Aunque la mayoría de los temas que tocaron fueron de su disco ‘Arquitectura rayana’ (en referencia la ‘raya’, la frontera con Portugal) no faltaron algunas de las canciones ya tan rodadas
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R.I. | GRANADA
El Parapandafolk comenzó en la noche del jueves 26 presentando un programa corto pero sustancioso de 18 actuaciones, buena parte de ellas descentralizadas y haciendo partícipes de la música y los talleres a municipios vecinos y anejos de la localidad granadina de Íllora. Son ya 22 las ediciones de este popular certamen que cuenta con el lleno asegurado, cifrado en torno a las dos mil personas por noche. El Parapandafolk lo organiza el Ayuntamiento de la localidad con el apoyo del área de Cultura de la Diputación Provincial de Granada y de la Junta de Andalucía.
Tras las presentaciones de rigor a cargo de las autoridades locales, comenzó la noche con el grupo extremeño Acetre, veteranos ya de la escena folk aunque con ganas de gustar y buena parte de la plantilla renovada (entre la gente joven, encontramos a la estupenda violinista granadina Clara Lorenzo).
En este grupo los miembros van rotando en varios instrumentos ya que todos tocan de todo, y a la vez que utilizan instrumentos tradicionales, panderos, flautas, bouzuki, guitarras, no hacen ascos a los aportes de teclados sintetizados que consiguen efectos de dramatismo muy marcados, como tampoco a todo lo contrario: sartenes como elementos domésticos de percusión.. Pero es en las voces, a tres exclusivamente femeninas en los momentos cumbre, donde marcan la diferencia.
Aunque la mayoría de los temas que tocaron fueron de su disco ‘Arquitectura rayana’ (en referencia la ‘raya’, la frontera con Portugal) no faltaron algunas de las canciones ya tan rodadas por Acetre como ‘Mae Bruxa’ o ‘Gamuscinos’. Precisamente esas dos fueron las que abrieron la lata de la desinhibición y levantaron al público de sus asientos, convirtiendo la música tradicional en lo que es por encima de todo: una fiesta.
La noche continuó hasta bien entrada la madrugada como es tradicional en este festival con el grupo italiano Koralira, ganadores en su país del pasado concurso Eurofolk y que trajeron un punto de vista novedoso, y sobre todo joven: el folk rock. Partiendo de bailes y danzas calabresas y teniendo por proa la altisonante voz de su cantante Domenica Rita (también compositora de las piezas) el grupo aguantó al sector más joven del público con una música eléctrica, mezclada (¡hasta con reggae y el progresivo!) y muy energética.
Este viernes 27 el programa central ofrece su noche de flamenco con un homenaje a la familia Fernández, una saga artística de Íllora con tradición flamenca, a la que pertenecen, en el ámbito profesional, Diego el Cigala, Morenito de Íllora, David Carmona, El Moreno (padre de Diego ‘El Cigala’) y Ramón de Loja. En esta familia cantan, aparte de los profesionales citados, los hoy homenajeados: Isabel Fernández, madre de la joven cantaora Carmen Carmona y esposa de José Carmona o “José de Íllora”, cantaor de voz añeja y con grandes facultades flamencas, además de Evangelino Fernández “El Rubio de Íllora”, uno de los mejores cantaores de la familia, con una voz muy personal y original, preferentemente para los cantes difíciles: siguirillas, martinetes y soleás. Junto a ellos, que no son los únicos ‘Fernández’ convocados para esta noche, estará la excelente guitarra de David Carmona.
Este sábado 28 se clausura el festival con una doblete vasco: OreKa TK y Xarnege. Xarnege, o Sharnègo. La música de Xarnege es tradicional, rica en timbres arcaicos y difíciles de catalogar. Con ellos se puede danzar y cantar como lo hacían nuestros antepasados. La audiencia responde con entusiasmo a la intensa relación musical que se produce entre los músicos vascos y gascones.
Por su parte OreKa TK son Harkaitz Martínez de San Vicente y Mikel Ugart, un dúo de txalapartaris que se acompaña de los músicos Mixel Ducau, Iñigo Eguia, Juan Jose Ochandorena y Amaiur Cajaraville en los diferentes espectáculos que tienen en marcha. Se incorporaron a la banda de Kepa Junkera en 1997 y tocaron 10 años junto a él, actuando en multitud de países y participando en los discos grabados en ese periodo, incluido “K” que fue galardonado con un premio Grammy latino. “Quercus Endorphina” (2001) es el título de su primer disco, producido por Kepa Junkera. Desde el año 2003 han estado inmersos en el proyecto Nömadak TX, del cual surge su segundo CD, “Nömadak TX”. Festivales de todos los continentes han servido de plataforma para dar a conocer la txalaparta internacionalmente, tanto al público como a los medios de comunicación especializados. La txalaparta también tendrá en Íllora su protagonismo divulgativo en la Jam Session que el viernes 27 tendrá lugar en el programa “Trasnoches de La Fábrica”.
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