Una vez superados los años más difíciles de la crisis el mercado laboral comienza a despertar La percepción de los granadinos mejora ante las expectativas creadas, a pesar de que todavía la temporalidad es lo que prima
V. GOMARIZ BELDA GRANADA
Después de una serie de años complicados para la creación de empleo, la mejora de la situación macroeconómica ha hecho despertar el mercado de la contratación. En Granada, no a los grandes pasos que en otras provincias de España, empieza a 'moverse' algo y poco a poco se da salida a los currículos que durante años se han ido acumulando en los cajones de los departamentos de recursos humanos de las empresas. Bien es cierto que el peso que tiene la temporalidad es mayor a la estabilidad laboral, lo que explica que haya cada vez más contratos, pero las cifras récord no se traduzcan en hitos de empleo. Pero al menos comienza a haber salida, sobre todo para los más jóvenes.
A lo largo del año 2015, las empresas granadinas han realizado 214.726 contratos a jóvenes menores de 35 años, lo que significa que este grupo de población ha sido el protagonista de casi la mitad (un 45,9%, para ser concretos) del movimiento laboral registrado. Este número de incorporaciones de trabajadores jóvenes ha experimentado un notable crecimiento del 3,4% en los últimos doce meses, ya que en 2014 los menores de 35 años firmaron en la provincia 207.664 contratos.
La nota negativa de la contratación joven es la temporalidad, bastante más acusada entre los trabajadores de menor edad. La cuota de empleo temporal supera el 98,9% entre los menores de 20 años, y se queda en un 98% en el caso de los jóvenes de entre 20 y 24.
Con todas las salvedades y matices, es un hecho que ahora es más fácil encontrar empleo que durante lo peor de la crisis. Este periódico ha contactado con algunos de los jóvenes que han encontrado su hueco en el mercado de trabajo para testar la realidad. Aunque el porcentaje de granadinos en paro es todavía muy elevado, también hay motivos para la esperanza. Al menos la percepción que había de unos años a esta parte parece haber cambiado.
En eso coinciden los entrevistados por Granada Hoy, que en líneas generales apuntan que un número destacado de empresas ha conseguido mantenerse a flote tras el azote de la crisis. Tras alcanzar esa difícil meta, ahora las firmas se centran en la apuesta en personal. En este caso, el factor humano cobra un especial significado. No sólo por lo que supone para la generación de empleo sino también para la inyección de liquidez que aporta a título personal. De ahí que el círculo vicioso del consumo venga a aportar un extra a los primeros pálpitos de mejoría que empieza a dar la economía. De esta forma, el miedo que tenía atenazados a todos los agentes implicados "parece disiparse", apunta Cristina León que ahora desarrolla su labor en Herogra Fertilizantes como product manager.
En relación al optimismo en esas sensaciones, Nelson González considera que una parte de los beneficiados por el panorama actual es el colectivo menor a los 30 años. Ya que apunta que se han implantado "facilidades" que permiten la contratación, al margen de la duración que tengan los convenios entre el trabajador y la empresa en cuestión. Él disfruta de un contrato de formación y se encuentra de cara al público en el servicio de admisión del Hospital Vithas La Salud de la capital granadina.
Eso supone que en el plano personal, se favorezca de igual modo el crecimiento profesional. "Cuando te abren una puerta hay que responder al interés mostrado", dice Carlos Valenzuela, quien con experiencia en el sector de las tiendas deportivas, cuenta con notable bagaje a sus espaldas, que en la actualidad sigue creciendo mediante la experiencia diaria. Ahora opera como dependiente en Deportes Oteros, un contrato que le ha permitido la independencia económica y personal al vivir ahora con su pareja.
