El responsable del Área de Cultura de la Diputación cumple tres meses en el cargo y ya ha tomado decisiones de calado como la vuelta de Yolanda Romero a la dirección del Centro Guerrero
G. CAPPA / GRANADA
González Alcalá, en su despacho del Palacio de los Condes de Gabia
Trabaja en la última planta del Palacio de los Condes de Gabia escoltado por un cuadro de Rivera a la espalda y otro de José Guerrero al costado. José Antonio González Alcalá cumple tres meses al frente del Área de Cultura de la Diputación y su primera decisión al sentarse en su nuevo despacho fue restituir a Yolanda Romero al frente del Centro Guerrero. No extraña ya que el lienzo Súplica del pintor granadino es casi lo primero que ve cada mañana al comenzar su jornada laboral.
-¿En qué situación se ha encontrado el Área de Cultura?
-Soy una persona a la que no gusta hablar del pasado, soy un hombre de futuro y no me gusta hacer juicios sobre las personas, sí sobre su gestión. Lo que más me ha sorprendido es el extraordinario equipo en cuanto a personal que hay en el Área de Cultura de la Diputación y su predisposición al trabajo. En cuanto a la política cultural anterior, creo que participamos en un 50% de lo existente, sobre todo en lo que referente a los temas de concertación, que hemos revisado y ahora se llaman convenios municipales. Algo curioso es que no hemos sido sólo los políticos los que hemos decidido las innovaciones que había que hacer en los convenios municipales, sino que han sido los propios técnicos los que han propuesto estos cambios. Tenemos proyectos propios, claro, pero en este apartado los técnicos han aportado cosas con su experiencia previa. Vamos a poner en marcha los Oficios del mundo, un proyecto para recuperar el antiguo Centro Etnográfico que dirigía José Antonio González Alcantud en la Casa-Molino Ángel Ganivet. Queremos que la gente pueda ver la historia de los distintos oficios que ha habido a lo largo de la historia de la provincia de Granada. Hay otro proyecto muy bonito e interesante que hacemos en Guadix y que se lleva realizando algunos años, Un paseo por los sentidos. Se trata de hacer itinerarios con personal especializado y preparado en la ciudad o pueblo. A lo largo de ese paseo que descubre la historia y patrimonio de la misma, se preparan pequeñas actuaciones: un concierto, una improvisación teatral o musica. O un simple detalle gastronómico propio del pueblo o ciudad. Le aseguro que es todo un éxito en la ciudad accitana. También está en proyecto Los granos de mi Granada, donde un profesional de la comunicación que conoce perfectamente la provincia dará a los participantes unas pinceladas de una manera teórica y práctica de cada uno de los rincones de nuestra tierra.
-¿La cultura en la provincia es el punto número uno de su programa?
-Yo soy un hombre de provincia. El presidente dice que Granada es provincia y la capital es un pueblo más, un pueblo grande en el que nos vamos a volcar, aunque es cierto que quien necesita de verdad el apoyo cultural son nuestros pueblos. Nos vamos a volcar hasta tal punto que la dramatización que organizamos en Alfacar con motivo del 75 aniversario de Lorca se trasladará a distintos puntos de la provincia con las mismas características. Se ha preparado ya todo el expediente administrativo y próximamente daremos a conocer dónde irá. Nos volcaremos en Granada pero todo lo que hagamos aquí queremos que la gente de los pueblos venga y lo disfrute también. Un ejemplo es Condes de Gabia, donde se ha hecho una extraordinaria labor pero que ha tenido sólo un enfoque de arte contemporáneo. Nosotros, sin quitarle ese enfoque y sin rebajarle el nivel, queremos ofrecer otro tipo de cultura y de exposiciones que sirvan a la gente de Granada y a la de la provincia. Queremos traer a los artistas de la provincia a Condes de Gabia. Sin olvidar el caché de esta sala queremos abrirla a otros mundos del arte. Además, no hay que olvidar nuestro compromiso con el Centro Guerrero, que es el referente del arte contemporáneo.
-En este sentido, su primera decisión al llegar a la Diputación fue restituir a Yolanda Romero al frente del Centro Guerrero, una apuesta también estratégica ya que es una persona de la máxima confianza de los herederos del pintor...
-Entiendo que su cese por parte del anterior equipo de gobierno no era el camino de la conciliación con la familia para recuperar unas relaciones que se habían perdido y que ya hemos retomado en distintas reuniones. Yolanda ya está ejerciendo como directora y estamos abocados a que el Centro Guerrero sea una Fundación, y lo que es más importante, sea referente y patrimonio cultural de la provincia de Granada. Nosotros cumplimos escrupulosamente el calendario para la constitución de la Fundación. El Centro Guerrero tiene un presupuesto de 300.000 euros para actividades. Al llegar pedí un informe completo sobre cuánto cuesta realmente el Centro Guerrero, y los datos están cerca del millón de euros, con personal, seguridad…
-¿Mantendrán el próximo año el mismo presupuesto para Cultura de la anterior corporación?
