“Cuanto menos hacemos, más derrotados nos sentimos”.
Por
Rachel Moss
NICOMENIJES VIA GETTY IMAGES |
Pasar todo el día sin hacer nada es agotador, ¿verdad?
Los trabajadores de servicios esenciales probablemente no sepáis de qué va esto, porque estáis más ajetreados que nunca ahora mismo, pero quienes están aprendiendo a teletrabajar desde el sofá notan que el cansancio se apodera de ellos, y ahora no se le puede echar la culpa al bus o al metro.
La psicoterapeuta Lucy Beresford señala que no es ninguna sorpresa que la gente se sienta más cansada de lo habitual, ya que “psicológicamente, estamos configurados para buscar desarrollo y estímulos”.
“Si no incluimos una estructura, un interés o amor propio en nuestro día a día, el tiempo se alarga dolorosamente y nos sentimos derrotados, aletargados e incluso deprimidos”, explica. “Cuanto menos hacemos, más derrotados nos sentimos”.
“El estrés crónico, aunque sea leve, también es muy agotador”, añade el doctor Roger Henderson, director médico de Liva Healthcare. Y no cabe duda de que la situación actual es estresante.
“Aunque el aumento de niveles de hormonas relacionadas con la ansiedad, como la adrenalina, sea útil en momentos puntuales, reduce la energía del organismo, provocando fatiga física y mental”, expone.
Llevar una vida sedentaria también te puede hacer sentir somnoliento, añade el doctor Henderson.
“Puede parecer contraintuitivo, pero cuanto menos ejercicio hagas, más cansancio sentirás. La inactividad prolongada, incluso en personas con buen estado físico, puede provocar cansancio y falta de motivación, además de afectar al funcionamiento y al volumen muscular y reducir la tolerancia al ejercicio físico. Aquí encajaría el lema de ‘o lo usas o lo pierdes’”, explica.
El ejercicio físico “altera de forma positiva el equilibrio bioquímico y hormonal del organismo”, señala el doctor Henderson, y “quema” algunas de las hormonas del estrés. De ahí que, si no haces ejercicio, te sientes más estresado y cansado.
“La inactividad prolongada puede provocar cansancio y falta de motivación, además de afectar al funcionamiento y al volumen muscular”
Es probable que la pandemia te esté pasando factura y haciendo estar más cansado durante el día, ya que el estrés “afecta tanto al número de horas como a la calidad del descanso”, afirma la especialista del sueño Michelle Miller, de la Universidad de Warwick (Inglaterra).
“La falta de sueño afecta a la regulación, inhibición, control y juicio de las emociones”, sostiene la doctora Miller. “Se asocia a un bajo estado de ánimo, a una mayor irritabilidad y a la falta de concentración en las tareas”.
Para empeorar las cosas, es posible que el reciente cambio de hora te haya dejado con una sensación similar a la del jet lag, indica Maryanne Taylor, fundadora de The Sleep Works. Por no hablar de la astenia primaveral.
“Una sola hora es capaz de desestabilizar el reloj interno del cuerpo. Puede hacer que te sientas más cansado o aturdido a lo largo del día”, explica Taylor. “Nuestra concentración y productividad puede caer por el sueño”.
¿Qué puedes hacer para sentirte con más energía? El primer paso es comprender los conceptos básicos de un buen descanso. Eso incluye dejar de ver las noticias y las redes sociales antes de dormir, crear un entorno de descanso adecuado y tratar de seguir un horario regular al acostarte y despertar.
El doctor Mark Perara, de Babylon, recomienda incluir actividades diarias que te estimulen en el plano físico, intelectual, emocional y social.
Físico: Haz ejercicio, aunque sea un trote estático.
Intelectual: Aprende un nuevo idioma con ayuda de una aplicación, por ejemplo.
Emocional: Comunícate con tus seres queridos y muéstrales tu alegría por estar todos vivos y sanos.
Social: Haz llamadas y videollamadas con tu círculo social para sentiros unidos como grupo y como individuos.
Beresford añade que tu rutina debería incluir un equilibrio entre trabajo y diversión. “Podría ser limpiar el baño mientras escuchas un podcast y luego bañarte, o escribir una presentación, hacer yoga y probar una receta nueva”, propone.
Ayudar a otras personas también es un modo de sacudirse algo de fatiga general. “Habla con amigos o familiares o apúntate a algún voluntariado para hacer compañía telefónica a una persona que esté aislada o no tenga a nadie más”, aconseja Beresford. “Hacer algo bueno por los demás es una forma estupenda de sentirse con más energía”.
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