Un equipo dirigido por José Luis Guzmán crea un dispositivo que distribuye de manera eficiente la demanda de los diferentes aparatos eléctricos para conseguir el equilibrio perfecto entre las necesidades y el consumo · Los investigadores han apoyado sus estudios en el sistema de ventilación, calefacción y aire acondicionado por energía solar del edificio de investigación solar, Ciesol, de la Universidad.
RAFAEL ESPINOJosé Luis Guzmán, en una imagen tomada en su despacho.
A las familias les resulta fundamental encontrar la fórmula del ahorro en uno de los ámbitos donde más se gasta, el hogar, y al planeta le resulta obligatorio salvaguardar toda la energía que sea necesaria para llevar a cabo procesos con los que ahorrar de forma energética. Es por ello que en 2012, un grupo de investigadores de la Universidad de Almería (Departamento de Ingeniería de Sistemas y Automática) iniciaron un proyecto mediante el cual, haciendo uso de las nuevas tecnologías, han logrado que los hogares gasten lo justo, lo que deben utilizar en forma de energía y nada más. El proyecto se concluyó recientemente con resultados totalmente positivos.
La iniciativa la lidera el profesor José Luis Guzmán, quien explica que "a través de un dispositivo, aquellos hogares que tienen instalado un sistema de control remoto o pueden instalarlo, serán capaces de reconocer y de esta forma distribuir de una manera eficiente las demandas procedentes de ordenadores, televisión, frigoríficos, microondas, calefacción o ventilación de tal forma que el ahorro en energía sea el máximo". Un mecanismo de control informático permite gestionar de forma eficiente la distribución de energía en viviendas y centros de trabajo. El sistema optimiza de forma remota el suministro que requieren dispositivos como los ordenadores o los aparatos de calefacción y aire acondicionado. El sistema está integrado por dispositivos capaces de intercambiar información y tomar decisiones de forma autónoma.
De esta forma, el dispositivo facilita que cada uno de los agentes disponga de la información necesaria no sólo sobre la cantidad de energía que necesita para sí mismo, sino también la de susvecinos más cercanos. “El resultado es un balance energético adecuado, ya que el total de la energía se distribuye de la forma más equitativa y eficiente posible”, matiza.
Para conseguir que las familias ahorren en sus viviendas se utilizará el sistema de red eléctrica inteligente (smart grids) una forma de gestión eficiente de la electricidad que usa la tecnología informática para optimizar la producción y la distribución de electricidad con el fin de equilibrar mejor la oferta y la demanda entre productores y consumidores. Todo será controlado a través deun ordenador que programará las actividades, sin necesidad de actualización continua, pues trabajará a través de unas premisas y mediante un programa analizará de forma automática las necesidades de la vivienda, reduciendo el consumo a través de la instalación de un dispositivo capaz de equilibrar el gasto en función de los estudios previos realizados en el hogar. Por ejemplo, se pueden apagar electrodomésticos y aparatos de forma automática sin estar presentes en el hogar.
Se estima que en los próximos 25 años será necesario duplicar la capacidad de generación energética a nivel mundial y que de la misma el 60% se destinará a atender la demanda de las regiones emergentes y fuertemente pobladas. Este escenario exige la participación en el mismo de las energías renovables por su carácter inagotable y sostenible y el incremento de la eficiencia de los procesos de generación y distribución que permita la reducción del consumo de los diferentes servicios y actividades productivas sin disminuir la calidad o prestaciones de los mismos.
Durante el tiempo de investigación de este estudio, los expertos estudiaron el funcionamiento de un sistema de ventilación, calefacción y aire acondicionado (HVAC), basado en energía solar, instalado en el edificio principal del Centro de Investigación en Energía Solar (Ciesol) de la Universidad de Almería.
Los entornos están caracterizados por la combinación óptima de energía solar, biomasa y energías convencionales en la producción de electricidad y calor de proceso para climatización, iluminación, producción de agua potable, transporte, alimentación de máquinas y equipos y enriquecimiento del aire con CO2, donde un aspecto clave es intentar adaptar la demanda a la producción de energía (y viceversa), para lo cual es fundamental el uso de algoritmos de control automático.
Además, la investigación desarrollada no se quedará solo en los hogares, pues ahora los investigadores trabajan en el mismo proyecto pero llevado más allá. "Se puede aplicar en tornos de ámbito industrial, donde habrá que valorar muchos más conceptos de los aquí estudiados debido a la estructura y necesidades mayores", explica Guzmán.
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