La impresión repetida en papel sin tinta ya es posible gracias a un método que utiliza luz ultravioleta, el borrado por calentamiento a 120 grados y su reutilización más de 80 veces.
El secreto de la impresión con luz radica en la química de cambio de color de las nanopartículas, una capa delgada que se puede aplicar fácilmente al papel convencional para transformarlo en la versión imprimible a la luz.
Los investigadores Wenshou Wang y coautores en la Universidad de Shandong en China; la Universidad de California, Riverside; y el Lawrence Berkeley National Laboratory han publicado un artículo sobre el papel reescribible imprimible por luz en Nano Letters.
"Hemos desarrollado un nuevo sistema de conmutación de color fotorreversible de estado sólido para producir un papel regrabable imprimible a la luz libre de tinta que tenga la misma sensación y apariencia que el papel convencional, pero que puede ser impreso y borrado repetidamente sin la necesidad de la tinta adicional", declaró a Phys.org Yadong Yin, profesor de Química en la universidad de California, Riverside.
El nuevo recubrimiento consiste en dos tipos de nanopartículas: las hechas de azul prusiano, que es un pigmento azul barato común, no tóxico, que se vuelve incoloro cuando gana electrones; y el dióxido de titanio (TiO2), un material fotocatalítico que acelera las reacciones químicas tras la exposición a la luz UV.
En la actualidad, la producción y eliminación de papel tiene un impacto negativo en el medio ambiente: la producción de papel es una fuente importante de contaminación industrial, el papel desechado supone un 40% en los vertederos y su reciclaje contribuye a la contaminación por el proceso de eliminación de la tinta. También está la cuestión de la deforestación: en EEUU, un tercio de los árboles cosechados se utilizan para la producción de papel y cartón.
"Creemos que el papel regrabable tiene muchas aplicaciones prácticas que incluyen la grabación y lectura de información temporal, como periódicos, revistas, carteles, blocs de notas, caballetes de escritura, indicadores de vida del producto, sensores de oxígeno y etiquetas regrabables para diversas aplicaciones", concluye Yadong Yin.
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