MADRID
Un nuevo estudio, publicado en 'PLoS Biology', y llevado a cabo por científicos de la Universidad de Vanderbilt (Estados Unidos), demuestra en ratones que la activación del sistema nervioso simpático favorece la metástasis ósea de células del cáncer de mama. Así, los investigadores fueron capaces de prevenir las lesiones de células de cáncer de mama en el hueso con propranolol, un medicamento cardiovascular que inhibe las señales del sistema nervioso simpático.
La metástasis -la propagación de las células cancerosas a otros órganos distantes, incluyendo los huesos- es más letal para las pacientes que un tumor de mama primario, afirma el autor principal Florent Elefteriou, director del Centro Vanderbilt para la Biología del Hueso. Por lo tanto, la prevención de la metástasis es el principal objetivo de los investigadores.
Elefteriou y sus colaboradores sabían por estudios anteriores de que el sistema nervioso simpático estimula la remodelación ósea, y que utiliza algunas de las mismas moléculas de señalización implicadas en la metástasis del cáncer de mama al hueso.
Ahora, la evidencia clínica apoya esta idea; las pacientes con cáncer de mama que sufren estrés o depresión -ambos activan el sistema nervioso simpático-, tras el tratamiento primario, muestran un menor tiempo de supervivencia.
Para explorar esta relación, los investigadores estudiaron la metástasis de células del cáncer en ratones, marcando con fluorescencia las células humanas de cáncer de mama que fueron inyectadas en el corazón de los ratones -con el fin de modelar la etapa de la metástasis en la que el cáncer de mama se mueve a través de la sangre.
Los expertos observaron entonces que el tratamiento de los ratones con un fármaco que imita la activación del sistema nervioso simpático causó más lesiones cancerosas en el hueso. Por otro lado, provocar físicamente más estrés a los ratones, activando el sistema nervioso simpático, también causó más lesiones cancerosas en el hueso. El tratamiento de estos ratones con propranolol, un medicamento para la presión arterial, redujo el número de lesiones óseas.
Los investigadores demostraron que la activación del sistema nervioso simpático aumenta los niveles en el hueso de una molécula de señalización llamada RANKL, conocida por promover la formación de osteoclastos -células óseas que descomponen el tejido óseo. RANKL también está implicada en la migración celular, y Elefteriou y sus colaboradores fueron capaces de demostrar que la migración del cáncer de mama a las células del hueso depende de esta molécula de señalización.
Los hallazgos sugieren que los beta-bloqueantes, o fármacos que interfieren con la señalización de RANKL, como el denosumab, pueden ser útiles en la prevención de la metástasis del cáncer de mama a las células de hueso. El propranolol y otros beta-bloqueantes son de bajo costo, están bien caracterizados, y son seguros en la mayoría de los pacientes. Por tanto, estos medicamentos pueden ser una buena opción para el tratamiento a largo plazo, si los futuros estudios en pacientes con cáncer de mama confirman su capacidad para bloquear la metástasis del cáncer a las células del hueso.
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