Los vecinos de la localidad alpujarreña se resisten a perder la música tradicional.
La localidad más pequeña de la provincia apuesta por no dejar perder la música tradicional. Los vecinos de Lobras en la Alpujarra no están dispuestos a que se pierdan las tradiciones que han supuesto una seña de identidad para el municipio y la comarca. Por ello han comenzado un año más con la realización de un taller de música tradicional desde el que se quiere recuperar y evitar que se pierda la música de siempre y además el objetivo que persiguen es el de prepararse de cara al XXXI Festival de Música Tradicional de la Alpujarra y que en esta edición se celebrará en la localidad vecina de Cádiar el próximo 12 de agosto.
Uno de los vecinos que llevan varios años preocupándose por recuperar las canciones que han ido marcando su cultura popular es el profesor encargado de impartir este taller, Sixto Moreno. "Aunque la idea es la de recopilar el trabajo para el pueblo y para su museo, estos vecinos están muy ilusionados en formar parte del Festival", aseguró.
El taller, abierto para todos los interesados, se imparte en el Centro de Adultos de la localidad desde el pasado miércoles y ya son casi una veintena de vecinos los que se han apuntado teniendo en cuenta que Lobras cuenta con algo más de un centenar de vecinos.
Además Moreno, profesor especializado en la música tradicional, ha conseguido llevar estos talleres a Órgiva, Torvizcón y Pampaneira, persiguiendo el objetivo de que "se continúe con esa seña de identidad tan importante para la cultura de nuestros pueblos". No obstante, en estos tiempos de crisis "los ciudadanos se resisten al aprendizaje de la música. La enseñanza de la guitarra se lleva bien, pero en cuanto a la bandurria y el laud sí que se está perdiendo y cada vez hay menos interés, aunque esperemos que se trate de un ciclo y que de nuevo vuelvan a coger fuerza estos instrumentos en unos años".
Y es que la comarca de la Alpujarra cuenta con un rico patrimonio musical de carácter folclórico que se ha mantenido desde mediados del siglo XVIII hasta hoy, y que permanece vivo gracias a iniciativas de este tipo. Dentro de la música tradicional alpujarreña está el trovo, el canto de muleros o la música de cuerda, entre otras modalidades.
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