MADRID,
El melanoma es el tumor cutáneo más extendido en países desarrollados en gran medida debido al aumento de la exposición solar por motivos estéticos y de ocio. Actualmente, se diagnostican unos 160.000 casos al año en todo el mundo, la mayoría evitables siguiendo unas pautas para evitar el riesgo. Ahora un test genómico da la posibilidad de conocer el riesgo a padecerlo, con un 95 por ciento de efectividad, y enseña cómo evitarlo.
Si bien se sabe que el exceso de radiación solar puede ser un factor coadyuvante en su aparición, dermatólogos y oncólogos saben que su aparición tiene causas multifactoriales, muchas de ellas genéticas.
"Conociendo la vulnerabilidad específica para cada uno de estos factores podemos determinar un algoritmo matemático que permite dar a conocer el riesgo que tiene una persona de sufrir en el futuro un cáncer de piel", destaca el doctor en Medicina y Cirugía, especialista en Genética Clínica, el doctor José Ignacio Lao.
El riesgo o susceptibilidad para el desarrollo del melanoma es muy variable ya que depende de la coexistencia de diversos factores genéticos, fenotípicos y ambientales. Todos son tenidos en cuenta a la hora de hacer un test genómico, una posibilidad que ya esta al alcance de la mano gracias a Genomic Genetics, que realiza esta prueba que, al mismo tiempo, permite diseñar una estrategia de prevención integral sin esperar a la aparición de las lesiones para apurar un diagnóstico.
Los test genéticos son un paso más allá del tratamiento y prevención, ya que consiguen realizar una estrategia para "evitar problemas de salud cuanto antes", señala a Europa Press, quien destaca su capacidad de acierto con un 95 por ciento de fiabilidad.
"Hasta ahora la medicina preventiva se basaba en detectar los primeros signos de la enfermedad antes de que dieran síntomas, ahora con los test genéticos se consigue adelantarse en la prevención, la genética te pone un paso por delante de la enfermedad, no hay que esperar a las alteraciones bioquímicas", explica.
"Los resultados tardan en conocerse entre 10 y 15 días, y lo que da es un porcentaje de riesgo y las medidas específicas", explica. Conociendo el grado de riesgo a padecer un melanoma se fijan pautas de prevención dermatológica y establece un plan racional de chequeos dermatológicos; además de pautas de prevención solar personalizadas y de protección interna mediante la ingesta de antioxidantes o sustancias capaces de mejorar la resistencia de la piel frente al melanoma
SE PROPONE UNA ALIMENTACIÓN MÁS SALUDABLE
La supervivencia del melanoma depende directamente de la precocidad en su detección. Está demostrado que la supervivencia es del orden del 80 y 90 por ciento si el tumor se detecta y se trata en sus primeros estadios. Sin embargo, en fases más avanzadas esta supervivencia cae en torno al 10 por ciento en los 5 años posteriores a su detección, ya que es un tumor altamente metastásico.
Por eso el seguimiento una vez realizado el test será para toda la vida. "No sólo se da una información sobre los riesgos, también lo que se debe hacer, y va acompañado del consejo de un dermatólogo que es el que dará el tratamiento y seguimiento específico", explica.
Así, se dan las pautas a seguir, además de la protección con crema solar indicando el factor más adecuado, se tiene en cuenta el perfil de tolerancia a los tóxicos ambientales, ya que "hay sistemas enzimáticos de protección que contrarrestan la mayoría de los factores que nos agreden, se debe tener en cuenta tanto lo que comemos, cómo lo que respiramos, etc".
Este test está indicado para personas de cualquier edad que quieran saber su riesgo a padecer melanoma. Además, aquellos con un riesgo como son: personas de raza caucásica con cabellos y ojos claros y dificultad para broncearse; con una propensión especial para las quemaduras solares; que presenten un lunar nuevo, negro o irregular; con historial de múltiples lunares en la adolescencia; con nevus congénito gigante; y en las que existen antecedentes familiares de melanoma.
No obstante, aclara Lao, se ha visto que hay personas que podrían no entrar en estas recomendaciones y que tienen un mayor riesgo a sufrir un melanoma, ya que la "vulnerabilidad" se debe a un gran número de factores, como ha recordado anteriormente.
El programa propone una alimentación más saludable, señalando al paciente aquellos productos que se deben evitar porque "aumentan el riesgo" y qué tipo de nutrientes debe potenciar "para contribuir a contrarrestar los efectos negativos que tiene sobre su genoma". Esto completaría lo que son las recomendaciones aparte de un seguimiento puramente dermatológico.
Así, señala que se deben evitar las grasas animales que acumulan la mayoría de los tóxicos sobre todo los productos de la combustión expuestos en el aire; además, recomienda preparar los alimentos poco hechos, "menos cocido y menos quemados"; aparte de limitar el consumo de embutidos.
En caso de pasarse en el consumo de estos productos, afirma que no hay que preocuparse porque que existan formas de contrarrestarlo, gracias a "combinaciones de oligoelementos que ayudan en la protección" a modo de suplementos alimenticios.
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