¿Esa presión en el pecho y esa falta de aliento es porque tu cuerpo está reaccionando a la incertidumbre o porque tienes el virus?
Por
Stephanie Barnes
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Estamos viviendo una época sin precedentes en nuestra vida. A medida que el coronavirus sigue expandiéndose por todo el mundo, muchas personas han entrado en una espiral de ansiedad y miedo. ¿Esa presión en el pecho y esa falta de aliento es porque tu cuerpo está reaccionando a la incertidumbre o porque tienes el virus?
Algunos de los síntomas que se asocian a la ansiedad coinciden con los del COVID-19, de modo que quizás te cueste distinguirlos, pero aquí tienes una ayuda.
Hay síntomas comunes y síntomas diferentes
“Hay algunos síntomas del COVID-19 que coinciden con los de la ansiedad, como la falta de aliento, la presión en el pecho, la pérdida de apetito y la diarrea”, expone la naturópata Kate Denniston, de Los Angeles Integrative Health.
Pese a que la dificultad para respirar es uno de los síntomas más conocidos de la ansiedad y del COVID-19, hay varias claves para distinguir de qué afección se trata. Denniston sugiere que te tomes un momento para comprobar qué tal estás y recordar qué estabas haciendo antes de que empezaran los síntomas.
“Quizás estés pensando demasiado en las noticias, en las dificultades económicas o te preocupe no encontrar los suministros que necesitas”, comenta. “¿Alguna vez has tenido ansiedad? Si es así, ¿se parece lo que sientes ahora a lo que sentiste en el pasado?”.
Si eres capaz de tranquilizarte y mantener la respiración estable durante varios minutos, probablemente no tengas coronavirus.
“La falta de aire que provoca el COVID-19 se va intensificando de forma gradual y puede ser un peligro para la vida durante horas o días si no recibes atención médica”, explica Sarah Johnson, jefa de medicina de Landmark Recovery.
“Si sientes que te falta el aliento, llama a alguien por teléfono. Si puedes hablar y logras que te entienda sin quedarte sin aliento, probablemente sea ansiedad”
Otra forma de comprobar qué tal estás es hablar, explica Anthony Freire, director clínico y fundador del Soho Center for Mental Health Counseling. Freire señala que lo peor del virus son los problemas respiratorios que provoca.
“Parecen iguales [que los de la ansiedad]: garganta cerrada, falta de aire, respiración superficial...”, explica. “Si sientes que te falta el aliento, llama a alguien por teléfono. Si puedes hablar y logras que te entienda sin quedarte sin aliento, probablemente sea ansiedad”.
Otra forma de distinguir el COVID-19 de la ansiedad es la fiebre persistente.
“Posiblemente sientas otros síntomas que no estarían presentes durante un ataque de ansiedad: tos seca, dolores, cansancio y congestión”, señala la terapeuta Ibinye Osibodu-Onyali.
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Cómo gestionar la ansiedad por el coronavirus
Lo primero de todo es entender que no estás solo y que es completamente normal sufrir ansiedad en una situación así.
“Sentir un poco de ansiedad es bueno porque te mantiene alerta. Es la forma que tiene tu cuerpo de protegerte del peligro”, explica Osibodu-Onyali.
“Esa pizca de ansiedad te hace lavarte las manos, quedarte en casa y estar en guardia por lo que pueda pasar”, añade.
“Sentir un poco de ansiedad es bueno porque te mantiene alerta. Esa pizca de ansiedad te hace lavarte las manos, quedarte en casa y estar en guardia por lo que pueda pasa”
“Sin ansiedad, igual dejas de aislarte socialmente y te pones en peligro”, señala Osibodu-Onyali. “Cuando te encuentras en una situación nueva, es totalmente normal estar alerta. La ansiedad aparece por todas las incógnitas que sientes: todavía no hay medicamentos para el COVID-19, no se sabe cuándo va a acabar el aislamiento y nunca has vivido una pandemia”.
Osibodu-Onyali sugiere que tomes las siguientes medidas:
Imponte un horario.
Millones de personas se han visto obligadas de repente a trabajar o estudiar desde casa. No conviene que te pasees por casa en pijama todo el día. Planifica tu rutina y la de tu familia.
Deja de ver y leer noticias.
Muchas personas tienen las noticias puestas todo el día y lo único que hacen así es agravar su ansiedad. Si te pasas el día pensando en el coronavirus, acabarás creyendo que es lo único importante en el mundo ahora mismo. Hazte un favor y date un respiro.
Céntrate en lo que sí puedes hacer.
Hay muchas cosas que no se saben a día de hoy, pero puedes controlar la clase de persona que eres en estas circunstancias. Puedes ser alguien que sigue las recomendaciones de los expertos, que hace sonreír a los demás publicando noticias positivas en las redes, que mantiene el contacto con sus seres queridos y mantiene unido el hogar.
Merece la pena tomar medidas de prevención
Al mismo tiempo que haces lo posible por mantener la ansiedad a raya, no te olvides de protegerte del coronavirus siguiendo las recomendaciones de los expertos.
A estas alturas probablemente sepas qué puedes hacer para no contraer el virus (lavarte las manos con agua y jabón durante 20 segundos como mínimo, no tocarte la cara con las manos sin lavar y limitar todo lo posible el contacto humano), pero también debes mantenerte saludable.
La doctora Linda Anegawa, de PlushCare, habla de la importancia de tomar alimentos sanos y dormir al menos siete horas diarias. Si tienes balcón o terraza, Denniston recomienda aprovechar cuando haga sol para producir suficiente vitamina D.
Si tienes síntomas de COVID-19, no vayas al médico, llama a los números de atención sanitaria por coronavirus de tu comunidad autónoma. Vigila tu temperatura y otros síntomas para darles a los profesionales de la salud la información más completa posible.
Sin embargo, hay casos en los que sí se debe acudir a urgencias de inmediato.
“Los síntomas que constituyen una urgencia médica son problemas respiratorios graves, confusión, cambios de estado mental y fiebre alta”, enumera Johnson. “Las personas con problemas de salud, como diabetes, trastornos inmunitarios y problemas de corazón (y en general las personas mayores) deberían ponerse en contacto con los médicos a la menor señal de infección”, concluye.
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