La coordinación educativa permite mejorar la atención a los menores en los propios centros antes de derivar los casos 'imposibles' a la Fiscalía
D. J. GENIZ - S. VALLEJO GRANADA
Más de 200 menores de la capital son susceptibles de faltar a clase. Éste es uno de los datos que se desprende del balance del Proyecto de Intervención Socioeducativa para la prevención, seguimiento y control del absentismo escolar que realizan desde el Ayuntamiento de Granada dentro del plan provincial contra el absentismo escolar de Granada.
La intervención municipal, que se apoya en los centros de servicios sociales y la Policía Local, se produce después de que los docentes, la dirección del centro educativo y los servicios sociales no hayan podido solucionar la ausencia continuada de un menor al aula. Se trata de un proceso en el que intervienen distintas administraciones y entes.
Poco a poco el plan integral contra el absentismo escolar va dando sus frutos y la coordinación entre los distintos entes que participan en dicho programa ha permitido que las familias -especialmente aquéllas en riesgo de exclusión social- tomen conciencia sobre la necesidad de que sus hijos acudan con regularidad a clase y colaboren en conseguir este objetivo.
El plan provincial se aprobó en 2012 y en él participan los centros públicos y concertados tanto de Primaria como de Secundaria. En la capital afecta a todos los distritos pero especialmente a Zaidín y Zona Norte, donde los centros municipales de servicios sociales coordinan las intervenciones.
Según los datos facilitados por el área de Familia del Ayuntamiento de Granada, el curso pasado se intervino en 201 menores de la capital a través de los centros municipales de servicios sociales. Por distritos, la mayoría de las intervenciones fueron en la zona Norte (98 intervenciones), seguida de Zaidín (37), Chana (19), Genil (13), Albaicín (9), Beiro (8), Centro (7) y Ronda (3).
De los 201 menores atendidos, 83 resolvieron sus problemas de absentismo, 93 no lo solucionaron y 25 terminaron por abandonar la escuela.
La comisión cuenta con un plan de actuación general para cada caso. Así, cuando se percibe la falta continuada de un alumno a clase (cinco días lectivos al mes en Primaria y 25 horas mensuales en Secundaria) los primeros en intervenir son el tutor y la dirección del centro, que se pondrán en contacto con los padres y solicitarán la colaboración de las asociaciones especializadas en este asunto, que, no obstante, desarrollan tareas de prevención con aquellas familias en riesgo de exclusión social, de donde suelen proceder -no siempre- los menores absentistas. Si el problema no se soluciona, son los servicios sociales de las administraciones públicas los que actúan, siempre en contacto con la familia del alumno.
En caso de que la ausencia del menor continúe, es cuando se requiere la participación policial, que obliga a firmar a la familia un acta de compromiso para que su hijo acuda con regularidad al centro educativo. Si finalmente el absentismo persiste, el caso se deriva de a la Delegación territorial de Educación y de ahí se eleva a Protección de Menores o la Fiscalía de Menores, que puede condenar a los padres.
La mayoría de las intervenciones se realiza en hijos de familias que por circunstancias económicas y sociales están en riesgo de faltar a clase. La coordinación entre los participantes ha logrado que las familias sean cada vez más conscientes de la necesidad de que sus hijos acudan con regularidad a los centros de enseñanza y de implicarse en dicho objetivo.
De hecho, según confirmó el propio concejal de Familia y Bienestar Social del Ayuntamiento de Granada, Fernando Egea, es fundamental la colaboración de los padres. De hecho, han detectado un problema y es la "complicidad" de muchos padres a la hora de justificar las faltas a clase de sus hijos, amparándose en posibles enfermedades. De ahí que el Ayuntamiento haya aprobado en pleno solicitar a Salud que sea un médico el que justifique las faltas de los niños a clase para saber si realmente están enfermos o desde las familias se está encubriendo el absentismo.
Aunque en todos los distritos de la capital hay comisiones, es en el Zaidín y la Zona Norte donde el absentismo tiene más incidencia.
En el Zaidín participan 16 centros en este programa. El curso pasado atendieron un total de 98 menores en el barrio. Los centros educativos derivaron directamente a los servicios sociales municipales 20 niños nuevos por problemática socio-familiar y se mantuvo la intervención en 17 menores del curso anterior. Del total, 17 se resolvieron (10 en Primaria y 7 en Secundaria) y 16 no porque o bien los niños han vuelto a su país de origen o han cumplido los 16 años durante el curso. Además, hubo 4 casos de abandono. En el Zaidín durante el curso pasado sólo hizo falta realizar una derivación a nivel III (Fiscalía).
En la zona Norte participa todo el distrito pero con especial incidencia en la Barriada de la Paz, Polígono de Cartuja y Polígono Almanjáyar. En total, 19 centros (los 15 del distrito más 8 de otras zonas pero que tienen niños procedentes de este distrito).
Según la memoria de actuación del curso pasado, en la zona Norte se derivaron a los centros municipales a 98 menores, de los que 58 eran casos nuevos (35 niñas y 23 niños) y 40 menores eran casos derivados del curso anterior que mantenían el absentismo (22 niñas y 18 niños). Del total, se resolvieron 43 casos y 44 no encontraron solución por el traslado del niño o la falta de acuerdo. En el distrito se derivaron tres casos a Fiscalía y hubo dos derivaciones a tratamiento familiar. Finalmente, se registraron 11 casos de abandono escolar.
