapuzón... Pero ojo con los peligros que esto puede entrañar.
La semana pasada, la Policía de Londres encontró dos cuerpos en el río Támesis y otro más en el lago de Cotswold, también en Inglaterra, de personas que aparentemente se habían ahogado.
A raíz de estas tragedias, organizaciones e instituciones para la prevención de ahogamientos alertan de los peligros de las aguas abiertas y ofrecen todos sus consejos para nadar con más seguridad.
“Puede que el aire esté caliente, pero las aguas siguen frías”, explica un portavoz de la organización Royal Lifesaving Society UK (RLSS UK) a la edición británica del HuffPost. “El shock por diferencia de temperatura corta la respiración y puede afectar hasta a los bañistas más fuertes. Es invisible, impredecible y mortal”.
Y no sólo eso. Las aguas abiertas plantean otros peligros potenciales:
- La altura de la caída o el salto, especialmente si se salta de pie desde un punto alto
- La profundidad del agua, que cambia y es impredecible
- Objetos sumergidos, que pueden no ser visibles
- Obstáculos u otras personas en el agua
- Falta de equipamiento de seguridad y dificultad de rescate
- Corrientes fuertes que pueden arrastrar con facilidad a la gente
- Orillas y cauces desnivelados
- Calidad del agua, como algas tóxicas y contaminación industrial y agrícola.
DEB DRURY VIA GETTY IMAGES |
¿Todo esto significa que se deberían evitar las aguas abiertas, en general? No. Brian Robson, gestor de seguridad en la Royal National Lifeboat Institution (RNLI), considera el calor como “la excusa perfecta para visitar la costa”, aunque pide a los bañistas que estén atentos.
Siempre es recomendable ir a playas donde haya socorristas, recuerda: “Los socorristas están ahí para dar recomendaciones a los bañistas y pueden actuar con rapidez en caso necesario”.
Robson añade que los hinchables son más de uso en piscinas, no en el mar, “ya que pueden ser arrastrados con facilidad por las corrientes”.
RLSS recomienda a los bañistas optar por lugares supervisados cuando naden en aguas abiertas. Pero si decides ir a un lago o río sin supervisión, ve con calma al principio.
“Deja que tu cuerpo se acostumbre a la temperatura del agua”, aconseja. “Nunca nades solos y avisa a la gente de dónde vas”.
¿Y si algo va mal? Mantén la calma. “Si ocurre un incidente y te ves en problemas dentro el agua, recuerda este simple consejo: controla tu instinto de nadar fuerte y dar vueltas, porque eso te puede llevar a tragar agua y a hundirte”, advierte Robson.
“En lugar de eso, trata de flotar boca arriba (haciendo el muerto) hasta que recuperes el control de la respiración”.
Y si ves que hay alguien pasándolo mal en el agua...
- Grítale algo para tranquilizarlo, grita para pedir ayuda y para asegurarte de que los servicios de urgencia están en camino. Llama al 112 (este número funciona en toda Europa).
- Sin arriesgar tu vida, mira si puedes acercarte a quien está en peligro, coge un palo, una vara o una prenda de vestir por si se puede agarrar. Pero asegúrate de que tú no te pones en peligro. De forma alternativa, lanza algo flotante, como una boya, un recipiente de plástico a medio llenar, una pelota o algo que flote.
- No le pierdas de vista y repite frases tranquilizantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario