Casi dos millones de personas sufrieron en 2013 esta enfermedad. Entre el 8 y el 15% de las personas la padecerán a lo largo de su vida.
EFE, MADRID
Un total de 1.868.173 personas sufrió en 2013 depresión, una enfermedad cuya prevalencia está aumentando, especialmente en estos últimos años debido a la crisis, y que será laprimera causa de discapacidad en el año 2030, según las previsiones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Entre el 8 y el 15% de las personas sufrirán depresión a lo largo de su vida, una "altísima" prevalencia que, según los expertos, constituye "un reto de salud pública", dadas las "graves" repercusiones a medio y largo plazo, tanto individuales como sociales, familiares y laborales.
Así se ha puesto de relieve en un encuentro informativo en el que especialistas en psiquiatría han hecho una "radiografía" de la depresión, una patología que se puede definir como "tristeza patológica", ha señalado el doctor Miguel Gutiérrez, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría. Discapacidad, aislamiento social, pérdida de productividad laboral y de calidad de vida, morbi-mortalidad y costes económicos son las principales consecuencias. "Es un fenómeno epidémico y algunos elementos inciden en que está registrando un crecimiento exponencial y que en las próximas décadas va a ser la primera causa de discapacidad", ha subrayado el doctor Miquel Bernardo, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica.
El aumento de la esperanza de vida, el mayor nivel de estrés de las sociedades occidentales y el consumo de sustancias tóxicas son algunos de los factores que explican ese crecimiento. Pero también la crisis. Un estudio realizado por la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental en pacientes que acudieron a Atención Primaria entre 2007 y 2011 detectó un aumento del 10% de trastornos de ansiedad o depresivos, que estaban muy relacionados con problemas de hipotecas o desempleo. La depresión es, además, "la gran puerta de entrada a las conductas suicidas", ha explicado el doctor Miquel Roca, presidente de esa Fundación.
Aparece alrededor de los 30-40 años y se da más en mujeres que en hombres (en una proporción de 3 a 1). El hecho de que afecte en edad laboral hace que tenga un impacto importante en el medio profesional: uno de cada 10 trabajadores ha cogido una baja por un cuadro depresivo. El doctor Roca ha incidido en la repercusión de esta enfermedad dentro del Sistema Nacional de Salud, especialmente en Atención Primaria: un 20% de los que acuden al centro de salud presentan un cuadro depresivo o ansioso, pero menos del 50% reciben tratamiento. Una "paradoja" si se tiene en cuenta que entre 2000 y 2013, las prescripciones de antidepresivos han aumentado un 200%.
El doctor Roca lo ha justificado en las dificultades que tienen los médicos de familia para detectar la enfermedad en el poco tiempo del que disponen en las consultas, a pesar del "extraordinario esfuerzo" que están haciendo. También en la negativa de los propios enfermosa acudir a consulta por el estigma de la propia enfermedad, el rechazo a recibir tratamiento, fundamentalmente fármacos, y la falta de adherencia a éstos. "Son malos cumplidores".
El doctor Jerónimo Saiz, jefe de servicio de psiquiatría del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, ha destacado la "trivialización" que se hace de esta enfermedad y ha lamentado que "está pasando desapercibido un problema que está creciendo". Este especialista ha incidido en las conductas suicidas de los depresivos -10 personas mueren todos los días por esta causa-. Por ello, la psiquiatría cree que hay que establecer un plan de choque para la prevención del suicidio en España, al igual que se hizo con los accidentes de tráfico.
Un plan en el que tienen que estar implicados los profesionales sanitarios, que deberán detectar aquellos pacientes que han tenido tentativas para que éstas no se traduzcan en suicidio, ha señalado el doctor Saiz. Al respecto, el doctor Roca ha apostillado que "el mejor predictor de una conducta futura es una conducta pasada". Aunque se ha avanzado "sustancialmente" en el diagnóstico, actualmente se sigue realizando a través de los síntomas. La investigación se dirige hacia la identificación de biomarcadores que permitan su detección, ha explicado el doctor Bernardo.
Así se ha puesto de relieve en un encuentro informativo en el que especialistas en psiquiatría han hecho una "radiografía" de la depresión, una patología que se puede definir como "tristeza patológica", ha señalado el doctor Miguel Gutiérrez, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría. Discapacidad, aislamiento social, pérdida de productividad laboral y de calidad de vida, morbi-mortalidad y costes económicos son las principales consecuencias. "Es un fenómeno epidémico y algunos elementos inciden en que está registrando un crecimiento exponencial y que en las próximas décadas va a ser la primera causa de discapacidad", ha subrayado el doctor Miquel Bernardo, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica.
El aumento de la esperanza de vida, el mayor nivel de estrés de las sociedades occidentales y el consumo de sustancias tóxicas son algunos de los factores que explican ese crecimiento. Pero también la crisis. Un estudio realizado por la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental en pacientes que acudieron a Atención Primaria entre 2007 y 2011 detectó un aumento del 10% de trastornos de ansiedad o depresivos, que estaban muy relacionados con problemas de hipotecas o desempleo. La depresión es, además, "la gran puerta de entrada a las conductas suicidas", ha explicado el doctor Miquel Roca, presidente de esa Fundación.
Aparece alrededor de los 30-40 años y se da más en mujeres que en hombres (en una proporción de 3 a 1). El hecho de que afecte en edad laboral hace que tenga un impacto importante en el medio profesional: uno de cada 10 trabajadores ha cogido una baja por un cuadro depresivo. El doctor Roca ha incidido en la repercusión de esta enfermedad dentro del Sistema Nacional de Salud, especialmente en Atención Primaria: un 20% de los que acuden al centro de salud presentan un cuadro depresivo o ansioso, pero menos del 50% reciben tratamiento. Una "paradoja" si se tiene en cuenta que entre 2000 y 2013, las prescripciones de antidepresivos han aumentado un 200%.
El doctor Roca lo ha justificado en las dificultades que tienen los médicos de familia para detectar la enfermedad en el poco tiempo del que disponen en las consultas, a pesar del "extraordinario esfuerzo" que están haciendo. También en la negativa de los propios enfermosa acudir a consulta por el estigma de la propia enfermedad, el rechazo a recibir tratamiento, fundamentalmente fármacos, y la falta de adherencia a éstos. "Son malos cumplidores".
El doctor Jerónimo Saiz, jefe de servicio de psiquiatría del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, ha destacado la "trivialización" que se hace de esta enfermedad y ha lamentado que "está pasando desapercibido un problema que está creciendo". Este especialista ha incidido en las conductas suicidas de los depresivos -10 personas mueren todos los días por esta causa-. Por ello, la psiquiatría cree que hay que establecer un plan de choque para la prevención del suicidio en España, al igual que se hizo con los accidentes de tráfico.
Un plan en el que tienen que estar implicados los profesionales sanitarios, que deberán detectar aquellos pacientes que han tenido tentativas para que éstas no se traduzcan en suicidio, ha señalado el doctor Saiz. Al respecto, el doctor Roca ha apostillado que "el mejor predictor de una conducta futura es una conducta pasada". Aunque se ha avanzado "sustancialmente" en el diagnóstico, actualmente se sigue realizando a través de los síntomas. La investigación se dirige hacia la identificación de biomarcadores que permitan su detección, ha explicado el doctor Bernardo.
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