Del total de casos intervenidos en la capital a través de los servicios municipales, es interesante el dato que arroja que las niñas tienen más peligro de ser absentistas que los niños (108 frente a 93 casos). Por nivel educativo, la Secundaria es el nivel más difícil aunque también hay casos complicados en Primaria.
La intervención municipal, que se apoya en los centros de servicios sociales y la Policía Local, se produce después de que los docentes, la dirección del centro educativo y los servicios sociales no hayan podido solucionar la ausencia continuada de un menor al aula. Se trata de un proceso en el que intervienen distintas administraciones y entes.
Poco a poco el plan integral contra el absentismo escolar va dando sus frutos y la coordinación entre los distintos entes que participan en dicho programa ha permitido que las familias -especialmente aquéllas en riesgo de exclusión social- tomen conciencia sobre la necesidad de que sus hijos acudan con regularidad a clase y colaboren en conseguir este objetivo.
El plan provincial se aprobó en 2012 y en él participan los centros públicos y concertados tanto de Primaria como de Secundaria. En la capital afecta a todos los distritos pero especialmente a Zaidín y Zona Norte, donde los centros municipales de servicios sociales coordinan las intervenciones.
Según los datos facilitados por el área de Familia del Ayuntamiento de Granada, el curso pasado se intervino en 201 menores de la capital a través de los centros municipales de servicios sociales. Por distritos, la mayoría de las intervenciones fueron en la zona Norte (98 intervenciones), seguida de Zaidín (37), Chana (19), Genil (13), Albaicín (9), Beiro (8), Centro (7) y Ronda (3).
De los 201 menores atendidos, 83 resolvieron sus problemas de absentismo, 93 no lo solucionaron y 25 terminaron por abandonar la escuela.
La comisión cuenta con un plan de actuación general para cada caso. Así, cuando se percibe la falta continuada de un alumno a clase (cinco días lectivos al mes en Primaria y 25 horas mensuales en Secundaria) los primeros en intervenir son el tutor y la dirección del centro, que se pondrán en contacto con los padres y solicitarán la colaboración de las asociaciones especializadas en este asunto, que, no obstante, desarrollan tareas de prevención con aquellas familias en riesgo de exclusión social, de donde suelen proceder -no siempre- los menores absentistas. Si el problema no se soluciona, son los servicios sociales de las administraciones públicas los que actúan, siempre en contacto con la familia del alumno.
En caso de que la ausencia del menor continúe, es cuando se requiere la participación policial, que obliga a firmar a la familia un acta de compromiso para que su hijo acuda con regularidad al centro educativo. Si finalmente el absentismo persiste, el caso se deriva de a la Delegación territorial de Educación y de ahí se eleva a Protección de Menores o la Fiscalía de Menores, que puede condenar a los padres.
La mayoría de las intervenciones se realiza en hijos de familias que por circunstancias económicas y sociales están en riesgo de faltar a clase. La coordinación entre los participantes ha logrado que las familias sean cada vez más conscientes de la necesidad de que sus hijos acudan con regularidad a los centros de enseñanza y de implicarse en dicho objetivo.
De hecho, según confirmó el propio concejal de Familia y Bienestar Social del Ayuntamiento de Granada, Fernando Egea, es fundamental la colaboración de los padres. De hecho, han detectado un problema y es la "complicidad" de muchos padres a la hora de justificar las faltas a clase de sus hijos, amparándose en posibles enfermedades. De ahí que el Ayuntamiento haya aprobado en pleno solicitar a Salud que sea un médico el que justifique las faltas de los niños a clase para saber si realmente están enfermos o desde las familias se está encubriendo el absentismo.
Aunque en todos los distritos de la capital hay comisiones, es en el Zaidín y la Zona Norte donde el absentismo tiene más incidencia.
En el Zaidín participan 16 centros en este programa. El curso pasado atendieron un total de 98 menores en el barrio. Los centros educativos derivaron directamente a los servicios sociales municipales 20 niños nuevos por problemática socio-familiar y se mantuvo la intervención en 17 menores del curso anterior. Del total, 17 se resolvieron (10 en Primaria y 7 en Secundaria) y 16 no porque o bien los niños han vuelto a su país de origen o han cumplido los 16 años durante el curso. Además, hubo 4 casos de abandono. En el Zaidín durante el curso pasado sólo hizo falta realizar una derivación a nivel III (Fiscalía).
En la zona Norte participa todo el distrito pero con especial incidencia en la Barriada de la Paz, Polígono de Cartuja y Polígono Almanjáyar. En total, 19 centros (los 15 del distrito más 8 de otras zonas pero que tienen niños procedentes de este distrito).
Según la memoria de actuación del curso pasado, en la zona Norte se derivaron a los centros municipales a 98 menores, de los que 58 eran casos nuevos (35 niñas y 23 niños) y 40 menores eran casos derivados del curso anterior que mantenían el absentismo (22 niñas y 18 niños). Del total, se resolvieron 43 casos y 44 no encontraron solución por el traslado del niño o la falta de acuerdo. En el distrito se derivaron tres casos a Fiscalía y hubo dos derivaciones a tratamiento familiar. Finalmente, se registraron 11 casos de abandono escolar.
Del total de casos intervenidos en la capital a través de los servicios municipales, es interesante el dato que arroja que las niñas tienen más peligro de ser absentistas que los niños (108 frente a 93 casos). Por nivel educativo, la Secundaria es el nivel más difícil aunque también hay casos complicados en Primaria.
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