Carlos Valenzuela: "Me ha permitido una independencia económica"
En una semana, Carlos Valenzuela cumplirá un año como dependiente en Deportes Oteros con un contrato en formación, un clavo al que se agarró para optar a un puesto de trabajo. Tras la campaña de Navidad de 2014 llegó su oportunidad y no dudó en atraparla. Con un Ciclo Formativo de Grado Superior en Gestión del Transporte y Logística en su haber, justo antes de entrar a formar parte de la plantilla del referido establecimiento trabajó en una pizzería en la que, según dice, siempre hay opción de trabajar, "porque si uno quiere puede trabajar". El problema, según indica Carlos, es que hay quien es "muy exquisito a la hora de buscar un empleo". Un objetivo que logró por la vía tradicional de la entrega del currículum a mano. Y es que este joven granadino de 28 años ya contaba con experiencia en el sector al haber desarrollado su vertiente profesional en firmas similares. Él se muestra satisfecho con la atención recibida por parte de la empresa, ya que su continuidad le ha permitido asentar una "independencia" económica y una trayectoria laboral. Bien es cierto que desearía una mayor estabilidad ya que el hecho de tener que renovar por anualidades hace que "no tenga seguridad de estar muchos años aquí". Cuando uno ve alcanzadas parte de sus metas es lógico que se encuentre como pez en el agua. Es el caso de Carlos, que abiertamente asegura que él "de siempre" ha querido dedicarse al comercio. En concreto, a la venta de ropa y calzado, ya que lo considera un mundo en el que se encuentra "muy cómodo". Este campo le ha permitido proyectar un futuro al menos a medio plazo ya que vive independizado junto a su pareja. Una sensación que confía en acrecentar con el paso del tiempo al notar cierta mejoría generalizada. "A pesar de las dificultades que todavía existen, creo que ha llegado el momento de mirar hacia adelante", dice esperanzado.
Cristina León: "Soy una afortunada, he crecido a nivel profesional"
Cristina León tiene 35 años y es madre de un bebé de seis meses. Recientemente ha comenzado a trabajar en la empresa granadina Herogra Fertilizantes como product manager. Ella es licenciada en Ingeniería Agrónoma y el año pasado le tocó afrontar un "complicado" periodo de muchos cambios. Lo bueno es que lo empezó y lo ha terminado con un empleo, algo que para los tiempos que corren ya es toda una suerte. Y es que cabe destacar que la firma para la que trabajaba con anterioridad decidió no renovarle el contrato al estar de baja por maternidad. El permiso le facilitó la conciliación familiar y laboral, pero "desgraciadamente no todas las empresas apuestan por ello", indica, a la vez que asegura que "en un principio" su embarazo y posterior maternidad "no era impedimento para desarrollar mi labor como técnico de campo". Tal es así que desvela que estuvo trabajando hasta la semana treinta y cinco del periodo de gestación. Durante el tramo de baja "sí que se convirtió" en un problema la continuidad. Con la necesidad de un nuevo empleo, apareció la motivación para dar el salto a Herogra. Una empresa que, por cierto, se ha sabido adaptar a los tiempos, y es que no es nada fácil que un proyecto empresarial alcance la cifra mágica de los cien años de vida, aniversario que en la actualidad conmemora. Al hablar sobre las mejoras que han producido esta nueva etapa, Cristina advierte de que a nivel laboral ha mejorado. "He crecido, he pasado de técnico de campo a product manager en una empresa de la importancia de Herogra". Después de este paso se siente una "afortunada", ya que no ha encontrado impedimento alguno para ello al encontrarse "en el lugar y momento adecuado". Así, las expectativas que se le abren son positivas puesto que favorece "el crecimiento profesional, demostrar la confianza depositada en mí y el seguir aprendiendo día a día".
Nelsón González: "Me tomé muy en serio la etapa de prácticas"
"Me tomé muy en serio la etapa de prácticas y al poco tiempo de terminarlas decidieron contar conmigo y no dudé en aceptar". Así se pronuncia Nelson González, un joven granadino de 24 años, que estudió un Ciclo Formativo de Grado Superior en Documentación Sanitaria y en febrero del año pasado comenzó su primera aventura laboral en el Hospital Vithas La Salud de Granada, centro sanitario en el que se formó y que posteriormente le ha ofrecido una oportunidad con un contrato en prácticas de carácter prorrogable. Se trata del primero que ha firmado en su vida y en el día a día se siente a nivel personal "muy contento y valorado". Su función es atender a los usuarios del hospital que llegan al servicio de admisión del mismo. Según comenta, tiene la suerte de trabajar "donde me gusta y, sobre todo, adquirir experiencia profesional y poder crecer como persona en un futuro". Sobre la situación general que en la actualidad vive España en términos económicos, considera que el panorama para los menores de treinta años "ha mejorado bastante". Un argumento que basa por una parte en "las facilidades que han brindado para abrirnos camino y encontrar un trabajo independientemente de la duración que tenga". Y es que a día de hoy, como reflejan las estadísticas, un puesto que genere gran estabilidad es más complicado por los condicionantes económicos que ha atravesado el país. Aún así, como señala Nelson, "nos permite que seamos independientes y podamos labrarnos un porvenir". Un caso más de la importancia que en los últimos años ha adquirido los planes de la Formación Profesional en la preparación de los jóvenes como alternativa a la vía que también plantea la Universidad. Y, sobre todo, en las salidas laborales que ofrecen a quien elige alguna de las opciones que ofrecen los ciclos formativos.
