La limpieza de primavera también consiste en reflexionar sobre las personas que tienes en tu vida y ver si conviene hacer criba.
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La limpieza de primavera no solo consiste en tirar trastos o reorganizar el armario, sino también en reflexionar sobre las personas que tienes en tu vida y valorar si hace falta cribar esas relaciones.
Un mensaje de la usuaria de Twitter pariahcar3y se hizo viral el pasado mes de marzo. Se trataba de una guía de cuatro pasos que utiliza para valorar si una relación merece la pena o no. Una especie de auditoría de amistades.
Mi chuleta para hacer una limpieza primaveral de relaciones:1. ¿Seguiríamos llevándonos bien si no me pusiera yo en contacto?2. ¿Cómo me siento después de quedar con esta persona?3. ¿He establecido límites sanos con esa persona? ¿Respeta esos límites?4. ¿Cuánto hacemos el uno por el otro? ¿Está equilibrado?
La psicóloga Andrea Bonior, profesora adjunta de la Universidad de Georgetown, explica a la edición estadounidense del HuffPost que aunque esas preguntas son un buen punto de partida, antes de responderlas hay que ponerlas en contexto. Piensa por qué ha empeorado la amistad: quizás a esa persona le esté pasando algo malo en la vida, pero no debes olvidar lo que habéis vivido juntos.
“En ocasiones, un amigo puede pasar por una mala racha (quizás por la muerte de un familiar) o por un periodo de transición (tener un hijo, por ejemplo). O tal vez sean problemas de depresión o ansiedad lo que no le deja estar ahí contigo”, comenta Bonior. “Así que, aunque la amistad parezca un poco desequilibrada, es importante distinguir entre lo que parece una fase breve y comprensible, en la que aún deberías seguir quedando con esa persona, y un problema a largo plazo que indica que la amistad quizás no te convenga”.
Si tienes un amigo que es una influencia negativa o tóxica en tu vida, ¿cómo puedes romper, por así decirlo? Esto es lo que opinan los expertos:
Cómo saber si te conviene terminar una amistad
La realidad es que no todas las amistades duran para siempre y es completamente normal. Dicho eso, nadie te dice que vayas descartando amigos por cada desliz o riña, solo que debes darte permiso para pasar página cuando una relación ya no te convenga.
“No hace falta que mantengas la amistad con alguien que no va en la misma dirección que tú o que no te apoya cuando luchas para conseguir tus metas”, señala la terapeuta Deborah Duley, fundadora de Empowered Connections, un consultorio especializado en mujeres, niñas y miembros de la comunidad LGTBIQ+. “En ocasiones, maduramos a ritmos distintos. Es normal, una progresión natural a medida que continuamos creciendo y cambiando como personas”, detalla.
Las amistades fuertes tienen un equilibrio sano entre lo que das y lo que tomas. Quizás no sea siempre al 50%, pero con el tiempo, debería haber cierto equilibrio. Si este amigo está absorto en sí mismo y te pide tu tiempo, atención y apoyo pero no ofrece lo mismo a cambio, tal vez sea una señal de que es hora de pasar página.
Otra señal es que te agote la idea de quedar con esa persona, según Duley. “O si ahora te da pereza quedar con esa persona y antes te ilusionaba. Tal vez hayan adquirido conductas que van en contra de tu brújula moral y estés empezando a pensar si quieres mantener la amistad con una persona que hace eso”.
Presta atención también a cómo te sientes cuando recibes un mensaje de ese amigo o cuando propone un plan, recomienda la psicóloga Marie Land. Si te provoca ansiedad o una “sensación de desazón”, quizás sea una señal de que algo va mal.
Cómo romper una amistad
Cuando se va muriendo una relación de pareja, se considera insensible distanciarse poco a poco, pero tanto Duley como Land dicen que es permisible en el contexto de una amistad.
“No sé si es necesario decirle al amigo que quieres romper la amistad. La reducción del interés por veros suele ser suficiente para ’pillarlo”, comenta Duley.
Land coincide con Duley y añade: “Imagínate un partido de tenis cuando pienses en la forma de comunicarte con tu amigo. Permítele que te caigan dos pelotas en tu campo antes de que le devuelvas una. Mándale poco a poco el mensaje de que estás ocupado y no estás disponible”.
Si quieres reparar la amistad, hablarle de tus problemas tiene sentido. Si no, no te sientas en la obligación de dar explicaciones sobre por qué ya no haces el esfuerzo de sacar tiempo para quedar.
“Yo soy partidaria de la honestidad, pero a veces no pasa nada si no montas un drama por dejar una amistad. Basta con mentiras piadosas como ’Estoy muy pendiente del trabajo y de mis aficiones y no tengo mucho tiempo para todos mis amigos”, sugiere.
Sin embargo, si esa persona es un amigo íntimo y sientes que le debes una explicación, o si tienes sentimientos sin resolver que quieres expresar, Duley propone que quedéis para tomar un café y tratar el problema.
“Simplemente dile que sientes que vais a distintos ritmos y que será mejor para todos que solo sigáis en contacto de forma periódica. Prepárate por si se siente dolido o si se enfada. Tener un guion en tu mente sobre cómo gestionar el problema te ayudará a salir del paso”, aconseja Duley.
Y no olvides que un distanciamiento progresivo es muy distinto que cortar el contacto de repente con esa persona, que sería hacer como si no existiera.
“No dejes a la otra persona colgada si no está haciendo lo mismo”, advierte Bonior. “Le debes una explicación más directa (aunque pueda ser incómoda) sobre por qué piensas que tu vida va en otra dirección”.
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