Amor por Doñana |
La Proposición de Ley presentada por PP, Cs y Vox en el Parlamento Andaluz el 11 de enero amenaza con dinamitar todas las reuniones y consensos previos de los últimos años para gestionar un bien escaso e imprescindible como el agua en Doñana y su entorno. La propuesta legislativa legalizaría 1.461 hectáreas de riego en invernaderos destinados a la producción de frutos rojos, en los términos de Almonte, Bonares, Lucena del Puerto, Moguer, y Rociana del Condado, en la corona norte de Doñana. La Plataforma en defensa de los regadíos del Condado aglutina a 1.500 agricultores y está apoyada por agricultores, sindicatos, ayuntamientos y otras asociaciones. La Plataforma ha venido acusando al Gobierno de la Junta de inacción en la defensa de sus intereses. Y el Gobierrno de Moreno Bonilla, atrapado en el hilo de Ariadna de la ultraderecha, ofrece a los agricultores este caramelo envenenado, pues el mismo Moreno Bonilla reconoce que no se garantiza el uso del agua. Varias comunidades de regantes de Almonte se oponen a esta iniciativa legislativa porque supondría aumentar en un 20% la superficie de regadío en la zona norte de Doñana, y pondría en peligro el reparto del trasvase de 19,9 hectómetros al año. La medida favorecería a los agricultores sin derechos y perjudicaría a quienes llevan en la actividad desde 1980. Para entender el culebrón, hay que remontase a hace dos años cuando Alberto Fernández, vicepresidente del PP de Huelva, animó a los agricultores de Lucena del Puerto a que siguieran peleando por sus derechos, enfrentándoles contra la CHG y contra el Gobierno central, en un ejercicio de total irresponsabilidad política. Lejos de ser amonestado por la dirección del PP andaluz, Alberto Fernández fue nombrado director gneral de Consumo y en noviembre de 2021 dejó ese cargo, para ser dr. gral. de Personal del SAS. El Tribunal de Justicia de la UE condenó a España por permitir la expansión de los invernaderos clandestinos, y no proteger los humedales. También la Unesco ha exigido al Gobierno de España que proteja las aguas subterráneas de Doñana. En 2014, tras siete años de estudios y la denuncia de Bruselas a España, la Junta consensuó un plan para fijar en 9.340, las hectáreas de regadío en el entorno de Doñana, y se dejaron fuera las 1.461 hectáreas, que ahora PP, Cs y Vox quieren restituir mediante su Proposición de Ley. Los embalses de la Cuenca del Guadalquivir se hallan al 28,4% de su capacidad total y los del Guadiana, al 30,6%. El presidente de la CHG, Joaquín Páez, se opone a la regularización de esas 1.461 hectáreas: "Es como poner en el disparadero internacional, europeo y nacional a Doñana. Es una temeridad y supone tirar por la borda el buen trabajo". El Ministerio para la Transición Ecológica también ha mostrado su perplejidad. El secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, ha sido tajante: "No habrá agua, ni un sólo metro cúbico, es un engaño a los regantes. Ni una sola hectárea es regularizable". Por su parte, el presidente del Consejo de Participación del Espacio Natural de Doñana, el científico Miguel Delibes de Castro, ha declarado: "Que ahora se presente un cambio sustancial sin haberlo discutido me parece sorprendente y decepcionante". Y añade: "Revisar el plan consensuado en 2014 debería hacerse con tanto cuidado como se hizo el propio plan, que motivó grandes discusiones en el Consejo de Participación". La ordenación del regadío en la corona forestal de Doñana en 2014 concitó el apoyo mayoritario del Consejo, con 37 votos a favor de un total de 43. En 2019, la CHG, clausuró 77 pozos ilegales y en los últimos años se han abierto 573 expedientes sancionadores. Un informe del Instituto Geológico y Minero señala: "En estiaje, la vida animal y vegetal puede continuar gracias a las aguas subterráneas. Si no existiesen, no se hubiera podido desarrollar la importante reserva ecológica que representa Doñana". Organizaciones ecologistas han puesto el grito en el cielo, con la propuesta del tridente conservador y ultra. Doñana es Patrimonio de la Humanidad, Reserva de la Biosfera. En 1993 y en 2006 se llevaron a cabo sendos planes de Desarrollo Sostenible. Ha costado mucho tiempo y sacrificio, muchas reuniones y discusiones entre las partes afectadas, agricultores, ganaderos, ayuntamientos, científicos, conservacionistas, para poder hacer compatible desarrollo y conservación en un espacio frágil en el que es difícil mantener la armonía hidrológica y la paz social. Sólo quienes amamos Doñana, quienes defendemos la actividad agrícola y ganadera sostenible en su entorno, y quienes trabajamos por la conservación de las Marismas, de los acuíferos, como el 27, esencial; y por la rica biodiversidad de avifauna que alberga, y somos millones de personas, sabemos la importancia que tiene sacar a Doñana de debates estériles que perjudican a nuestro sector fresero en el exterior, y ponen en alerta a la Unesco, que podría retirar su título a Doñana, la joya de la conservación europea, que se halla en Andalucía. Quienes trabajan para crear conflictos y enfrentamientos entre las gentes de Doñana, no aman a Doñana, no aman a su tierra.
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