El Colegio de Geólogos advierte de que hay que tomarse en serio el riesgo sísmico de la zona
AGENCIAS GRANADA 
Un terremoto de magnitud 6,3 supone un movimiento inimaginable de las placas de la tierra. Para hacerse una idea, la magnitud del seísmo de ayer es tan importante "como si hubiera explotado una bomba de 20.000 toneladas de TNE". Así de rotundo se pronunció ayer el presidente del Colegio Oficial de Geólogos (ICOG), Luis Suárez, quien advirtió del "riesgo sísmico moderado" que existe en el sur de España, por lo que pidió a las instituciones que "se tomen en serio" este asunto y tomen medidas de prevención para minimizar daños futuros porque el terremoto de ayer fue "un aviso". "Después no echemos la culpa al azar", advirtió.
Según Suárez, el sur de España "no es California, ni Chile, ni Japón, pero hay que tener presente el riesgo y, aunque no sabemos cuándo, sí sabemos dónde (habrá seísmos) y hay que tomar medidas de prevención para minimizar riesgos", advirtió el presidente de los geólogos.
El riesgo para las provincias de Cádiz, Granada, Málaga, Almería y Murcia, así como el norte de África, es, "aunque no extremo, relativamente alto" por el límite de las placas. Si el terremoto se hubiera producido más cerca de la población, "habría sido muy destructivo". "Si se hubiera producido en tierra habría causado centenares de muertos y la historia nos dice que es posible, por lo que, tomemos medidas", dijo.
El terremoto de Lorca de 2011 fue de 5,1 y dejó tantos daños materiales y personales porque su epicentro fue muy superficial, sólo a tres kilómetros de profundidad. A raíz de ese terremoto el Colegio de Geólogos elaboró un decálogo para minimizar el riesgo sísmico, con cuatro medidas a implementar por el Gobierno central y otras seis desde el ámbito local y autonómico. "Desgraciadamente, muy a nuestro pesar, no se ha llevado a cabo", denunció.
Con todo, la probabilidad de que se produzca un nuevo terremoto de la misma intensidad en Alhucemas es "baja", aunque no se puede descartar ya que "no hay riesgo nulo" en sismología, según el Instituto Geológico Nacional. El portavoz de la Red Sísmica Nacional, José Manuel Martínez Solares, las réplicas serán cada vez más espaciadas en el tiempo. Estos terremotos se están produciendo en dirección norte-sur pero no se conocen los límites de la falla. En este contexto, subrayó que el periodo de recurrencia entre grandes terremotos es "muy grande", lo que hace que la población se olvida y pueda no estar bien preparada para afrontar esta situación.
Según Suárez, el sur de España "no es California, ni Chile, ni Japón, pero hay que tener presente el riesgo y, aunque no sabemos cuándo, sí sabemos dónde (habrá seísmos) y hay que tomar medidas de prevención para minimizar riesgos", advirtió el presidente de los geólogos.
El riesgo para las provincias de Cádiz, Granada, Málaga, Almería y Murcia, así como el norte de África, es, "aunque no extremo, relativamente alto" por el límite de las placas. Si el terremoto se hubiera producido más cerca de la población, "habría sido muy destructivo". "Si se hubiera producido en tierra habría causado centenares de muertos y la historia nos dice que es posible, por lo que, tomemos medidas", dijo.
El terremoto de Lorca de 2011 fue de 5,1 y dejó tantos daños materiales y personales porque su epicentro fue muy superficial, sólo a tres kilómetros de profundidad. A raíz de ese terremoto el Colegio de Geólogos elaboró un decálogo para minimizar el riesgo sísmico, con cuatro medidas a implementar por el Gobierno central y otras seis desde el ámbito local y autonómico. "Desgraciadamente, muy a nuestro pesar, no se ha llevado a cabo", denunció.
Con todo, la probabilidad de que se produzca un nuevo terremoto de la misma intensidad en Alhucemas es "baja", aunque no se puede descartar ya que "no hay riesgo nulo" en sismología, según el Instituto Geológico Nacional. El portavoz de la Red Sísmica Nacional, José Manuel Martínez Solares, las réplicas serán cada vez más espaciadas en el tiempo. Estos terremotos se están produciendo en dirección norte-sur pero no se conocen los límites de la falla. En este contexto, subrayó que el periodo de recurrencia entre grandes terremotos es "muy grande", lo que hace que la población se olvida y pueda no estar bien preparada para afrontar esta situación.
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