En el mes de agosto apenas se han vendido en la provincia 405 viviendas, una de las cifras más bajas de todo el ejercicio
G. S. M. GRANADA
Puede que los mercados financieros digan que en España ya hay brotes verdes, pero los ciudadanos afectados por la crisis están lejos de verlos. Al igual que el mercado inmobiliario, a juzgar por los últimos datos de compraventa de vivienda publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Después de un comienzo de año prometedor -aunque era solo un espejismo derivado de la traslación estadística de las operaciones realizadas a finales del ejercicio pasado-, el mercado de vivienda se está viendo sumido de nuevo en los números rojos, en una depresión de la que hará falta mucho crédito para salir. En el último mes de agosto, los bancos, los promotores y los particulares granadinos apenas han vendido 405 viviendas, un 27,3% menos que en el mismo mes del año pasado.
La de este último mes de agosto es una de las caídas más intensas que han sufrido las operaciones inmobiliarias en el último año. Aunque el récord, hasta ahora, le corresponde al mes de junio, cuando las transacciones de vivienda se redujeron un 29,5%. Además, el número de inmuebles vendidos durante el octavo mes del año es uno de los más bajos, junto al de marzo, cuando sólo se registraron 381 operaciones.
Así que de brotes verdes, nada de nada. 2013 ya acumula cuatro meses consecutivos de caída de las operaciones de compraventa, que si continúan amenazan con trastocar un balance anual que por ahora -aunque probablemente por poco tiempo-, se mantiene en positivo. Entre enero y agosto, Granada ha registrado la venta de 4.527 viviendas, un 2,5% más que en el mismo periodo del año anterior. Pero esas buenas cifras, motivadas por el buen arranque estadístico del ejercicio, se han ido desinflando a medida que avanzaba el año. Si enero y febrero las ventas crecieron por encima del 40% y en abril un 33,4, a partir del mes de mayo las ventas comenzaron a decrecer. El quinto mes del año dejó en la provincia una caída de las ventas de viviendas del 19,9%, que subió hasta el 29,5% en junio. En julio las ventas se redujeron un 10,5% y por fin, en agosto, han descendido un 27,3%. Los resultados de septiembre, cuando la actividad económica volvió de las vacaciones, serán reveladores para augurar el comportamiento de lo que resta de ejercicio.
Por el momento, la vivienda nueva es la única que se libra del descenso de las operaciones. Los 2.787 inmuebles de nueva construcción que se han vendido en la provincia en lo que va de año suponen un 4,9% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior. Por el contrario, la vivienda de segunda mano se está llevando lo peor de la crisis, algo lógico teniendo en cuenta que el enorme stock de viviendas vacías hace bastante más atractivo comprar una vivienda a estrenar que adquirir una ya usada previamente. Entre enero y agosto apenas se han vendido 1.740 pisos de segunda mano, un 2,6% menos que en el mismo periodo de 2012.
La de este último mes de agosto es una de las caídas más intensas que han sufrido las operaciones inmobiliarias en el último año. Aunque el récord, hasta ahora, le corresponde al mes de junio, cuando las transacciones de vivienda se redujeron un 29,5%. Además, el número de inmuebles vendidos durante el octavo mes del año es uno de los más bajos, junto al de marzo, cuando sólo se registraron 381 operaciones.
Así que de brotes verdes, nada de nada. 2013 ya acumula cuatro meses consecutivos de caída de las operaciones de compraventa, que si continúan amenazan con trastocar un balance anual que por ahora -aunque probablemente por poco tiempo-, se mantiene en positivo. Entre enero y agosto, Granada ha registrado la venta de 4.527 viviendas, un 2,5% más que en el mismo periodo del año anterior. Pero esas buenas cifras, motivadas por el buen arranque estadístico del ejercicio, se han ido desinflando a medida que avanzaba el año. Si enero y febrero las ventas crecieron por encima del 40% y en abril un 33,4, a partir del mes de mayo las ventas comenzaron a decrecer. El quinto mes del año dejó en la provincia una caída de las ventas de viviendas del 19,9%, que subió hasta el 29,5% en junio. En julio las ventas se redujeron un 10,5% y por fin, en agosto, han descendido un 27,3%. Los resultados de septiembre, cuando la actividad económica volvió de las vacaciones, serán reveladores para augurar el comportamiento de lo que resta de ejercicio.
Por el momento, la vivienda nueva es la única que se libra del descenso de las operaciones. Los 2.787 inmuebles de nueva construcción que se han vendido en la provincia en lo que va de año suponen un 4,9% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior. Por el contrario, la vivienda de segunda mano se está llevando lo peor de la crisis, algo lógico teniendo en cuenta que el enorme stock de viviendas vacías hace bastante más atractivo comprar una vivienda a estrenar que adquirir una ya usada previamente. Entre enero y agosto apenas se han vendido 1.740 pisos de segunda mano, un 2,6% menos que en el mismo periodo de 2012.
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