A lo largo del año 2015, las empresas granadinas han realizado 214.726 contratos a jóvenes menores de 35 años, lo que significa que este grupo de población ha sido el protagonista de casi la mitad (un 45,9%, para ser concretos) del movimiento laboral registrado. Este número de incorporaciones de trabajadores jóvenes ha experimentado un notable crecimiento del 3,4% en los últimos doce meses, ya que en 2014 los menores de 35 años firmaron en la provincia 207.664 contratos.
La nota negativa de la contratación joven es la temporalidad, bastante más acusada entre los trabajadores de menor edad. La cuota de empleo temporal supera el 98,9% entre los menores de 20 años, y se queda en un 98% en el caso de los jóvenes de entre 20 y 24.
Con todas las salvedades y matices, es un hecho que ahora es más fácil encontrar empleo que durante lo peor de la crisis. Este periódico ha contactado con algunos de los jóvenes que han encontrado su hueco en el mercado de trabajo para testar la realidad. Aunque el porcentaje de granadinos en paro es todavía muy elevado, también hay motivos para la esperanza. Al menos la percepción que había de unos años a esta parte parece haber cambiado.
En eso coinciden los entrevistados por Granada Hoy, que en líneas generales apuntan que un número destacado de empresas ha conseguido mantenerse a flote tras el azote de la crisis. Tras alcanzar esa difícil meta, ahora las firmas se centran en la apuesta en personal. En este caso, el factor humano cobra un especial significado. No sólo por lo que supone para la generación de empleo sino también para la inyección de liquidez que aporta a título personal. De ahí que el círculo vicioso del consumo venga a aportar un extra a los primeros pálpitos de mejoría que empieza a dar la economía. De esta forma, el miedo que tenía atenazados a todos los agentes implicados "parece disiparse", apunta Cristina León que ahora desarrolla su labor en Herogra Fertilizantes como product manager.
En relación al optimismo en esas sensaciones, Nelson González considera que una parte de los beneficiados por el panorama actual es el colectivo menor a los 30 años. Ya que apunta que se han implantado "facilidades" que permiten la contratación, al margen de la duración que tengan los convenios entre el trabajador y la empresa en cuestión. Él disfruta de un contrato de formación y se encuentra de cara al público en el servicio de admisión del Hospital Vithas La Salud de la capital granadina.
Eso supone que en el plano personal, se favorezca de igual modo el crecimiento profesional. "Cuando te abren una puerta hay que responder al interés mostrado", dice Carlos Valenzuela, quien con experiencia en el sector de las tiendas deportivas, cuenta con notable bagaje a sus espaldas, que en la actualidad sigue creciendo mediante la experiencia diaria. Ahora opera como dependiente en Deportes Oteros, un contrato que le ha permitido la independencia económica y personal al vivir ahora con su pareja.
Carlos Valenzuela: "Me ha permitido una independencia económica"
En una semana, Carlos Valenzuela cumplirá un año como dependiente en Deportes Oteros con un contrato en formación, un clavo al que se agarró para optar a un puesto de trabajo. Tras la campaña de Navidad de 2014 llegó su oportunidad y no dudó en atraparla. Con un Ciclo Formativo de Grado Superior en Gestión del Transporte y Logística en su haber, justo antes de entrar a formar parte de la plantilla del referido establecimiento trabajó en una pizzería en la que, según dice, siempre hay opción de trabajar, "porque si uno quiere puede trabajar". El problema, según indica Carlos, es que hay quien es "muy exquisito a la hora de buscar un empleo". Un objetivo que logró por la vía tradicional de la entrega del currículum a mano. Y es que este joven granadino de 28 años ya contaba con experiencia en el sector al haber desarrollado su vertiente profesional en firmas similares. Él se muestra satisfecho con la atención recibida por parte de la empresa, ya que su continuidad le ha permitido asentar una "independencia" económica y una trayectoria laboral. Bien es cierto que desearía una mayor estabilidad ya que el hecho de tener que renovar por anualidades hace que "no tenga seguridad de estar muchos años aquí". Cuando uno ve alcanzadas parte de sus metas es lógico que se encuentre como pez en el agua. Es el caso de Carlos, que abiertamente asegura que él "de siempre" ha querido dedicarse al comercio. En concreto, a la venta de ropa y calzado, ya que lo considera un mundo en el que se encuentra "muy cómodo". Este campo le ha permitido proyectar un futuro al menos a medio plazo ya que vive independizado junto a su pareja. Una sensación que confía en acrecentar con el paso del tiempo al notar cierta mejoría generalizada. "A pesar de las dificultades que todavía existen, creo que ha llegado el momento de mirar hacia adelante", dice esperanzado.
