Desde el pasado verano se interviene en la zona, donde se ha descubierto la alberca reformada por los jesuitas que está sobre la cantera de arcillas empleadas en los hornos romanos
A esta primera fase, que ha contado con algo más de un millón de presupuesto, seguirá una segunda intervención que permitirá configurar una nueva zona de esparcimiento para la ciudad
Víctor Medina y Cuenca hablan en presencia de la rectora, Pilar Aranda, y el delegado de Cultura, Antonio Granados, en la visita de esta mañana al Albercón. |
Los hallazgos arqueológicos realizados y que se produzcan en la colina del Albercón del Moro, en el campus de Cartuja, se musealizarán. Así lo ha anunciado la rectora de la Universidad de Granada (UGR), Pilar Aranda, en la visita realizada al entorno, donde se ha dado cuenta de los avances de los trabajos para recuperar este singular espacio. Cuando finalice la intervención, el paraje será un nuevo punto de esparcimiento de la ciudad, amén de albergar elementos de singularidad histórica.
Aranda indicó que se realizará un "espacio expositivo importante", vinculado al proyecto UGR Educa, destinado a distintas etapas educativas. "Todo esto hay que mostrarlo", aseguró la rectora, que indicó que el espacio estaría en la zona del campus, en alguno de los centros universitarios.
En este espacio, del que no se han dado más datos, se mostrarán objetos hallados en las sucesivas campañas realizadas en la colina. En 2014, dentro del programa de posgrado de los estudios de Arqueología, se hallaron los primeros indicios que ahora constituyen un elemento de gran valor patrimonial. El Albercón del Moro fue en los años 80 un depósito de agua gestionado por Emasagra, la empresa suministradora de agua de Granada y parte de su Cinturón. El depósito se ubicó en el antiguo estanque de los jesuitas, que a su vez construyeron la enorme piscina sobre una estructura anterior, nazarí. Se sabe por las crónicas que existía un gran albercón. También de la existencia de una almunia palatina -casa de dimensiones importantes y enseres lujosos- propiedad de Ibd al-Jatib, político y poeta.
Se ha desenterrado el estanque de los jesuitas, que ahora se llenará de agua de la acequia de Aynadamar. |
El director del proyecto arqueológico, Guillermo García-Contreras, destaca que en el pago de Aynadamar, vinculado a la acequia, había cármenes. Estos elementos de la arquitectura rural comenzaron a levantarse en el siglo XIII, cuando la zona es rehabitada después de un hiato de varios siglos sin uso. En una época anterior, la romana, donde ahora está la piscina se encontraba la cantera de arcillas que posiblemente proveía al alfar romano de Cartuja, enclave con protección de Bien de Interés Cultural (BIC). Los estudios que se realizan en la arcilla determinarán de qué manera fue usado este barro. Lo que sí parece claro es que la explotación del paraje fue determinante en su diseño. Al extraer las arcillas, la ladera perdió pendiente. Se creó una terraza que, pasados los siglos, fue el lugar elegido para la alberca donde llegaba el agua de Aydanamar -que también se quiere recuperar- y se coronó con cuatro torres. A su alrededor, palacetes como la almunia que se presupone que perteneció a al-Jatib, huertas y cármenes agrícolas. En la época de los cartujos la piscina se rellenó y se plantaron olivos. Los jesuitas la vaciaron de nuevo para depósito de agua. Y ahora la Universidad, junto con Emasagra, el Ayuntamiento de Granada, las consejerías de Cultura y Fomento y el Patronato de la Alhambra y el Generalife trabajar para recuperar.
En una primera fase, con un coste de 1,1 millón de euros, se ha descubierto el depósito de agua, que se prevé rellenar y naturalizar. El agua llegará, como en la Granada nazarí, por la acequia de Aynadamar. En el entorno lucirá el templete del siglo XIX, que también se rehabilitará en una segunda fase. Del 1,1 millón, 500.000 euros han llegado gracias al Plan Alhambra, 345.771 por Emasagra y 310.000 han sido puestos por la UGR. Esta primera fase terminará en unos meses y se podrá visitar cuando finalice, aunque no hay fechas. El museo vinculado a estae espacio irá con una partida diferente.
En la visita realizada por los responsables de las instituciones vinculadas a la rehabilitación, el vicerrector de Extensión Universitaria y Patrimonio, Víctor Medina, explicó que el espacio tiene "gran interés" ya que "había estado oculto a los ojos de todos". Se ha podido recuperar el estanque de los jesuitas (de unos 40 metros de largo por 37 de ancho), que reformó el depósito anterior, que era incluso mayor. Debajo, hay restos de la antigua cantera de los hornos romanos.
Por su parte, el gerente de Emasagra, Juan Carlos Torres, aseguró que se trataba de un "orgullo" participar en el proyecto, que calificó "de ciudad". "Esta colaboración entra dentro del compromiso social" de la empresa, aseguró Torres.
El delegado de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico, Antonio Granados, destacó la "colaboración" entre las instituciones para "revitalizar" este espacio "muy singular, donde se da el paso del tiempo".Por parte del Patronato de la Alhambra, Rocío Díaz, aseguró que es un "placer colaborar económicamente" con el proyecto. "Es sorprendente" el avance de la rehabilitación, aseguró sobre la intervención, que comenzó hace en el mes de junio. De los 500.000 euros comprometidos, ya se han abonado 300.000.
El alcalde de Granada, Francisco Cuenca, destacó el "compromiso con la historia y con el agua" que supone este enclave. Asimismo, insistió en la "suma de las instituciones" para abordar la iniciativa en Cartuja. "No sólo le da valor al campus, sino que genera un espacio de esparcimiento, un lugar maravilloso", destacó el regidor.
La rectora, en su intervención, subrayó que el campus es un lugar de estudio y de investigación. "Es un lugar de docencia. Los estudiantes de Arqueología hacen las prácticas in situ. Tener el lugar donde hacer las prácticas es fundamental".
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