viernes, 13 de febrero de 2015

La crisis deja como "secuela" una bolsa de 26.000 trabajadores pobres granadahoy.com

Un informe elaborado por UGT alerta de las graves consecuencias de 7 años de crisis y reforma laboral Un 70% de los asalariados granadinos ejerce su actividad en condiciones precarias
GUADALUPE S. MALDONADO GRANADA

"Ahora trabajamos más y ganamos menos". La máxima con la que soñaba el ex presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Gerardo Díaz Ferrán, se ha cumplido después de siete años de crisis y varias reformas laborales. Así lo concluye el último informe elaborado por UGT, que constata la paulatina precarización del mercado de trabajo, la sustitución del empleo fijo y con derechos por puestos de trabajo temporales y parciales que, en muchos casos, ni siquiera son suficientes para que los trabajadores lleguen a fin de mes. 

Las "secuelas" de la crisis, según explicó ayer la secretaria general de UGT de Granada, Manuela Martínez, son terriblemente graves: la creación de empleo se sustenta únicamente en la contratación temporal; el empleo parcial involuntario, donde tienen vía libre los contratos en fraude de ley, va en aumento; los salarios están lejos de recuperarse; y la jornada laboral, por el contrario, no hace más que crecer. Pero la consecuencia más grave de todas, fruto de los problemas del nuevo mercado laboral en crisis, es la generación de una bolsa de trabajadores 'pobres' que no deja de crecer, de asalariados que, pese a tener un contrato de trabajo, no ganan lo suficiente para llegar a final de mes. 

Según la información facilitada por UGT, después de estos siete años de crisis Granada ya cuenta con un 15% de trabajadores 'pobres'. Esto significa que las condiciones salariales de más de 26.000 granadinos con contrato no son suficientes para garantizarles cumplir con sus obligaciones de pago y vivir sin recurrir a ayudas familiares o incluso institucionales. 

Aunque este colectivo, junto al de desempleados, es el más perjudicado por la crisis y las nuevas reglas de juego laboral, el alcance de esas secuelas de las que habla UGT es mucho mayor. La temporalidad, un mal 'histórico' del mercado laboral granadino, ha crecido a su auge durante los últimos siete años. "Tenemos empresas que han utilizado casi únicamente el empleo temporal, en las que casi un 80 o un 90% de los trabajadores tienen un contrato temporal pese a que cubran puestos estructurales". 

Pero, además, la reforma laboral ha puesto en bandeja la devaluación de las condiciones laborales y de los salarios mediante el bloqueo de la negociación colectiva. La consecuencia es que "un 70% de los trabajadores pueden considerarse trabajadores precarios", aseguró ayer Manuela Martínez, que apuntó que apenas un 30% de los granadinos que conservan su trabajo no han visto modificadas sus condiciones laborales. Siete de cada diez trabajadores, por tanto, han sufrido "rebajas salariales, pérdida de condiciones laborales y pérdida de derechos sociales". 

La secretaria general de UGT de Granada aseguró que los "discursos triunfalistas" no se corresponden con la realidad del mercado laboral granadino. Porque sí, la contratación ha aumentado un 16% en el último año (pasando de 386.335 contratos a 449.771), pero la contratación indefinida, que apenas representa un 3,4% del total, se ha reducido un 23,1%. 

Además, la duración de los contratos temporales es otro buen síntoma de la precarización laboral. Según el informe de UGT, la duración media del empleo temporal en Granada a lo largo de 2014 ha sido de 57 días, mientras que en 2008 era de 77 días. Es decir, que seis años después los contratos temporales duran una media de 20 días menos, una diferencia del 25,9%. Y eso, por hablar de medias, porque UGT ha constatado que hay trabajadores que acumulan hasta cuatro contratos de un día a lo largo de un mismo mes. "Esto lo único que demuestra es la alta rotación laboral y esconde contratación fraudulenta", explicó Martínez. Porque una cosa es lo que diga el contrato y otra, muy diferente, lo que efectivamente trabaje el asalariado. "En muchos casos se encubren jornadas completas y un aumento de las horas extraordinarias no pagadas", explicó Manuela Martínez. 

En el terreno salarial, las pérdidas también son evidentes. Según los datos de la Agencia Tributaria, el salario medio anual de los granadinos en 2013 (última cifra disponible) era de 14.721 euros, un 7,9% inferior al de 2008. Sin embargo, si a la caída de las nóminas se une la rebaja salarial "diferida" (derivada de la pérdida de derechos sociales universales), se podría hablar de una reducción del poder adquisitivo de más del 30%. 

"Ahora mismo se está construyendo una salida de la crisis con pies de barro", concluyó la secretaria general de UGT, que llamó a los empresarios a que se conciencien de que "no se puede competir con bajos salarios" ni con pérdida de derechos, que es una "trampa" que no hará más que favorecer que los trabajadores que puedan se marchen y, los que no, "no se involucren en el proyecto de la empresa". "Los empresarios no pueden lastrar la recuperación con temporalidad y precariedad", aseguró. La mejora de la competitividad, indicó Martínez, debe hacerse por la vía "de la innovación, los servicios de calidad y la dignidad laboral".

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