Cristina León: "Soy una afortunada, he crecido a nivel profesional"
Cristina León tiene 35 años y es madre de un bebé de seis meses. Recientemente ha comenzado a trabajar en la empresa granadina Herogra Fertilizantes como product manager. Ella es licenciada en Ingeniería Agrónoma y el año pasado le tocó afrontar un "complicado" periodo de muchos cambios. Lo bueno es que lo empezó y lo ha terminado con un empleo, algo que para los tiempos que corren ya es toda una suerte. Y es que cabe destacar que la firma para la que trabajaba con anterioridad decidió no renovarle el contrato al estar de baja por maternidad. El permiso le facilitó la conciliación familiar y laboral, pero "desgraciadamente no todas las empresas apuestan por ello", indica, a la vez que asegura que "en un principio" su embarazo y posterior maternidad "no era impedimento para desarrollar mi labor como técnico de campo". Tal es así que desvela que estuvo trabajando hasta la semana treinta y cinco del periodo de gestación. Durante el tramo de baja "sí que se convirtió" en un problema la continuidad. Con la necesidad de un nuevo empleo, apareció la motivación para dar el salto a Herogra. Una empresa que, por cierto, se ha sabido adaptar a los tiempos, y es que no es nada fácil que un proyecto empresarial alcance la cifra mágica de los cien años de vida, aniversario que en la actualidad conmemora. Al hablar sobre las mejoras que han producido esta nueva etapa, Cristina advierte de que a nivel laboral ha mejorado. "He crecido, he pasado de técnico de campo a product manager en una empresa de la importancia de Herogra". Después de este paso se siente una "afortunada", ya que no ha encontrado impedimento alguno para ello al encontrarse "en el lugar y momento adecuado". Así, las expectativas que se le abren son positivas puesto que favorece "el crecimiento profesional, demostrar la confianza depositada en mí y el seguir aprendiendo día a día".
Nelsón González: "Me tomé muy en serio la etapa de prácticas"
"Me tomé muy en serio la etapa de prácticas y al poco tiempo de terminarlas decidieron contar conmigo y no dudé en aceptar". Así se pronuncia Nelson González, un joven granadino de 24 años, que estudió un Ciclo Formativo de Grado Superior en Documentación Sanitaria y en febrero del año pasado comenzó su primera aventura laboral en el Hospital Vithas La Salud de Granada, centro sanitario en el que se formó y que posteriormente le ha ofrecido una oportunidad con un contrato en prácticas de carácter prorrogable. Se trata del primero que ha firmado en su vida y en el día a día se siente a nivel personal "muy contento y valorado". Su función es atender a los usuarios del hospital que llegan al servicio de admisión del mismo. Según comenta, tiene la suerte de trabajar "donde me gusta y, sobre todo, adquirir experiencia profesional y poder crecer como persona en un futuro". Sobre la situación general que en la actualidad vive España en términos económicos, considera que el panorama para los menores de treinta años "ha mejorado bastante". Un argumento que basa por una parte en "las facilidades que han brindado para abrirnos camino y encontrar un trabajo independientemente de la duración que tenga". Y es que a día de hoy, como reflejan las estadísticas, un puesto que genere gran estabilidad es más complicado por los condicionantes económicos que ha atravesado el país. Aún así, como señala Nelson, "nos permite que seamos independientes y podamos labrarnos un porvenir". Un caso más de la importancia que en los últimos años ha adquirido los planes de la Formación Profesional en la preparación de los jóvenes como alternativa a la vía que también plantea la Universidad. Y, sobre todo, en las salidas laborales que ofrecen a quien elige alguna de las opciones que ofrecen los ciclos formativos.
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