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El exceso de calor puede producir efectos perjudiciales para la salud de las personas, especialmente en las más vulnerables. El riesgo más grave de una exposición prolongada al calor es el denominado golpe de calor que puede causar la muerte o secuelas importantes si no hay un tratamiento inmediato.
Algunos signos o síntomas que nos pueden ayudar a reconocer un "golpe de calor" son la alta temperatura corporal, piel enrojecida, dolores de cabeza, nauseas, sed intensa, confusión, convulsiones, perdida de conciencia y falta de sudor.
Las recomendaciones son permanecer en una sala fresca el mayor tiempo posible, bajar las persianas y toldos de las fachadas expuestas al sol, refescarse durante el día, no salir a la calle en las horas más calurosas del día, llevar ropa clara, cubrirse la cabeza y evitar hacer deporte, bricolaje o jardinería en las horas centrales del día.
Respecto a la hidratación, se recomienda beber agua, aunque no se sienta sed, o tomar bebidas isotónicas.
No es recomendable beber alcohol porque altera la capacidad de respuesta al calor y favorece la deshidratación, también evitar el exceso de bebidas con mucha cafeína o muy azucaradas porque aumentan la eliminación de líquidos.
Evitar beber líquidos excesivamente fríos porque producirían un efecto rebote, y aumentar el consumo de frutas de verano y verduras para recargar el organismo de sales minerales, son otras de las múltiples recomendaciones del Ayuntamiento de Sevilla la Nueva.
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