LOURDES MINGORANCE GRANADA
En el año 2011 la Junta de Andalucía redactó un catálogo para identificar las zonas con necesidad de transformación social. Áreas golpeadas duramente por el desempleo, el abandono escolar o la escasez de inversiones que brindan muy pocas oportunidades a sus vecinos. Cuatro años después, y a pesar de este informe, la situación no ha variado. Según indicaron ayer los integrantes de la Asociación Andaluza de Barrios Ignorados en Granada, la situación de pobreza o exclusión que viven estos barrios lejos de arreglarse se ha agravado. Y no solo eso, con la crisis económica han aumentado las áreas con necesidades urgentes o "puntos negros de exclusión" en el mapa de la provincia que ahora este colectivo se propone borrar mediante una actuación integral. Para ello han presentado una auténtica batería de medidas que desean que se conviertan en el objetivo prioritario de los programas electorales de los partidos políticos inmersos en dos procesos de elecciones.
En total, según detallaron, existen 27 puntos con estas características en la provincia. La mayoría están registrados en el mencionado catálogo de la Junta. Sin embargo, ellos mismos han actualizado algunos nuevos después de detectar las carencias que soportan los vecinos. En la capital, han contabilizado siete, cinco de ellas ubicadas en la Zona Norte: Almanjáyar, Cartuja, Casería de Montijo, La Paz y Rey Badis, otra en Albaicín (Haza Grande) y la barriada de Santa Adela (Zaidín). Pero además, mencionaron La Cañada y el Barranco (Atarfe), el barrio de San Isidro y el Barrio Nuevo San Clemente (Huéscar), Las Cuevas en Guadix, Marchal (Purullena), Cuevas de Baza, Los Guájares, Huerta Carrasco y San Antonio (Motril), Agrón, Alomartes (Íllora), Iznalloz-Castillo, Vista Alegre, Las Flores y Las Cuevas (Pinos Puente), Fuente Vaqueros, Zagra, Guadahortuna y Torre Cardela.
Según explicaron los integrantes de la asociación, estas áreas están caracterizadas por la pobreza, la exclusión y la marginación que ha motivado patologías personales, familiares y comunitarias "muy difíciles de recuperar", pero también la desconexión con el resto de la ciudadanía, escasez de medios, deterioro urbano de la vivienda, de los espacios públicos y el déficit de las infraestructuras. "En estos barrios existe una tasa de desempleo de entre el 60 y el 70%. La mortalidad es 2,5 veces superior al resto de la ciudad y el fracaso escolar se sitúa en torno al 70%", remarcaron los integrantes de la plataforma. Todo ello, repercute en el incumplimiento de normas municipales como tráfico, uso de la vía pública que no mejora dada la "estrategia de permisibilidad" que mantienen las administraciones y la debilidad del tejido asociativo siempre condicionado por el miedo a "perder las subvenciones", remarcaron.
Por eso, ellos se han marcado tres estrategias para abordar el problema. La primera es una actuación integral que tome en consideración la dimensión humana, el trabajo con las personas y las familias para evitar estas patologías. Por otra parte, el desarrollo de la dimensión urbana, con planes de rehabilitación, urbanización e integración de los barrios en el conjunto de la ciudadanía. Además, apuestan por una propuesta con itinerarios formativos de inclusión que motiven un nexo entre las familias y las administraciones y los centros educativos. Para ello, la Asociación de Barrios Ignorados se compromete a actualizar el mapa de puntos negros gracias a un contacto permanente con los colectivos que trabajan en la provincia pero también haciendo presión a todos los partidos ahora que hay Elecciones Autonómicas y Municipales para que incluyan en su programa el compromiso con estos puntos negros de forma concreta y ofrezcan cauces de reclamación e incumplimiento.
Además, dentro del programa, exigen cuatro puntos básicos a incorporar: garantizar la alimentación de todas las personas, proporcionar recursos económicos mediante una renta básica de corresponsabilidad que implique a los ciudadanos en un itinerario formativo, un plan de empleo efectivo y una lucha decidida contra el fracaso escolar. "Lo primero que vamos a hacer es convocar una asamblea y ya empezaremos a funcionar. Queremos que los vecinos aporten su propia experiencia", afirmaron los miembros de este colectivo que reconocieron que "los barrios están muy desencantados con la política".
