Son mucho más que un homenaje.
Por
Margarita Lázaro
Todo empezó el sábado. A las 22:00 horas, poco después de que Pedro Sánchez declarase el estado de alarma por la crisis, del coronavirus, España entera salió a sus ventanas para dedicar un aplauso colectivo a personal sanitario que trabaja día y noche en la lucha contra el COVID-19. Un día después la convocatoria se adelantó a las 20:00 horas para que así pudiesen participar los niños.
La hora se ha quedado ya fija y el público continúa. Aunque algunos han desistido, sigue habiendo muchos españoles que salen al balcón para unirse a esta convocatoria, que este miércoles cambia de homenajeados. El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ha pedido que se reconozca también la labor en esta crisis de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.
Lo importante en cualquier caso es aplaudir y no faltar a la cita convocada cada tarde con los vecino. Además del homenaje, tiene beneficios a nivel personal.
“Al salir al balcón nos damos cuenta de que no estamos solos en esto”
- JOSÉ ANTONIO LUENGO, PSICÓLOGO
Son gestos que ayudan, porque al salir al balcón nos damos cuenta de que no estamos solos en esto”, apunta el psicólogo José Antonio Luengo, secretario de la Junta de Gobierno del Colegio de Psicólogos de Madrid (COP).
Pasa lo mismo cuando vemos esos aplausos en las noticias. Mucha gente en otras ciudades o en otros puntos de España está haciendo lo mismo. “Nos da fortaleza porque estoy en casa haciendo lo que tengo que hacer para colaborar en esta lucha. Es una sensación de ser buena gente, de ser responsable, de ser buen ciudadano”, asegura el especialista.
“Al salir al balcón nos damos cuenta de que no estamos solos en esto”
- JOSÉ ANTONIO LUENGO, PSICÓLOGO
Son gestos que ayudan, porque al salir al balcón nos damos cuenta de que no estamos solos en esto”, apunta el psicólogo José Antonio Luengo, secretario de la Junta de Gobierno del Colegio de Psicólogos de Madrid (COP).
Pasa lo mismo cuando vemos esos aplausos en las noticias. Mucha gente en otras ciudades o en otros puntos de España está haciendo lo mismo. “Nos da fortaleza porque estoy en casa haciendo lo que tengo que hacer para colaborar en esta lucha. Es una sensación de ser buena gente, de ser responsable, de ser buen ciudadano”, asegura el especialista.
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