El programa 'Irene' advierte del riesgo de sufrir maltrato en la adolescencia Las redes sociales son un peligro
I. ARENAS GRANADA
Ningún colectivo queda fuera de la desigualdad entre hombres y mujeres, y pese a que las generaciones más jóvenes deberían venir más liberadas de esta lacra, no es real. Las adolescentes son uno de los colectivos más vulnerables a este problema y la realidad es que ni ellas mismas son conscientes de la desigualdad que sufren desde edades tempranas.
Ayer se presentaron los datos del programa 'Irene', puesto en marcha por el Gobierno central con la intención de prevenir la violencia de género entre los jóvenes. 1.600 personas han participaron en diferentes jornadas de sensibilización y talleres de prevención. De estas, 1.200 eran adolescentes y el resto profesionales y miembros de asociaciones.
Los datos son preocupantes. En una encuesta anónima realizada a 600 chicas, 250 declararon haber sufrido algún tipo de violencia de género. Tan sólo una denunció. Si ya estos datos hablan por sí solos de la situación, si le añadimos que la media de edad de las encuestadas es de 16 años, los resultados se tornan más preocupantes aún.
Carmen Ruiz Repullo, experta en violencia de género y responsable del programa de prevención 'Irene' en Granada, dio a conocer ayer estos datos. "La violencia entre los adolescentes es algo que se encuentra muy oculto", afirmó la responsable durante la presentación de los resultados. Así mismo señaló cuál es uno de los principales problemas que están haciendo rebrotar esta violencia: las redes sociales. Lo que parece 'el gran avance' de nuestro tiempo es "un verdadero retroceso" en algunos aspectos. Las tecnologías implican varios problemas, no sólo es que se usen como método de control de las parejas sobre las conversaciones y relaciones de las jóvenes a través de las redes. El mayor problema es que "el cuerpo de las chicas está expuesto y en riesgo", explicó la experta en violencia de género. "Cuando las chicas mandan sus fotos o se exponen no creen que les vaya a pasar nada", por lo que añadió de forma contundente que "hay que desculpabilizar a la víctima y culpar al culpable". Esta frase sintetiza bien la situación en la que se pone en muchos casos a las mujeres que sufren algún tipo de violencia sexista; en la situación de responsable.
También hizo especial hincapié en la inclusión de las familias y los profesionales en programas de prevención ya que "trabajar con adolescentes requiere unas herramientas diferentes", y entre estas está la de atajar el problema desde el ambiente familiar y el escolar, entre otros.
El concejal de Bienestar Social e Igualdad del Ayuntamiento de Granada, Fernando Egea, informó de otra conclusión del estudio. "Hay adolescentes que aún creen que tienen que aceptar conductas violentas", afirmó. Y esto se demuestra en el bajo porcentaje de jóvenes que han sufrido conductas violentas y se atreven a denunciar.
La responsable del programa, además de hacer una valoración sobre el papel crucial que las redes sociales están jugando en el ámbito de esta violencia, también hizo algunas aproximaciones a las soluciones. "Es fundamental empezar desde infantil educando a ambos sexos por igual", declaró la experta, que añadió que "la educación afectivo-sexual está ausente" pese a su importancia. Parece lógico que ante un problema de esta magnitud, lo principal es la prevención, y más básico aún en estas edades tempranas. Educar con paridad desde pequeños es invertir en la igualdad del futuro.
Ayer se presentaron los datos del programa 'Irene', puesto en marcha por el Gobierno central con la intención de prevenir la violencia de género entre los jóvenes. 1.600 personas han participaron en diferentes jornadas de sensibilización y talleres de prevención. De estas, 1.200 eran adolescentes y el resto profesionales y miembros de asociaciones.
Los datos son preocupantes. En una encuesta anónima realizada a 600 chicas, 250 declararon haber sufrido algún tipo de violencia de género. Tan sólo una denunció. Si ya estos datos hablan por sí solos de la situación, si le añadimos que la media de edad de las encuestadas es de 16 años, los resultados se tornan más preocupantes aún.
Carmen Ruiz Repullo, experta en violencia de género y responsable del programa de prevención 'Irene' en Granada, dio a conocer ayer estos datos. "La violencia entre los adolescentes es algo que se encuentra muy oculto", afirmó la responsable durante la presentación de los resultados. Así mismo señaló cuál es uno de los principales problemas que están haciendo rebrotar esta violencia: las redes sociales. Lo que parece 'el gran avance' de nuestro tiempo es "un verdadero retroceso" en algunos aspectos. Las tecnologías implican varios problemas, no sólo es que se usen como método de control de las parejas sobre las conversaciones y relaciones de las jóvenes a través de las redes. El mayor problema es que "el cuerpo de las chicas está expuesto y en riesgo", explicó la experta en violencia de género. "Cuando las chicas mandan sus fotos o se exponen no creen que les vaya a pasar nada", por lo que añadió de forma contundente que "hay que desculpabilizar a la víctima y culpar al culpable". Esta frase sintetiza bien la situación en la que se pone en muchos casos a las mujeres que sufren algún tipo de violencia sexista; en la situación de responsable.
También hizo especial hincapié en la inclusión de las familias y los profesionales en programas de prevención ya que "trabajar con adolescentes requiere unas herramientas diferentes", y entre estas está la de atajar el problema desde el ambiente familiar y el escolar, entre otros.
El concejal de Bienestar Social e Igualdad del Ayuntamiento de Granada, Fernando Egea, informó de otra conclusión del estudio. "Hay adolescentes que aún creen que tienen que aceptar conductas violentas", afirmó. Y esto se demuestra en el bajo porcentaje de jóvenes que han sufrido conductas violentas y se atreven a denunciar.
La responsable del programa, además de hacer una valoración sobre el papel crucial que las redes sociales están jugando en el ámbito de esta violencia, también hizo algunas aproximaciones a las soluciones. "Es fundamental empezar desde infantil educando a ambos sexos por igual", declaró la experta, que añadió que "la educación afectivo-sexual está ausente" pese a su importancia. Parece lógico que ante un problema de esta magnitud, lo principal es la prevención, y más básico aún en estas edades tempranas. Educar con paridad desde pequeños es invertir en la igualdad del futuro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario