Estación Diseño trae por primera vez a Andalucía la II Bienal Iberoamericana de esta disciplina, con más de 400 obras creativas
Diseño y textil se mezclan en esta muestra que aúna trabajos de diseñadores de 22 países. :: RAMÓN L. PÉREZ
La noticia no es que esta muestra esté en Granada; la noticia es que no se conozca. La II Bienal Iberoamericana de Diseño se instaló en Estación Diseño, en Armilla, el pasado 17 de junio, y más de dos meses después sigue ignorada por el gran público. Y eso que es una exposición que se celebra cada dos años en Madrid, que la organizan Dimad y la Central de Diseño de la capital, y por primera vez llega a Andalucía gracias al respaldo de la Asociación Andaluza de Diseñadores. Más de 400 trabajos de diseñadores de 22 países, entre los que se encuentran España, Portugal y las regiones de Latinoamérica.
Los productos han inundado Estación Diseño. Por los pasillos, por las aulas, por las salas de los profesores, se encuentran las láminas de algunos de los trabajos, esperando a que las admiren. Y en el sótano, la gran muestra: los productos originales premiados y algunos de los diseñadores más galardonados. Este año, la Bienal gira en torno a dos ejes temáticos: 'diseño para todos' y 'diseño para el desarrollo'. El primero, pensado para que todas las personas, sin barrera de edad, tamaño o minusvalía, puedan utilizar todos los espacios, productos y servicios de su entorno; el segundo, busca impulsar el desarrollo social de las comunidades más desfavorecidas, y dar especial protagonismo a las producciones que posibiliten soluciones innovadoras a estas realidades.
Moda y textil, digital, arquitectura, interiorismo, gráficos... un abanico de objetos fascinantes que presumen de una impresionante creatividad. Por ejemplo, en esa línea de romper barreras, una chaqueta diseñada para personas a las que les falte un brazo, con todos los cierres y bolsillos adaptados a la minusvalía que les afecta. O trajes hechos con tejidos tradiciones de Latinoamérica, o con retales de telas que usan las amas de casa y que pueden volver a aprovechar.
Entre los más curiosos, una chaqueta con una placa fotovoltaica para cargar el teléfono móvil; las zapatillas 'Armo', totalmente desmontables; una vajilla recubierta de neopreno, que mantiene el calor y evita que se traspase a la mano de quien lo porta; una silla de ruedas que se convierte en camilla; o tanques para transportar el agua en los países menos desarrollados, con un equipo de desplazamiento que permite llevarlo sin cargarlo en peso.
Materiales sostenibles
Siguiendo esa línea del diseño para el desarrollo, predominan los materiales naturales, como el coco para crear maceteros; el cartón para fabricar muebles; o salvamanteles de junco. Con el mismo carácter sostenible, una lámpara creada con fibras de Sisal y por la que ya se ha interesado la internacional Ikea para comercializarla en sus tiendas.
Entre los productos, dos andaluces. El primero, de Boris Micka, una obra que puede parecernos cercana: el Museo Memoria de Andalucía, del Centro Cultural CajaGranada. El segundo, de Lorenzo Bennassar, unas ilustraciones que formaron parte de una exposición colectiva en Córdoba a favor de los afectados por el desastre de Haití.
La inauguración de esta Bienal coincidió con la apertura de Estación Diseño, un nuevo centro de formación y promoción del diseño con el objetivo de convertirse en un referente andaluz. Sus cursos de diseño y artes visuales conviven en el mismo edificio con exposiciones, talleres y otros eventos, como los que han celebrado este verano, tanto para niños como para adultos. La Bienal estará abierta hasta noviembre, en horario de mañana y tarde hasta su clausura.
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