El Ayuntamiento archiva el proyecto de la calle Santiago después de varios años de tramitación porque considera que las exigencias de la Junta son "imposibles"
L. QUERO / GRANADA
El aparcamiento previsto ocupaba el subsuelo del patio del colegio de la calle Santiago.
El municipio llevaba dos años tramitando un proyecto que consistía en construir un parking de cuatro plantas soterradas en el número 36 de la calle Santiago, bajo un solar previsto para viviendas y el patio de un colegio religioso.
A finales de septiembre el proyecto ha recibido dos informes desfavorables de la Junta, uno de Obras Públicas y otro de Cultura, que tiene la última palabra al requerir una modificación del Plan Especial Centro.
Según la concejal de Urbanismo, Isabel Nieto, las exigencias que pone la Junta en esta ocasión son imposibles de cumplir técnicamente. A su juicio, Cultura ha puesto una serie de impedimentos que en otras ocasiones se han solventado, como en el caso del Centro Lorca. Por este motivo, la edil acusó a la Administración autonómica de actuar con "discreccionalidad en la aplicación de las normas", lo que provoca una "inseguridad jurídica".
No es la primera vez que Cultura echa para atrás el proyecto del aparcamiento de la calle Santiago. Tras la primera aprobación municipal, en diciembre de 2009, la Delegación emitió un informe desfavorable. En aquella ocasión, el responsable de este departamento, Pedro Benzal, insistió en que Cultura no quería rechazar la idea de hacer un aparcamiento, sino que solo se ponían objeciones al proyecto presentado.
Nieto explicó ayer que en aquella ocasión "se subsanaron todas las deficiencias que indicó Cultura". Se volvió a enviar la propuesta y pasaron los cuatro meses sin respuesta, por lo que el Ayuntamiento entendió que había silencio administrativo positivo.
El proyecto siguió adelante con la idea de hacer un aparcamiento público de 325 plazas en el subsuelo. En la superficie se autorizaba una urbanización de cuatro unifamiliares, una plaza pública de 700 metros y la reforma parcial del colegio afectado.
Las objeciones que ahora pone Cultura "boicotean" po
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