El Parque de las Ciencias inaugura su 'cinturón verde' en el que vivirán 250 especies diferentes. El espacio gira en torno a los ejes de la educación ambiental, la conservación y la investigación.
ENRIQUE ABUÍN GRANada
No hay quinto malo, según el sabio refranero. Una premisa bien aprehendida por el Parque de las Ciencias para la aventura que comienza ahora con su quinta fase de ampliación. Esto no es otra cosa que el ambicioso proyecto del Biodomo, que supone un salto con tirabuzón triple en la trayectoria de más de dos décadas del museo científico más visitado de Andalucía. La inauguración ayer del nuevo espacio en el que convivirán alrededor de 250 especies -entre animales y plantas- de las selvas tropicales de la Amazonia, Madagascar y del Indo-Pacífico es el colofón a seis años de trabajo y una inversión de 12,8 millones, financiados al 80% con fondos Feder de la Unión Europea y el otro 20% por el Consorcio del Parque. La propia presidenta de la Junta, Susana Díaz, fue la encargada de 'cortar la cinta' del Biodomo, en un acto repleto de autoridades en el que subrayó la "apuesta de primer nivel" que significa incorporar a la oferta científica, cultural y turística de la ciudad de Granada el quinto acuaterrario de estas características que existe en el mundo tras los alemanes de Berlín y Leizpig, el imponente Biodome de Montreal (Canadá) y el de la ciudad sueca de Göteborg.
Una ventana a la vida es el lema con el que se presenta en sociedad el Biodomo de Granada, ya que el eje principal sobre el que se vertebra esta quinta fase del Parque de las Ciencias es el de mostrar el significado en mayúsculas de la biodiversidad del planeta. De esta manera, este nuevo pabellón ofrecerá a los visitantes un espacio inmersivo de 18.000 metros cúbicos con el que trasladarse a las selvas tropicales de la Amazonia, Madagascar y del Indo-Pacífico a través de tres recorridos que se van complementando: se empieza con un paseo subacuático hasta llegar al manglar terrestre para acabar finalmente la visita en un vistazo aéreo donde se podrán observar de cerca diferentes aves.
El Biodomo es en realidad un tres es uno. Es decir, se trata de un recinto que suma a la vez las cualidades de un zoológico, un acuario y un jardín botánico, según la definición de Javier Medina, director del Área de Ciencia y Educación del Parque de las Ciencias de Granada, quien en un vídeo introductorio glosó las cualidades de este espacio sensorial, que no sólo servirá para la contemplación espectacular de los nuevos 'inquilinos' del parque. El añadido turístico y de ocio es sólo la punta del iceberg de un proyecto que contempla tres objetivos bien definidos como son la educación ambiental, la conservación de especies y la investigación científica.
El propio director del Parque de las Ciencias, Ernesto Páramo, valoró también la riqueza del Biodomo como un santuario a la diversidad. Como "un laboratorio vivo", así definió Páramo el que será a partir de ahora uno de los grandes atractivos del Parque de las Ciencias, no solamente para los miles de visitante que se congregan allí cada año sino para los investigadores de todos los campos que podrán encontrar en el Biodomo un apoyo importante para la comunidad científica.
Un punto, el de la innovación, en el que hizo hincapié la presidenta de la Junta durante su discurso de inauguración, en el que también incidió en el "referente internacional" que será el Biodomo. Díaz elogió el Parque de las Ciencias como por sus 21 años de historia al servicio de los granadinos. La presidenta valoró el "modelo de éxito, en el que merece la pena invertir y apostar" y señaló que este equipamiento un "orgullo para toda Andalucía". Asimismo, la dirigente andaluza aseguró que el Biodomo no ofrece solamente una "ventana a la biodiversidad" para los visitantes que se acerquen a disfrutar de las instalaciones, sino también la apertura de diferentes líneas de investigación en el ámbito educativo, de conservación de la naturaleza y la innovación.
En la misma línea se expresó el alcalde de Granada, Paco Cuenca, quien explicó que con la inauguración del Biodomo en el plazo previsto "se cierra el círculo de un proyecto que desde que comenzó en 2010 ha ido cumpliendo los plazos". El socialista valoró el salto "en materia de calidad y de excelencia" que emprende el Parque de las Ciencias con su apuesta por la biodiversidad, y remarcó la relevancia que tiene esta quinta fase del museo en el sector turístico como un nuevo reclamo de una "oferta de ocio fundamentada en la ciencia". Cuenca concluyó que el Biodomo viene a sumar en la definición de Granada como la "capital de la innovación, el conocimiento, la ciencia y la cultura".
Todos esos ámbitos están bien delimitados en la ambiciosa quinta fase del Parque de las Ciencias, que asimilará como sus grandes retos la Educación ambiental, la conservación de especies y la investigación científica.
Así, la oportunidad de conocer los hábitats de estas regiones africanas y del sureste asiático, y así como algunos de sus animales y plantas, permitirá a los visitantes hacerse una idea bastante formada de la fragilidad de estas especies. Por tanto, el Biodomo es un proyecto que espera familiarizar y comprometer al público con la situación ambiental real del planeta.
