viernes, 8 de enero de 2016

Cerro de las Pipas granadahoy.com

En diversos parajes de la baja montaña nevadense hay restos fósiles formados en un medio marino En esta zona estaba la línea de costa de mar que ocupaba la Cuenca de Granada
IGNACIO HENARES
Panorámica del entorno de la Fuente del Hervidero.
'Dentalium', restos de fósiles de estos moluscos excavadores denominados 'colmillos de mar' o 'pipas'.

Ascendiendo desde Cumbres Verdes hasta el entorno de la conocida Fuente del Hervidero, atravesamos las diferentes unidades de relleno de la Depresión de Granada, en sentido inverso a como fueron depositadas -de más modernas a más antiguas- hasta llegar a la falla de borde que supone el contacto con el basamento de Sierra Nevada (en este caso las calizas y dolomías de origen triásico del Complejo Alpujárride). Un viaje de millones de años que nos informa del origen y la compleja formación del macizo de Sierra Nevada y de su extraordinaria geodiversidad. 

Al llegar a la vaguada de la Fuente del Hervidero nos encontramos unos materiales geológicos de color gris-amarillento denominados margas, un tipo de roca sedimentaria. Rodeando a estos materiales aparecen unos cerros de calizas de color marrón. Constituyen sedimentos 'recientes' (8-9 millones de años), neógeno-cuaternarios de la Depresión. 

Estas margas son rocas arcilloso-calcáreas formadas en el Mioceno, aproximadamente hace unos 8 millones de años. En ellas abundan unos fósiles del género Dentalium. Los Dentalium son un grupo de moluscos excavadores, provistos de una concha de carbonato cálcico cónica y curvada de varios centímetros abierta en ambos extremos. Viven en el mar con el pie enterrado en la arena. En el orificio mayor o anterior se encuentran el pie y la boca. El orificio posterior más estrecho es el que permite la circulación del agua para la evacuación de las heces y para el intercambio respiratorio puesto que carecen de branquias. Vulgarmente conocidos como colmillos de mar, por su similitud con los colmillos de elefante, recibe su nombre científico de la palabra latina 'dentis'. La concha está abierta por los dos extremos pero uno de ellos es más ancho que el otro, por lo que estos fósiles son conocidos vulgarmente como 'pipas' (de fumar). La presencia de Dentalium y de otros fósiles asociados (bivalvos de tipo almeja, foraminíferos planctónicos, etc.), indica que estas rocas se formaron en un medio marino, dado que estos organismos actualmente viven en el mar. 

Las calizas son también de edad del Mioceno superior, unos 9 millones de años de antigüedad y afloran extensamente a lo largo de la ladera que asciende al Cerro de las Pipas (cuya altitud es de 1.428 metros). Estas rocas están formadas por carbonato cálcico procedente de trozos de esqueletos calcáreos fósiles de diversos organismos por lo que se denominan calizas bioclásticas. Entre los restos fósiles son abundantes los bivalvos, algas rojas, briozoos, erizos y estrellas de mar. Todos estos organismos viven en la actualidad en zonas marinas, de escasa profundidad, (desde la orilla hasta unas decenas de metros). 

En una zona contigua a estas margas, Cerro de Sevilla y otros aledaños próximos al Collado de la Espartera, aparecen unos conglomerados también del Mioceno pero un poco más antiguos. En este caso los cantos están muy redondeados. Son mayoritariamente de carbonato, ya que proceden de la erosión de las calizas y dolomías de la Sierra. Algunos cantos están perforados (muestran pequeñas incisiones o agujeros más o menos redondeados). Estas perforaciones son idénticas a las que se encuentran actualmente en los cantos, bloques acantilados de las zonas costeras y se deben a la acción de unos moluscos bivalvos, del tipo de los 'dátiles de mar', que taladran la roca para introducirse en ella y protegerse. Los conglomerados contienen además restos de conchas semejantes a las zamburiñas y a las conchas de peregrino, bivalvos del grupo de los pectínidos. 

Todos estos elementos son indicios del origen también marino, no muy alejado de la orilla, de los conglomerados, lo que evidencia que en esta zona se encontraba la línea de costa del mar que ocupaba la Depresión o Cuenca de Granada, que en aquella época era un entrante del Mar Mediterráneo. 

Los conglomerados son equivalentes laterales de las calizas bioclásticas, es decir, se formaron al mismo tiempo. Los conglomerados se depositaron en la misma costa mientras que las calizas bioclásticas se acumularon en zonas un poco más profundas de la plataforma marina que ocupaba este extremo oriental de la Depresión o Cuenca de Granada. 


Si nos situamos en la pista que conduce hasta el jardín botánico de la Cortijuela, podemos observar esta sucesión de unidades geológicas. En la ladera norte del cerro de Sevilla y mirando hacia el cortijo del Hervidero, de izquierda a derecha, de más antiguo a más moderno, se pueden ver las calizas bioclásticas del Cerro de las Pipas, las margas con los Dentalium en la vaguada del cortijo, los conglomerados de grandes bloques (que aparecen en el cerro situado por encima a la derecha), además de las brechas dolomíticas del Cuaternario de la formación la Zubia, con cantos más angulosos, (lo que significa menor desplazamiento), que afloran en los cerros situados algo más al fondo.

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