- En Granada solamente usan esta máquina dos pacientes, que antes han tenido que pasar por un periodo de aprendizaje
- La técnica permite mayor calidad de vida y altos beneficios a nivel físico
Antonio Soldado, con una de sus hijas, se aplica la diálisis en su casa. / ÁLEX CÁMARA
a medicina en casa empieza a ser una pieza fundamental del futuro de la sanidad. No solo por la comodidad y el beneficio psicológico que comporta para el paciente, no hay que olvidar que tomando un tratamiento domiciliario además de evitar el gasto de tiempo en desplazamientos, también se esquiva el riesgo de estar en contacto con bacterias hospitalarias.
Con el futuro en la mano, el hospital Clínico San Cecilio, ubicado en el PTS, cuenta con la única tecnología que por ahora existe en Andalucía capaz de hacer que personas que necesitan diálisis puedan aplicarse el tratamiento en su propia casa, eligiendo el horario a conveniencia. Todo esto evita a las dos personas que en Granada se benefician de este nuevo monitor, Antonio Soldado y Luisa María Aguado, que tengan que invertir unas 16 horas semanales en el hospital, sin añadir el tiempo de desplazamiento.
Además de la democracia vital que trae consigo, también y según explica Ana Morales, nefróloga de la unidad de diálisis y responsable de la hemodiálisis domiciliaria, los beneficios a nivel físico de los pacientes es superior. “No solo supone la comodidad para el paciente, sino que también aporta mayor efectividad del tratamiento. La hemodiálisis estándar se aplica tres veces en semana durante cuatro horas, pero el riñón funciona 24 horas al día y 365 días al año por lo que toda técnica que se haga diariamente supone menos sobrecarga hídrica porque muchos de estos pacientes no orinan con lo cual lo toleran mejor”
El equipo médico de Nefrología junto a los pacientes Luisa María Agudo y Antonio Soldado. |
También les supone menos hipertensión y acceso a una mejor alimentación ya que no tienen por qué llevar una dieta tan restrictiva. Además de beneficio físico también conlleva una mejora psicológica.
Por otro lado, señala Morales, se tolera mucho mejor porque los flujos que utiliza esta nueva máquina son más bajos igual que el tiempo que requiere el tratamiento. “Esos son los beneficios de las técnicas diarias, que en el hospital no podríamos hacerlas por los recursos”.
Antonio Soldado es uno de los beneficiarios de esta nueva máquina. Tiene 40 años, lleva tan solo un año necesitando diálisis, dos hijas y una calidad de vida inusitada desde que recibió el aparato en casa.
Está estrenando esta máquina, antes de eso acudía tres veces en semana durante cuatro horas a hemodiálisis hospitalaria, el tiempo máximo. “Cuando me ofrecieron tener diálisis en casa lo tuve claro porque iba a tener menos efectos secundarios y me iba a sentir mejor. Ahora tengo la libertad de dializarme y tengo el resto del día para poder estar con mis niñas y hacer cosas con ellas…como ir al parque”, dice entre risas.
El caso de Luisa María Aguado es parecido. También es una persona joven e independiente, tiene 50 años, aunque su lidia con su enfermedad (glomerulonefritis) y la diálisis (hasta ahora hospitalaria) cuenta ya 28 años. “Es un cambio radical, aunque es un poco pesado porque son cuatro horas seis días a la semana las que hay que dedicar pero merece la pena, estoy muchísimo mejor”, explica esta mujer que señala la mejora también en autonomía y fuerza. “El cambio ha sido radical, lo empecé a notar a la semana, estoy menos cansada y puedo hacer cosas después de la diálisis. Antes no podía porque el día que acudía al hospital no levantaba cabeza”.
El hospital atiende actualmente en su unidad de hemodiálisis a 74 pacientes y es el hospital de referencia para los centros de diálisis de Motril, Loja y Nevada que en su conjunto prestan tratamiento renal sustitutivo a más de 200 personas, un 54% de la población atendida en Granada. Anualmente, en la unidad se programan más de 11.000 sesiones de hemodiálisis en pacientes crónicos y más de 2.000 a pacientes hospitalizados.
