La vista de la nieve a cotas bajas está dando un marco único para la Universiada, pero la meteorología obliga a aplazar pruebas y entrenamientos. El público aún está hibernando.
JUAN JOSÉ MEDINA GRANADA
Tan idílica es la estampa que se observa desde la capital a la Sierra que no todo podía ser perfecto en el primer día oficial de la Universiada de invierno 2015 en Granada.
Ver el macizo con nieve a altitudes bajísimas tuvo ayer su precio en forma de suspensiones y aplazamientos de las pruebas en la estación de esquí. Al menos se logró reconducir la situación a última hora. El otro pero fue la aún escasa respuesta del público de Granada a los diferentes eventos competitivos. El horario laboral no ayuda, pero los momentos cumbre son asequibles. El Pabellón Mulhacén no se llenó para el partido de España de hockey hielo, y eso que no son muchas plazas. En Fuentenueva, el color principalmente lo pusieron las delegaciones y, durante el encuentro España-Japón, un grupo de estudiantes de un centro cercano. Sorprendió que tampoco se llenaran las 1.000 plazas del Granada Iglú para la final masculina de patinaje, y eso que los medios advertimos del alto nivel de la participación. Lo que no quiere decir que estuviera vacío, pero el que llegara con la hora ajustada hubiera tenido sitio de sobra para sentarse. La duda es: si no hay tirón inicial, ¿habrá repunte final? Es posible que aún esté la ciudad como los deportistas, en fase de calentamiento.
La Universiada conoció ayer a los primeros medallistas y alkaiser de la jornada. El alemán Peter Liebers cerró la competición diaria con una presea de oro en patinaje artístico después de protagonizar una remontada, que tanto por su ejecución como por su resultado final, quedará para la historia de Granada. Llegó al hielo zaidinero con el afán de probarse, de coger sensaciones tras pasar una lesión que le ha bajado de los puestos altos del ranking mundial. Se aprovechó de los errores del japonés Takahiko Kozuka y los programas menos exigentes del ruso Gachinski y el chino Song. Cuatro puestos de una tacada al son de Who wants to live forever, de Queen. Menos de un año después de conseguir el diploma olímpico en Sochi, Liebers logró la matrícula de honor en Granada.
Con muchas dificultades se estrenó Sierra Nevada. El fuerte viento y la nevada de la madrugada de ayer estuvieron a punto de suspender la prueba de baches, que apuró a las tres de la tarde para efectuarse. La pista de la Visera fue acondicionada de bulla y corriendo por los operarios de la estación hasta que al fin compitieron los esquiadores. La actuación 'más local' estaba prevista en los baches, con la estudiante de medicina de la UGR Patricia Muñoz, que aunque llegó casi por la puerta de atrás, firmó un digno undécimo puesto. El granadino Jorge Montoya, de la Universidad de Málaga, acabó vigésimo. Para ellos, esto era una experiencia. Para los kazajos algo más. Superaron a chinos, rusos y estadounidenses, los dominadores de esta prueba.
Con menos suspense comenzó el curling, que se vivió un clásico como el Canadá-Estados Unidos. Y los del maple leaf tienen que esconderse de sus vecinos de abajo. Con un partido igualadísimo y emocionante, los yankees ganaron por 6-5 en la última entrada. Si fueran unos Juegos, se hablaría de tragedia nacional. En hockey sí demostraron quiénes son. 7-0 nada menos le cascaron a Suecia, en una reedición en pequeño de la final Olímpica de Sochi.
Posdata: si alguien le hubiera dicho a la organización hace un año que iba a caer el nevazo de estos días y que una ola de frío polar iba a atravesar la Península, el esquí nórdico se hubiera podido hacer hasta en la Fuente del Hervidero. Y adiós a los problemas en La Ragua.
Ver el macizo con nieve a altitudes bajísimas tuvo ayer su precio en forma de suspensiones y aplazamientos de las pruebas en la estación de esquí. Al menos se logró reconducir la situación a última hora. El otro pero fue la aún escasa respuesta del público de Granada a los diferentes eventos competitivos. El horario laboral no ayuda, pero los momentos cumbre son asequibles. El Pabellón Mulhacén no se llenó para el partido de España de hockey hielo, y eso que no son muchas plazas. En Fuentenueva, el color principalmente lo pusieron las delegaciones y, durante el encuentro España-Japón, un grupo de estudiantes de un centro cercano. Sorprendió que tampoco se llenaran las 1.000 plazas del Granada Iglú para la final masculina de patinaje, y eso que los medios advertimos del alto nivel de la participación. Lo que no quiere decir que estuviera vacío, pero el que llegara con la hora ajustada hubiera tenido sitio de sobra para sentarse. La duda es: si no hay tirón inicial, ¿habrá repunte final? Es posible que aún esté la ciudad como los deportistas, en fase de calentamiento.
La Universiada conoció ayer a los primeros medallistas y alkaiser de la jornada. El alemán Peter Liebers cerró la competición diaria con una presea de oro en patinaje artístico después de protagonizar una remontada, que tanto por su ejecución como por su resultado final, quedará para la historia de Granada. Llegó al hielo zaidinero con el afán de probarse, de coger sensaciones tras pasar una lesión que le ha bajado de los puestos altos del ranking mundial. Se aprovechó de los errores del japonés Takahiko Kozuka y los programas menos exigentes del ruso Gachinski y el chino Song. Cuatro puestos de una tacada al son de Who wants to live forever, de Queen. Menos de un año después de conseguir el diploma olímpico en Sochi, Liebers logró la matrícula de honor en Granada.
Con muchas dificultades se estrenó Sierra Nevada. El fuerte viento y la nevada de la madrugada de ayer estuvieron a punto de suspender la prueba de baches, que apuró a las tres de la tarde para efectuarse. La pista de la Visera fue acondicionada de bulla y corriendo por los operarios de la estación hasta que al fin compitieron los esquiadores. La actuación 'más local' estaba prevista en los baches, con la estudiante de medicina de la UGR Patricia Muñoz, que aunque llegó casi por la puerta de atrás, firmó un digno undécimo puesto. El granadino Jorge Montoya, de la Universidad de Málaga, acabó vigésimo. Para ellos, esto era una experiencia. Para los kazajos algo más. Superaron a chinos, rusos y estadounidenses, los dominadores de esta prueba.
Con menos suspense comenzó el curling, que se vivió un clásico como el Canadá-Estados Unidos. Y los del maple leaf tienen que esconderse de sus vecinos de abajo. Con un partido igualadísimo y emocionante, los yankees ganaron por 6-5 en la última entrada. Si fueran unos Juegos, se hablaría de tragedia nacional. En hockey sí demostraron quiénes son. 7-0 nada menos le cascaron a Suecia, en una reedición en pequeño de la final Olímpica de Sochi.
Posdata: si alguien le hubiera dicho a la organización hace un año que iba a caer el nevazo de estos días y que una ola de frío polar iba a atravesar la Península, el esquí nórdico se hubiera podido hacer hasta en la Fuente del Hervidero. Y adiós a los problemas en La Ragua.
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