Los ejes tendrán unos 20 centímetros menos para que el conductor no tenga que maniobrar en ciertos puntos de la ciudad
A. GONZÁLEZ VERA GRANADA
La construcción del tren turístico a la Alhambra se ha convertido en un proceso similar a la elaboración de un traje a medida. Las singularidades de la ciudad requieren un conocimiento tan exhaustivo de sus calles que después de varias mediciones los técnicos de la empresa constructora del tren han tenido que cambiar las dimensiones de los vehículos para que los conductores no tengan que maniobrar en determinados giros.
Los cambios pasan por hacer un poco más estrecho el tren, lo que obliga a modificar los ejes del vehículo recortándolos unos 20 centímetros para que el transporte pase con holgura por ciertos puntos del recorrido, por ejemplo en el giro entre la calle San Jerónimo hacia la Romanilla. De esta forma, el eje se quedará en 1,90 metros.
La empresa concesionaria del proyecto, Julià S. A. explicó ayer que una vez que se supieron ganadores los técnicos hicieron un estudio de movilidad por la ciudad en el que recomendaron cambiar el diseño y algunas piezas para ganar más ángulo en los giros. "No es que el tren no pasara por las calles pero para que los conductores circularan con más tranquilidad se recomendó hacer esta modificación", explican desde Julià. Con esta contingencia sobre la mesa la empresa pidió por escrito al Ayuntamiento una prórroga para poner a circular los cuatro vehículos. Esto hará que los granadinos y turistas no vean el tren por las calles de Granada hasta finales de noviembre o principios de diciembre cuando, en principio, el servicio debería haber estado funcionando desde la segunda quincena de septiembre.
"Han tenido que reducir un poco el tamaño y esa reforma del vehículo es lo que está retrasando", explicó ayer el alcalde de la ciudad, José Torres Hurtado. Por su parte, la concejal de Movilidad, Telesfora Ruiz, añadió que el trámite para homologar el nuevo vehículo con las nuevas características es el proceso burocrático que más retrasará la puesta en marcha de los vehículos.
Aunque ninguna de las partes supo explicar si este retraso en el calendario supondrá una sanción a la empresa por parte del Ayuntamiento, la propia Julià reconoció que ellos son los primeros perjudicados por esta situación puesto que están dejando de prestar el servicio en unos meses que son considerados de temporada alta para el turismo en la ciudad.
"La empresa prefiere perder durante estos meses pero asegurarnos la calidad y la seguridad del servicio", añadieron desde la empresa catalana. Los cuatro trenes que circularán por Granada se están construyendo principalmente en la empresa Ayats, en Cataluña, aunque hay proveedores repartidos por toda España e incluso por el extranjero.
Este nuevo servicio de transporte turístico, que será gestionado por la iniciativa privada, se pondrá en marcha en la ciudad bajo el nombre de Granada City Tour y realizará un recorrido por las zonas más emblemáticas de la ciudad.
El diseño de los nuevos vehículos ha sido pensado expresamente para este proyecto, con características especiales como techos panorámicos que permiten una mejor visibilidad, wifi gratuito y un sistema de audioguía en doce idiomas y con dos canales adicionales con explicaciones especiales para los más pequeños.
Dado que el vehículo pasará junto al conjunto monumental de la Alhambra, a cuya conservación afecta el paso del tráfico rodado, irá equipado con un motor híbrido único en su clase que permitirá reducir los gases contaminantes en un 40% con respecto a los trenes convencionales.
La concesión del tren se dio tras concurso público en el mes de mayo a la UTE integrada por Grupo Julià y el Tren Progresa S. L. La duración será de diez años prorrogables durante cinco años más, una vez cumplido el plazo.
Los cambios pasan por hacer un poco más estrecho el tren, lo que obliga a modificar los ejes del vehículo recortándolos unos 20 centímetros para que el transporte pase con holgura por ciertos puntos del recorrido, por ejemplo en el giro entre la calle San Jerónimo hacia la Romanilla. De esta forma, el eje se quedará en 1,90 metros.
La empresa concesionaria del proyecto, Julià S. A. explicó ayer que una vez que se supieron ganadores los técnicos hicieron un estudio de movilidad por la ciudad en el que recomendaron cambiar el diseño y algunas piezas para ganar más ángulo en los giros. "No es que el tren no pasara por las calles pero para que los conductores circularan con más tranquilidad se recomendó hacer esta modificación", explican desde Julià. Con esta contingencia sobre la mesa la empresa pidió por escrito al Ayuntamiento una prórroga para poner a circular los cuatro vehículos. Esto hará que los granadinos y turistas no vean el tren por las calles de Granada hasta finales de noviembre o principios de diciembre cuando, en principio, el servicio debería haber estado funcionando desde la segunda quincena de septiembre.
"Han tenido que reducir un poco el tamaño y esa reforma del vehículo es lo que está retrasando", explicó ayer el alcalde de la ciudad, José Torres Hurtado. Por su parte, la concejal de Movilidad, Telesfora Ruiz, añadió que el trámite para homologar el nuevo vehículo con las nuevas características es el proceso burocrático que más retrasará la puesta en marcha de los vehículos.
Aunque ninguna de las partes supo explicar si este retraso en el calendario supondrá una sanción a la empresa por parte del Ayuntamiento, la propia Julià reconoció que ellos son los primeros perjudicados por esta situación puesto que están dejando de prestar el servicio en unos meses que son considerados de temporada alta para el turismo en la ciudad.
"La empresa prefiere perder durante estos meses pero asegurarnos la calidad y la seguridad del servicio", añadieron desde la empresa catalana. Los cuatro trenes que circularán por Granada se están construyendo principalmente en la empresa Ayats, en Cataluña, aunque hay proveedores repartidos por toda España e incluso por el extranjero.
Este nuevo servicio de transporte turístico, que será gestionado por la iniciativa privada, se pondrá en marcha en la ciudad bajo el nombre de Granada City Tour y realizará un recorrido por las zonas más emblemáticas de la ciudad.
El diseño de los nuevos vehículos ha sido pensado expresamente para este proyecto, con características especiales como techos panorámicos que permiten una mejor visibilidad, wifi gratuito y un sistema de audioguía en doce idiomas y con dos canales adicionales con explicaciones especiales para los más pequeños.
Dado que el vehículo pasará junto al conjunto monumental de la Alhambra, a cuya conservación afecta el paso del tráfico rodado, irá equipado con un motor híbrido único en su clase que permitirá reducir los gases contaminantes en un 40% con respecto a los trenes convencionales.
La concesión del tren se dio tras concurso público en el mes de mayo a la UTE integrada por Grupo Julià y el Tren Progresa S. L. La duración será de diez años prorrogables durante cinco años más, una vez cumplido el plazo.
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