La Asociación de Barrios ignorados surgió en 2011 fruto de la unión de colectivos vecinales y asociaciones en zonas de exclusión. En Granada, está formada por la Plataforma Ciudadana Zona Norte, la Asociación Chavorro de Atarfe, la Asociación de Parados Parque 28 de febrero y la asociación de Mujeres 28 de febrero. Desean integrar nuevos colectivos.
En total, según detallaron, existen 27 puntos con estas características en la provincia. La mayoría están registrados en el mencionado catálogo de la Junta. Sin embargo, ellos mismos han actualizado algunos nuevos después de detectar las carencias que soportan los vecinos. En la capital, han contabilizado siete, cinco de ellas ubicadas en la Zona Norte: Almanjáyar, Cartuja, Casería de Montijo, La Paz y Rey Badis, otra en Albaicín (Haza Grande) y la barriada de Santa Adela (Zaidín). Pero además, mencionaron La Cañada y el Barranco (Atarfe), el barrio de San Isidro y el Barrio Nuevo San Clemente (Huéscar), Las Cuevas en Guadix, Marchal (Purullena), Cuevas de Baza, Los Guájares, Huerta Carrasco y San Antonio (Motril), Agrón, Alomartes (Íllora), Iznalloz-Castillo, Vista Alegre, Las Flores y Las Cuevas (Pinos Puente), Fuente Vaqueros, Zagra, Guadahortuna y Torre Cardela.
Según explicaron los integrantes de la asociación, estas áreas están caracterizadas por la pobreza, la exclusión y la marginación que ha motivado patologías personales, familiares y comunitarias "muy difíciles de recuperar", pero también la desconexión con el resto de la ciudadanía, escasez de medios, deterioro urbano de la vivienda, de los espacios públicos y el déficit de las infraestructuras. "En estos barrios existe una tasa de desempleo de entre el 60 y el 70%. La mortalidad es 2,5 veces superior al resto de la ciudad y el fracaso escolar se sitúa en torno al 70%", remarcaron los integrantes de la plataforma. Todo ello, repercute en el incumplimiento de normas municipales como tráfico, uso de la vía pública que no mejora dada la "estrategia de permisibilidad" que mantienen las administraciones y la debilidad del tejido asociativo siempre condicionado por el miedo a "perder las subvenciones", remarcaron.
Por eso, ellos se han marcado tres estrategias para abordar el problema. La primera es una actuación integral que tome en consideración la dimensión humana, el trabajo con las personas y las familias para evitar estas patologías. Por otra parte, el desarrollo de la dimensión urbana, con planes de rehabilitación, urbanización e integración de los barrios en el conjunto de la ciudadanía. Además, apuestan por una propuesta con itinerarios formativos de inclusión que motiven un nexo entre las familias y las administraciones y los centros educativos. Para ello, la Asociación de Barrios Ignorados se compromete a actualizar el mapa de puntos negros gracias a un contacto permanente con los colectivos que trabajan en la provincia pero también haciendo presión a todos los partidos ahora que hay Elecciones Autonómicas y Municipales para que incluyan en su programa el compromiso con estos puntos negros de forma concreta y ofrezcan cauces de reclamación e incumplimiento.
Además, dentro del programa, exigen cuatro puntos básicos a incorporar: garantizar la alimentación de todas las personas, proporcionar recursos económicos mediante una renta básica de corresponsabilidad que implique a los ciudadanos en un itinerario formativo, un plan de empleo efectivo y una lucha decidida contra el fracaso escolar. "Lo primero que vamos a hacer es convocar una asamblea y ya empezaremos a funcionar. Queremos que los vecinos aporten su propia experiencia", afirmaron los miembros de este colectivo que reconocieron que "los barrios están muy desencantados con la política".
La Asociación de Barrios ignorados surgió en 2011 fruto de la unión de colectivos vecinales y asociaciones en zonas de exclusión. En Granada, está formada por la Plataforma Ciudadana Zona Norte, la Asociación Chavorro de Atarfe, la Asociación de Parados Parque 28 de febrero y la asociación de Mujeres 28 de febrero. Desean integrar nuevos colectivos.
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