Imagen del monitor. |
Pero esta técnica pionera, señala Dolores Prado Garrido, jefa del servicio de Nefrología del hospital, no es para todos. El paciente pasa por un periodo de entrenamiento porque tiene que aprender, no solo a manejar la máquina sino también a hacerse los cuidados. “Tienen que ser pacientes capaces de autocuidarse y ponerse una fístula en este caso, (en el de la diálisis peritoneal no es necesario, por lo que es más extensible).
La mayoría de pacientes son jóvenes, que pueden trabajar, que tienen hijos y tienen libertad horaria e independencia para dializarse. Ahora mismo hay tres pacientes en lista de espera y uno más en formación, además de Luisa María y Antonio, que ya disfrutan del tratamiento en casa.
Dentro del sistema de asistencia del San Cecilio, este método forma parte de la unidad técnica domiciliarias del hospital. En 2017 comenzaron como servicio y con la unidad de hemodiálisis peritoneal liderada por la doctora Peña.
Ahora desde el mes de julio, empezaron con esta nueva técnica, la hemodiálisis domiciliaria que mejora el tratamiento del paciente y que lo lleva en este caso Morales. Todo forma parte de la misma unidad de técnicas domiciliarias porque el tratamiento renal sustitutivo se puede hacer tanto en el hospital como en casa. “Usamos las técnicas domiciliarias porque creemos que da mejor calidad de vida al paciente”, señala Prado que además hace hincapié en que para realizar este trabajo es fundamental el papel de la enfermería. “Nosotros antes de llevar a cabo este tipo de programa hemos creado un equipo de enfermería junto con los médicos que funciona bastante bien y ha permitido que haya tenido éxito”.
Imagen de la diálisis en sala que realizan en el Hospital San Cecilio. |
Esta máquina, que estrena a nivel andaluz el hospital San Cecilio, lleva en marcha muy poco tiempo porque su venta en España es reciente. A nivel técnico, explica Morales, los beneficios se encuentran en que no necesita planta de agua porque utiliza unas bolsas, por otro lado, son monitores especiales para diálisis en casa con lo cual el flujo es más bajo y al mejorar mucho la tecnología, este monitor suple aspectos fundamentales: la calidad del agua es ultra pura porque viene en bolsas esterilizadas y los pacientes no se tienen que encargar de esa planta anterior, es portátil y además usa la técnica de la convección.
Manejar la máquina es muy sencillo y “la verdad es que está pensada para no tener error ninguno”, explica Antonio, aunque señala que de lo único que tiene que estar pendiente es de realizar los pedidos al laboratorio que suministra los materiales. “Te lo llevan a casa o donde estés incluso si estás de viaje dentro o fuera de España” y lo sufraga por completo el hospital.
Antonio no volvería a dializarse en sala y señala que hay que tener mucho compromiso y constancia porque él es el “propio responsable de los cuidados pero los beneficios son tremendos”. “La mayor parte de los días yo estoy dializándome y mis niñas están jugando conmigo y son muy pequeñas, de 3 y 6 años, pero lo han asimilado de una manera muy natural y no tienen miedo ninguno, al revés ellas me ayudan luego a recoger las máquinas”.
Con estos resultados sobre la mesa, tanto Morales como Prado se suman a la conciencia de que la medicina en casa aporta grandes beneficios, ya que, sostiene Morales, “la autonomía de los pacientes es fundamental”. “Hay que concienciarse de que estas técnicas no pueden estar solamente en hospitales grandes y de vanguardia. Si se fomenta, puede llegar a cualquier centro que practique hemodiálisis”.
“En medicina hay ahora una tendencia a llevar la medicina a los hogares lo que lleva a mayor supervivencia porque se evitan los riesgos hospitalarios y supone por supuesto mayor calidad de vida”, añade Prado.
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