ANABEL GARCÍA
La antigua ciudad palatina andalusí no deja de sorprender. Su riqueza agraria es la que esta vez llevarán a la Alhambra y al Generalife a convertirse en objeto de estudio por parte de numerosas instituciones. Expertos de la Universidad de Granada y de Córdoba, en colaboración con el Banco de Germoplasma Vegetal Andaluz, serán los encargados de crear una colección de granados históricos en las huertas medievales que rodean el Generalife.
El proyecto fue presentado ayer en la azotea de la Torre de las Infantas por el director del conjunto monumental, Reynaldo Fernández Manzano, y el catedrático de la Universidad de Córdoba, J. Esteban Hernández Bermejo. Ambos coincidieron en la reivindicación del proyecto como un método de recuperación histórica, cuyo propósito será la investigación y el desarrollo de la agricultura ecológica entorno a las distintas variedades del granado.
Se estima que, en un lapso de tiempo de aproximadamente unos dos años, serán implantados, como ejemplares, centenares de granados. Mediante la técnica del estaquillado, los árboles y arbustos serán trabajados por vía vegetativa. El origen de las variedades de estos granados se encuentra tanto en huertas familiares como en poblaciones asilvestradas pertenecientes a los múltiples territorios que conformaron Al-Ándalus, aunque también se contará, como refuerzo, con colecciones de germoplasma conservadas en países de Oriente Medio.
Aunque aún no se han confirmado datos exactos, Hernández Bermejo hizo algunas referencias respecto a las características del "pequeño vivero". Sus proporciones oscilarán entre los 2.000 y 3.000 metros cuadrados y se apostará por el cultivo de cinco a diez ejemplares de cada una de las diversas "procedencias históricas de interés genético". El catedrático de la Universidad de Córdoba aseguró que esperan obtener alrededor de 1.000 y 1.500 resultados de nuevos ejemplares en un período de dos años, puesto que ya cuentan con material recuperado años atrás gracias a técnicas de biología molecular.
Sin embargo, dichas variedades de granado, fruto del comercio actual, no responderían al objetivo de conservación y recuperación histórica defendido por el estudio de investigación conjunto puesto que, como afirma Fernández Manzano, "se trata de un proyecto pionero y único sobre el granado a nivel internacional". De hecho, el trabajo realizado hasta el momento se sustenta en dos ideas fundamentales: el carácter histórico y cultural del mismo y los valores medicinales y gastronómicos del granado.
Se pretende, asimismo, aumentar y entender mejor la historia del Patrimonio Cultural e Histórico de la Alhambra y el Generalife, sobre todo acerca del estilo de vida que ha imperado a lo largo de los años en el conjunto monumental entorno al uso del fruto.
Para ello, la investigadora del CSIC, Expiración García, a partir del análisis de textos árabes y castellanos escritos entre finales del siglo XV y el siglo XVI, ha conseguido documentar, junto a Hernández Bermejo, la presencia del granado en las huertas medievales de los monumentos en el libro Huertas del Generalife-Paisajes agrícolas de al-Ándalus.
La escritora destacó la función del granado como "un producto de cosecha utilizado en forma de adehala en los pagos de la Casa Real". Las razones por las cuales se consideraba un fruto de gran valor, idea que se quiere trasladar a la actualidad, están relacionadas con el mundo medicinal y gastronómico, puesto que se caracteriza por una serie de propiedades antioxidantes muy beneficiosas para nuestra salud.
La presentación del proyecto, que se difundirá mediante una jornada didáctica el próximo jueves, 23 de marzo, en el Palacio de Carlos V, finalizaba con una de las últimas intervenciones de Hernández Bermejo haciendo alusión a una antigua profecía islámica a modo de consejo: "consumir granado evita el odio y el rencor entre las personas".
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