De los quince días del mes de julio sólo ha sido aceptable en dos jornadas. La causa, el ozono y las partículas.
S. VALLEJO, GRANADA
La ola de calor que sufre Granada desde hace días y las altas temperaturas que están protagonizando el inicio del verano, el más cálido de los últimos 40 años, tienen otros efectos en la ciudad que el mero hecho de pasar calor. Una consecuencia directa es la calidad del aire. La concentración de calor en la atmósfera, la falta de movimientos de aire y la ausencia de lluvias que limpien el ambiente se juntan con la contaminación de las ciudades, el exceso de tráfico y hace que el aire se convierta en irrespirable con concentraciones de partículas y ozono superiores a las fijadas como normales por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según las mediciones diarias de la calidad de aire realizadas en Granada por la Red de Vigilancia y Control de la Contaminación Atmosférica en Andalucía, dependiente de la Consejería de Medio Ambiente, de los 15 días que ya han pasado del mes de julio, la calidad del aire ha sido "mala" en todos los días menos en dos en la estación de medición del Palacio de Congresos de la Capital. Los últimos días de junio también fue mala, por lo que acumulamos dos semanas de niveles extremos.
La estación de medición del Palacio de Congresos ha registrado una "mala" calidad del aire los días 1, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 11, 12, 13 y 14 de julio. Sólo fue "admisible" el 2 y el 10 de julio. La última semana de junio también fue mala.Lo peor son los altos niveles de ozono registrados en los últimos días ya que superar determinados niveles afecta a la protección de la salud. El ozono es un gas constituyente natural del aire que respiramos, aunque se puede convertir en peligroso para la salud humana en concentraciones elevadas, que se producen cuando estas especies químicas reaccionan por ejemplo con las altas temperaturas o la radiación solar intensa.
Por altos niveles de ozono, especialmente en los últimos cuatro días, la calidad del aire ha sido especialmente mala desde aproximadamente las tres de la tarde hasta casi las once de la noche en la estación de medición del Palacio de Congresos. El resto ha sido por concentración de partículas debido a la contaminación, que se ha quedado como una 'boina' en la ciudad por la falta de lluvias y exceso de calor.
Los efectos sobre la salud dependen de la concentración de ozono en el aire inspirado, del tiempo de exposición, de la sensibilidad individual de cada persona y del grado de actividad física que realiza. Son personas especialmente sensibles al ozono aquellas con enfermedades respiratorias crónicas, como asma, Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) o enfisema. Los niños (ya que respiran más aire por kilogramo de peso corporal y tienen pulmones más pequeños), ancianos y personas que realizan actividades físicas al aire libre en exteriores, también se ven afectados en mayor medida por las altas concentraciones.
Las recomendaciones generales para cualquier nivel de superación de contaminación por ozono son "permanecer en ambientes interiores puesto que las concentraciones de ozono en interiores son generalmente más bajas (menos del 50%) que las del exterior". Los días con niveles de ozono elevados evitar realizar un trabajo o ejercicio al aire libre en las horas centrales del día. Cuanto más intensamente respiremos, más expuestos estarán los pulmones al ozono y otros contaminantes del aire. Por lo tanto, evitar ser demasiado activos al aire libre (por ejemplo, caminar en vez de correr) cuando los niveles de ozono son elevados.
Según las mediciones diarias de la calidad de aire realizadas en Granada por la Red de Vigilancia y Control de la Contaminación Atmosférica en Andalucía, dependiente de la Consejería de Medio Ambiente, de los 15 días que ya han pasado del mes de julio, la calidad del aire ha sido "mala" en todos los días menos en dos en la estación de medición del Palacio de Congresos de la Capital. Los últimos días de junio también fue mala, por lo que acumulamos dos semanas de niveles extremos.
La estación de medición del Palacio de Congresos ha registrado una "mala" calidad del aire los días 1, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 11, 12, 13 y 14 de julio. Sólo fue "admisible" el 2 y el 10 de julio. La última semana de junio también fue mala.Lo peor son los altos niveles de ozono registrados en los últimos días ya que superar determinados niveles afecta a la protección de la salud. El ozono es un gas constituyente natural del aire que respiramos, aunque se puede convertir en peligroso para la salud humana en concentraciones elevadas, que se producen cuando estas especies químicas reaccionan por ejemplo con las altas temperaturas o la radiación solar intensa.
Por altos niveles de ozono, especialmente en los últimos cuatro días, la calidad del aire ha sido especialmente mala desde aproximadamente las tres de la tarde hasta casi las once de la noche en la estación de medición del Palacio de Congresos. El resto ha sido por concentración de partículas debido a la contaminación, que se ha quedado como una 'boina' en la ciudad por la falta de lluvias y exceso de calor.
Los efectos sobre la salud dependen de la concentración de ozono en el aire inspirado, del tiempo de exposición, de la sensibilidad individual de cada persona y del grado de actividad física que realiza. Son personas especialmente sensibles al ozono aquellas con enfermedades respiratorias crónicas, como asma, Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) o enfisema. Los niños (ya que respiran más aire por kilogramo de peso corporal y tienen pulmones más pequeños), ancianos y personas que realizan actividades físicas al aire libre en exteriores, también se ven afectados en mayor medida por las altas concentraciones.
Las recomendaciones generales para cualquier nivel de superación de contaminación por ozono son "permanecer en ambientes interiores puesto que las concentraciones de ozono en interiores son generalmente más bajas (menos del 50%) que las del exterior". Los días con niveles de ozono elevados evitar realizar un trabajo o ejercicio al aire libre en las horas centrales del día. Cuanto más intensamente respiremos, más expuestos estarán los pulmones al ozono y otros contaminantes del aire. Por lo tanto, evitar ser demasiado activos al aire libre (por ejemplo, caminar en vez de correr) cuando los niveles de ozono son elevados.
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