Las redes sociales se llenan de mensajes y vídeos de científicos, docentes y comunicadores andaluces que se comprometen con la actividad divulgativa
LOLA QUERO GRANADA
"1. Nos esforzaremos en trasladar la ciencia a la sociedad de una manera amena, atractiva y divertida, buscando estimular la curiosidad.2. Trabajaremos para que la Ciencia sea considerada parte esencial de la cultura, el patrimonio y la seña de identidad de Andalucía.3. Nos comprometemos..." Y así hasta 10 promesas para intentar que la ciencia cale en la sociedad mediante el trabajo de científicos, divulgadores y comunicadores. Cientos de ellos, de toda Andalucía, han firmado ya su compromiso con esta labor mediante la adhesión a este decálogo.
Con el Día de los Enamorados como fecha simbólica, la Fundación Descubre y la Escuela Andaluza de Salud Pública han puesto en marcha una iniciativa para concienciar de la importancia de trasladar la ciencia a la sociedad. Aunque esta idea va más allá de la toma de conciencia y persigue el compromiso activo de los profesionales relacionados con estas tareas. Por eso se les ha pedido a todos que firmen el decálogo o que envíen vídeos en los que se comprometen formalmente a cumplir estos objetivos.
La idea ha tenido una gran aceptación y ayer ya se habían recibido 160 adhesiones de 50 instituciones diferentes. Algunas de ellas se hicieron a través de esos vídeos en los que además hay humor, ironía y, sobre todo, declaraciones de amor a la ciencia. Científicos, profesores, grupos de alumnos y profesionales de la comunicación de toda Andalucía se están sumando a través de esos vídeos y, sobre todo, a través de las redes sociales en internet.
El director de la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP), Joan Carles March, explicó que en el 30 aniversario de esta institución han elegido el reto de la divulgación como uno de los objetivos principales en los que trabajar.
Esta iniciativa parte de la Fundación Descubre, financiada por la Junta de Andalucía. Su directora, Teresa Cruz, explicó que el objetivo es doble. Por un lado "conseguir que los jóvenes quieran formarse en ciencia pese a la que está cayendo", en referencia a la cantidad de científicos que tienen que marcharse de aquí para trabajar. "Tenemos que garantizarnos la cantera", explicó Cruz.
El segundo objetivo es que "la sociedad sepa que la ciencia es un valor y una palanca de cambio, para que los responsables de los presupuestos tengan claro que hay que invertir en ciencia e investigación".
La tarea de la divulgación no siempre es una exigencia laboral y hay que apelar más a la iniciativa propia de los profesionales. En los tres grupos a los que va dirigida esta iniciativa, este carácter voluntario de la actividad divulgativa es fundamental. Uno de ellos es el de los profesores de instituto, que habitualmente acercan a los estudiantes a la ciencia "por pasión y de una forma voluntaria", según explicó Cruz.
Entre los profesionales de la comunicación los hay que esta tarea forma parte de su actividad profesional y otros que colaboran de forma voluntaria.
Y en el caso de los científicios es donde se está produciendo la mayor transformación. Teresa Cruz explicó ayer que antes solo se dedicaban a la divulgación aquellos científicos muy consolidados "porque tenían necesidad de que se entendiera lo que habían hecho durante media vida". Pero ahora se está produciendo un cambio, ya que los jóvenes investigadores han tomado conciencia de que "nos tienen que entender", agregó la directora de la Fundación Descubre.
Teresa Cruz explicó que la idea es crear una "red de divulgadores con corazón", aprovechando el tirón del Día de los Enamorados, y que se comprometan formalmente mediante un decálogo al que se suscribe también este medio de comunicación y la arriba firmante.
Con el Día de los Enamorados como fecha simbólica, la Fundación Descubre y la Escuela Andaluza de Salud Pública han puesto en marcha una iniciativa para concienciar de la importancia de trasladar la ciencia a la sociedad. Aunque esta idea va más allá de la toma de conciencia y persigue el compromiso activo de los profesionales relacionados con estas tareas. Por eso se les ha pedido a todos que firmen el decálogo o que envíen vídeos en los que se comprometen formalmente a cumplir estos objetivos.
La idea ha tenido una gran aceptación y ayer ya se habían recibido 160 adhesiones de 50 instituciones diferentes. Algunas de ellas se hicieron a través de esos vídeos en los que además hay humor, ironía y, sobre todo, declaraciones de amor a la ciencia. Científicos, profesores, grupos de alumnos y profesionales de la comunicación de toda Andalucía se están sumando a través de esos vídeos y, sobre todo, a través de las redes sociales en internet.
El director de la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP), Joan Carles March, explicó que en el 30 aniversario de esta institución han elegido el reto de la divulgación como uno de los objetivos principales en los que trabajar.
Esta iniciativa parte de la Fundación Descubre, financiada por la Junta de Andalucía. Su directora, Teresa Cruz, explicó que el objetivo es doble. Por un lado "conseguir que los jóvenes quieran formarse en ciencia pese a la que está cayendo", en referencia a la cantidad de científicos que tienen que marcharse de aquí para trabajar. "Tenemos que garantizarnos la cantera", explicó Cruz.
El segundo objetivo es que "la sociedad sepa que la ciencia es un valor y una palanca de cambio, para que los responsables de los presupuestos tengan claro que hay que invertir en ciencia e investigación".
La tarea de la divulgación no siempre es una exigencia laboral y hay que apelar más a la iniciativa propia de los profesionales. En los tres grupos a los que va dirigida esta iniciativa, este carácter voluntario de la actividad divulgativa es fundamental. Uno de ellos es el de los profesores de instituto, que habitualmente acercan a los estudiantes a la ciencia "por pasión y de una forma voluntaria", según explicó Cruz.
Entre los profesionales de la comunicación los hay que esta tarea forma parte de su actividad profesional y otros que colaboran de forma voluntaria.
Y en el caso de los científicios es donde se está produciendo la mayor transformación. Teresa Cruz explicó ayer que antes solo se dedicaban a la divulgación aquellos científicos muy consolidados "porque tenían necesidad de que se entendiera lo que habían hecho durante media vida". Pero ahora se está produciendo un cambio, ya que los jóvenes investigadores han tomado conciencia de que "nos tienen que entender", agregó la directora de la Fundación Descubre.
Teresa Cruz explicó que la idea es crear una "red de divulgadores con corazón", aprovechando el tirón del Día de los Enamorados, y que se comprometan formalmente mediante un decálogo al que se suscribe también este medio de comunicación y la arriba firmante.
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