-Hemos cerrado la programación con el mismo presupuesto que teníamos el año pasado. Cuando hablé con mi presidente Sebastián Pérez me dijo que su deseo era que la cultura no vea su presupuesto recortado y que, de ser así, sea en su mínima expresión. De hecho, nosotros estamos trabajando con el mismo presupuesto de cerca de seis millones de euros, si metemos personal, porque nuestros pueblos tienen derecho a disfrutar de una programación cultural de calidad. No obstante hemos apostado, en esta situación de crisis por un incremento del 5% en los convenios municipales en algunos proyectos. No podemos permitir que nuestros pueblos dejen de tener actos culturales por falta de recursos económicos.
-El concejal de Cultura, Juan García Montero, dijo que lo lógico era que la Huerta de San Vicente se integrase y pasase a ser gestionada por la Fundación. ¿El Patronato Lorca se integrará en la Fundación también?
-Otro de los grandes proyectos es la Fundación García Lorca. No queremos perder nuestro Patronato, pero si el Centro Lorca va a ser el epicentro de la vida y obra del poeta es normal que se trabaje conjuntamente. En el 2007 la Diputación se integró en la Fundación. Desde entonces no se habían dado más pasos. Hemos sido nosotros ahora quienes ya hemos manifestado nuestra intención de integrarnos con la participación del 10% acordada. Lo que hemos hecho es cumplir lo que había firmado el anterior gobierno, es decir, un convenio de participación del 10% en la Fundación Lorca. Pero por las circunstancias que fueran, seguramente políticas, Diputación dejó de hacer sus deberes.
-¿Cuánto supone económicamente este 10%?
-En torno a las 4 millones es el sobrecoste de la obra que falta por pagar. Ayuntamiento, Junta, Ministerio y Diputación asumimos este dinero, que se pagará con un crédito en el que cada institución pagará en la proporción en la que participa en la Fundación. Diputación con su 10% y Junta, Ministerio y Ayuntamiento con un 30% cada uno. Ya no puede ir la Huerta de San Vicente por un lado, el Patronato por otro y la Junta por otro. Debe haber un gran pacto de unirnos en la importante en torno a la vida y obra de Federico a nivel local, nacional e internacional. Ese centro aglutinaría las distintas ramificaciones sobre Lorca, como son ahora La Huerta o el Patronato. Habrá que matizar este tema más adelante, pero no nos vamos a enfrentar con la Fundación porque somos también Fundación.
-¿Lo lógico sería que la Fundación se hiciera cargo entonces de actos como el '5 a las 5' o el aniversario del fusilamiento?
-Bien, eso sería cuestión de programación y concenso una vez que la Fundación comience a andar. Algo parecido a como se funciona con la OCG o el Festival de Música y Danza. Por cierto, la OCG ha programado distintas salidas a la provincia en distintos formatos de concierto. Irá tanto a ciudades medias como Guadix y Baza como a pequeños pueblos de la provincia. Al entrar en Diputación hablé con la gerencia de la OCG para que tuviese más presencia en la provincia. Lo que sí tengo claro, y eso lo sabe mi amigo Juan García Montero, es que los intereses de la provincia están por encima de los intereses del Ayuntamiento de Granada, al que queremos como un pueblo más de la misma.
-¿Quién dirige ahora el Patronato? ¿Continúa Alfonso Alcalá?
-El Patronato se integra en el área de Cultura, asumiendo el coordinador del Área, Joaquin Abras, y yo mismo, su dirección. Ya saben que cuando llegamos no había nada preparado para el 75 aniversario de Lorca. Tomamos posesión el 14 de julio y los actos eran el 17 de agosto. Yo creo que salió una cosa digna aunque es algo que no se prepara en dos días. Alfonso Alcalá es un trabajador de la casa que está haciendo un gran trabajo como se ha visto en el Festival del Humor de Santa Fe y en otros muchos eventos organizados bajo su dirección. Tenemos además un proyecto de Lorca en Fuentevaqueros, con representaciones y talleres en los que partiparán alumnos de Bachiller de toda la provincia, que no podíamos dejar de hacer, pese a que desde el Ayuntamiento no se podía asumir lo previsto como aportación económica. Le dijimos que manteníamos el proyecto. Esto demuestra que vamos a hacer proyectos con todos los ayuntamientos y pueblos de la provincia, aunque no sean de nuestro color político.
-En los mentideros se cuenta que sí había un programa de actos para el 75 aniversario del fusilamiento de Lorca pero que se desechó por ser 'demasiado republicano'.
