“Se ha calificado como cólico del lactante todo lo que no se entendía” |
Jesús Garrido (Guadix, 1971) es uno de los pediatras más populares de España a juzgar por lo que se le cita en los grupos de padres. Pasa consulta en el Hospital la Inmaculada de Granada pero atiende a miles de niños de habla hispana a través de internet. Reconocido con el Premio Influencer en Salud Digital del Año por su blog Mi pediatra on-line, que ha superado las 80 millones de visitas desde que lo abrió en 2010, cuenta con un canal de Youtube con más de 20 millones y posee dos millones de seguidores en Facebook. Ahora presenta su segundo libro: Bebés sin cólicos.
–El cólico del lactante llega después de 9 meses de espera y cuando se supone que todo tienen que ser bucólico. ¿Qué consecuencias tiene para los padres?
–Sobre todo se sienten malos padres. Ven que hay otros niños que están genial, para los que todo es comer y dormir, y sin embargo el suyo no para de llorar. Tienen la sensación de no estar haciendo las cosas bien y por ello sufre su hijo.
–Otros libros le quitan hierro y usted refiere que eso es lo que le contaron en la carrera. ¿Cuál es el error de base?
–Si tú tienes un hijo que está sufriendo y te dicen que en tres meses se cura pero, ¿si se puede quitar en tres días, qué prefieres? El problema es que se ha calificado como cólico del lactante todo lo que no se entendía.
–Ese concepto, ¿ha sido sólo un cajón desastre?
–Claro, cuando no encontramos ninguna causa y el llanto es sólo a ratos pero el resto parece que está bien, entonces se llama cólico del lactante. Sin embargo hay muchos motivos que pueden generar crisis de llanto de esas características.
–Esas causas son las que analiza en el libro.
–Sí, porque el llanto de un bebé es la forma de comunicar a los padres cualquier necesidad y cualquier malestar. Nosotros podemos aprender a entender el significado de ese llanto. Cuando lo hacemos, tenemos información personalizada de ese niño mucho mejor que cualquier regla absurda de: le toca comer cada tres horas.
–No atenderlo cuando llora, ¿puede tener consecuencias también a largo plazo?
–El llanto es el idioma del bebé, aparece de forma instintiva porque consigue un efecto: que los padres hagan lo que necesita para que desaparezca la molestia. Si no lo atienden desaparece el llanto, pero es una primera fase del desarrollo de la sociabilidad y el lenguaje. Si producimos una inutilidad en ese lenguaje, tiene consecuencias en el futuro porque falta un paso inicial, el de la comunicación.
–Con este libro, ¿pueden los padres tratar al niño al interpretar el llanto?
–Quitando el caso del reflujo, que necesita que le prescriban una medicación como es el antiácido, todo lo demás lo podrían hacer los padres por sí solos.
–Hablando de las necesidades afectivas de los bebés, también menciona el colecho. ¿Lo recomienda?
–Desde el punto de vista antropológico, raro era la familia que tenía más de una habitación pero la vida ha cambiado mucho y cosas que se habla que son los mejor porque han sido siempre así, hoy en día no son viables. Por ejemplo, cuando me dicen muchas madres que han empezado a meter el niño en la cama porque pedía mucho el pecho yo siempre les pregunto:¿Descansas? Sólo si me dicen sí, es el método perfecto. Una madre agotada no es la mejor versión de madre que puede ofrecerse a esos hijos.
–Empezó con Mi pediatra on-line en 2010, ¿qué le llevó a hacer divulgación?
–Fundamentalmente la falta de tiempo en la consulta. Cuando empecé trabajaba en la Seguridad Social y en invierno tenía que ver 80 o 90 pacientes en siete horas. Debía explicar muchas cosas y no tenía tiempo. Un amigo me recomendó hacer un blog y así dispondría también en internet de una serie de recomendaciones que yo ya daba en la consulta por escrito. Me di cuenta que eso convertía también en una herramienta muy útil y 80 millones de visitas después parece que así es.
–Una de las últimas entradas es sobre el coronavirus. ¿Hay que preocuparse por los niños?
–Los datos que tenemos hasta ahora de mortalidad por edades dicen que en los menores de 10 años es del cero por ciento. Conforme va subiendo, en el rango de 10 a 19, ya empieza a ser del 0,2% va subiendo hasta tener un máximo, por encima de los 80 años, de un 15% de mortalidad. Si sigue con esas tasas en niños, si se contagian, posiblemente lo pasarán como un resfriado.
–Es un consuelo, porque las recomendaciones de higiene de la OMS de lavarse muchos las manos, ¿cómo se siguen en una clase?
–No se siguen. Las recomendaciones de la OMS sobre el coronavirus sirven para los adultos pero para los niños no son viables.
–Su primer libro, Crianza respetuosa, abordaba de forma general los primeros años de vida y este se centra en un problema específico. ¿Trabaja ya en un tercero?
–Sí, yo no paro de hacer cosas. El primero fue una forma de expresar una visión general de la crianza y manifestar, dentro de todas las tendencias, el lugar en el que yo me enmarco. Ahora empiezo a dar respuestas a lo que podríamos llamar 'los puntos de dolor de los padres'. El primero, si tu hijo tiene cólico; el próximo será sobre la alimentación infantil: cuando empezamos a introducir alimentos, si el niño no gana peso...
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