La crisis casi terminal de Ciudadanos le impide aprovechar los réditos de su papel en la Junta
En Andalucía se estaría produciendo un cambio político de grandes consecuencias si nos atenemos a los resultados de un sondeo que señala, en lo esencial, que el PP podría ganar las elecciones autonómicas con hasta 34 escaños, seguido del PSOE con 30, Vox con 19, UP con 13 y Ciudadanos con 11. El aún intonso partido de Teresa Rodríguez se asomaría al Parlamento con dos escaños. Ya saben ustedes que la mayoría de gobierno está en 55, de modo que bastan unas fáciles sumas para comprender lo que aquí está pasando.
El cambio minimalista y casi imperceptible que parece la clave de esta legislatura -tan imperceptible que hay un nada despreciable 8% de los encuestados ¡que cree que el PSOE sigue gobernando en Andalucía!- está dando sus frutos por donde quizás menos se podía esperar: el rápido desinflamiento de la inmensa bolsa de voto rural, potencialmente conservador y hasta derechista, que el PSOE ha venido usufructuando durante décadas merced a la explotación, como sólo él sabe hacerlo, del viejo antagonismo de clase entre "pueblo" y "señoritos", o falsa élite, que ha marcado el destino de Andalucía. ¿Qué puede estar pasando? Desaparecido el PSOE del primer plano por los continuos problemas de corrupción y los conflictos internos, frenado por sus pactos infumables a nivel nacional y, sobre todo, esclavo de la deriva ideológica progre que lo ha hecho irreconocible para muchos de sus viejos votantes, su tirón electoral se desmaya hasta ese 25% de la encuesta, que es el propio del partido en el resto de España.
Sólo el PP y Vox se benefician de esta corriente que es perceptible, sin otra encuesta que la atención al entorno, para cualquiera. La crisis casi terminal de Ciudadanos le impide aprovechar los réditos de su papel en la Junta y es plausible pensar que la gran mayoría de sus desafectos están recalando en el PP, lo que explicaría el importante crecimiento de este partido. Pero, ¿y Vox? ¿De dónde saca Vox esos nuevos electores que le impulsan hasta la posible veintena de escaños y le convierten en tercera fuerza a nivel regional, segunda en muchísimos municipios donde consigue incluso superar al PP? Esta es la gran cuestión porque no está nada claro que sigan siendo desilusionados del PP de Rajoy. ¿Puede estar nutriéndose Vox, ya de manera masiva, de voto procedente del socialismo? Si esto es así, el cambio en Andalucía podría ser telúrico.
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