-Eso no es así, incluso antes de tomar posesión hablé con Alfonso Alcalá y me dijo que no había preparado nada por respeto a la nueva corporación. Yo lo entendí perfectamente aunque me resultó raro que no hubiera nada porque las elecciones fueron en mayo y no creo que algo de ese calado se deje para última hora. La gente estaba expectante a ver qué hacíamos y el presidente me decía que ya está bien de hablar de muerte, que quería una apuesta por la vida en el acto de Alfacar. Está claro que nosotros conmemorábamos la muerte injusta de Lorca y los que con él murieron en aquel lugar, pero teníamos que transmitir la imagen de un Lorca que vive, y especialmente a través de su obra. Queríamos un Lorca vivo y no quisimos herir sensibilidades. Al acto de Alfacar vinieron unos y otros, republicanos y no republicanos, y todos tuvieron su puesto y lo tendrán en esta área.
-Lo primero que hizo José Torres Hurtado al llegar al Ayuntamiento en 2004 fue poner en marcha el Premio Lorca de Poesía. Ahora, con Sebastián Pérez en Diputación, se nombra al poeta Hijo Predilecto de la Provincia. Quién lo diría...
-Es que tenemos claro que es nuestro poeta más universal. Y es de todos. De ahí que el presidente tuviera el acierto de anunciar ese nombramiento aquella noche. Es curioso, porque el Patronato Lorca no dependía de Cultura con la anterior corporación, parecía que PSOE e IU no acababan de fiarse el uno del otro, y era Presidencia quien ostentaba la dirección política. El actual presidente me encargó que el Patronato se gestionara desde el Área de Cultura para que, aunque tuviera sus fines propios, fuese coordinado desde Cultura Provincial.
-Con la polémica por la exclusión del Patronato Lorca de los ayuntamientos gobernados por el PSOE se dijo que desde el PP se intenta despolitizar la figura del poeta...
-No tienen razón, no se trata de quitarle el voto a nadie, si hubiese querido quitar el voto no hubiera apoyado proyectos como el de mantener el proyecto que antes comentaba de Fuente Vaqueros. La verdad es que yo no me fío de lo que manifiesta el partido socialista y tenía que buscar la fórmula jurídica para que no estuviera el Patronato a merced de una dirección que no había sido elegida en las elecciones. La voluntad de la provincia ha de manifestarse en cuantos organismos dependen de la institución. Cuando estaba en la oposición no se me consultaba sobre nada, como los Premios Pozo de Oro a los que invitaban a quien querían y no hicimos nunca sangre de nada, aunque fueran siempre para los mismos. Pero fuimos respetuosos. Hemos dicho que vamos a contar y respetar su opinión, y no se hará nada que no se consulte y dialogue, pero no podemos permitir que se paralice la acción del Patronato por puro capricho político. Yo creo que lo han entendido. Tenemos a Laura García-Lorca, que con voz y sin voto, continúa en el Patronato como asesora y con un papel importantísimo.
-¿La idea es convertir el acto en un recuerdo a los muertos del bando republicano y a los del bando nacional?
-En los tiempos que corren no tiene sentido mantener el enfrentamiento. Hubo una guerra desgraciada que sufrieron nuestros mayores y nosotros nos empeñamos en revivir unas circunstancias que hoy no tienen sentido; hay que conmemorar y dignificar a todos los muertos. Fue una guerra de hermano contra hermano y hay muchos y lamentables sucesos que se dieron en uno y otro bando y que hay que superar. Lo que no puede hacer un político con responsabilidad es avivar viejos rencores. Después del 75 aniversario en Alfacar nadie pudo decir nada en contra de lo realizado, cosa que me sorprendió. Y esta es la cultura que quiere hacer el presidente, una cultura de la conciliación y del encuentro, recuperando nuestro patrimonio cultural de la provincia, el material y el inmaterial y sus tradiciones para ponerlo al servicio de todos los pueblos.
-¿Convendría reorganizar el panorama de festivales?
-Hay algunos que están muy consolidados como el Va de Calle de Loja, que no se pudo celebrar este año, no por culpa de la Diputación que tenía su consignación presupuestaria, aunque nos la achacaron algunos. También está el Jazz en la Costa, el Festival del Humor de Santa Fe o la Guadix Clásica, que no pueden correr el riesgo de perderse por la crisis económica actual. Por ello, otra novedad que hemos planteado para el próximo año es garantizar su celebración a aquellos que llevan celebrándose con una antigüedad de más de quince años.
-¿Recuperarán para el próximo año el Va de Calle?
-Nosotros lo tenemos presupuestado, ahora depende de los intereses del municipio. El dinero para el Va de Calle está. En otros casos, como en el Orcefolk, se nos acusó de que le quitamos la subvención. Lejos de la realidad, ya que el alcalde de Orce y curiosamente anterior subdirector de Cultura, programó conciertos por valor de unos 40.000 o 50.000 euros que no estaban presupuestados. Había que hacer modificaciones presupuestarias para con partidas de otros fondos, que se suponen que son para el desarrollo de los pueblos, se invirtieran en lo programado sin financiación, insisto. Yo no quité esos festivales. Al contrario, estamos luchando por citas como Jazz en la Costa, que cuesta 140.000 euros y con un director que trabaja todo el año en su preparación y otros de gran calidad y proyección cultural.
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