Además, ofrece al Parque de las Ciencias la posibilidad de desarrollar proyectos de conservación en lugares amenazados y colaborar en las redes internacionales de protección de la naturaleza, investigando in situ y ex situ, y participando con otras organizaciones zoológicas o botánicas en programas europeos de reproducción de especies amenazadas. Alguno de estos programas ya se encuentran en marcha como el Proyecto con Comunidades locales en Madagascar para la protección de manglares y el hábitat de los lemures, o el de cría y reintroducción de tortugas autóctonas en Nepal.
Otro de los pilares del Biodomo será el de constituir un laboratorio vivo al servicio de la comunidad científica donde desarrollar investigaciones en diversas áreas y ser más competitivos en I+D+i: ingeniería, calidad ambiental, reproducción en cautividad, zoonosis, alimentación, etc. La Universidad de Granada será un apoyo fundamental en este área, con la que se ha firmado ya un acuerdo de colaboración para que su personal investigador cuente con este recurso para realizar sus proyectos. Como viene siendo habitual en el museo científico granadino, el visitante podrá observar en directo, a través de "bioterios transparentes", tareas que se suelen realizar a puerta cerrada como; preparar la comida de los animales o los cuidados específicos, entre otros procesos.
Por otra parte, la quinta fase del Parque de las Ciencias tendrá un impacto positivo con la creación de veinte puestos de trabajo directos, más los indirectos asociados a su funcionamiento, y constituye además un nuevo recurso para la oferta de ocio cultural en Andalucía, que vendrá a reforzar la propuesta turística de la región contribuyendo a generar riqueza y desarrollo económico en su entorno.
El nuevo pabellón que abre sus puertas al público, entra en una fase de adaptación natural de este tipo de instalaciones, donde es primordial la acomodación y el bienestar de los animales en su hábitat. Se estima que se tarda unos dos o tres años en alcanzar la fase de madurez, por lo que de momento las visitas tendrán un aforo reducido y con un horario controlado, con una disponibilidad siempre acorde a las necesidades de los animales.
El Biodomo conecta temáticamente con otras infraestructuras del Parque de las Ciencias como son el Mariposario Tropical, las Rapaces en Vuelo, el Centro Andaluz de Medio Ambiente, los Recorridos Botánicos, la Sala Biosfera o el Pabellón Darwin, y viene a apuntalar un proyecto educativo que recibe en torno a 600.000 visitantes cada año y es el museo científico más visitado de Andalucía. Tan solo en el primer semestre se han alcanzado las 321.000 visitas, siendo el mejor arranque en sus 21 años, y se estima que con la apertura del Biodomo, 2016 pueda ser el mejor año de visitas de su historia. Por tanto, se espera que la quinta fase sea una ventana a la vida, y un tragaluz de cultura y turismo.
Una ventana a la vida es el lema con el que se presenta en sociedad el Biodomo de Granada, ya que el eje principal sobre el que se vertebra esta quinta fase del Parque de las Ciencias es el de mostrar el significado en mayúsculas de la biodiversidad del planeta. De esta manera, este nuevo pabellón ofrecerá a los visitantes un espacio inmersivo de 18.000 metros cúbicos con el que trasladarse a las selvas tropicales de la Amazonia, Madagascar y del Indo-Pacífico a través de tres recorridos que se van complementando: se empieza con un paseo subacuático hasta llegar al manglar terrestre para acabar finalmente la visita en un vistazo aéreo donde se podrán observar de cerca diferentes aves.
El Biodomo es en realidad un tres es uno. Es decir, se trata de un recinto que suma a la vez las cualidades de un zoológico, un acuario y un jardín botánico, según la definición de Javier Medina, director del Área de Ciencia y Educación del Parque de las Ciencias de Granada, quien en un vídeo introductorio glosó las cualidades de este espacio sensorial, que no sólo servirá para la contemplación espectacular de los nuevos 'inquilinos' del parque. El añadido turístico y de ocio es sólo la punta del iceberg de un proyecto que contempla tres objetivos bien definidos como son la educación ambiental, la conservación de especies y la investigación científica.
El propio director del Parque de las Ciencias, Ernesto Páramo, valoró también la riqueza del Biodomo como un santuario a la diversidad. Como "un laboratorio vivo", así definió Páramo el que será a partir de ahora uno de los grandes atractivos del Parque de las Ciencias, no solamente para los miles de visitante que se congregan allí cada año sino para los investigadores de todos los campos que podrán encontrar en el Biodomo un apoyo importante para la comunidad científica.
Un punto, el de la innovación, en el que hizo hincapié la presidenta de la Junta durante su discurso de inauguración, en el que también incidió en el "referente internacional" que será el Biodomo. Díaz elogió el Parque de las Ciencias como por sus 21 años de historia al servicio de los granadinos. La presidenta valoró el "modelo de éxito, en el que merece la pena invertir y apostar" y señaló que este equipamiento un "orgullo para toda Andalucía". Asimismo, la dirigente andaluza aseguró que el Biodomo no ofrece solamente una "ventana a la biodiversidad" para los visitantes que se acerquen a disfrutar de las instalaciones, sino también la apertura de diferentes líneas de investigación en el ámbito educativo, de conservación de la naturaleza y la innovación.
En la misma línea se expresó el alcalde de Granada, Paco Cuenca, quien explicó que con la inauguración del Biodomo en el plazo previsto "se cierra el círculo de un proyecto que desde que comenzó en 2010 ha ido cumpliendo los plazos". El socialista valoró el salto "en materia de calidad y de excelencia" que emprende el Parque de las Ciencias con su apuesta por la biodiversidad, y remarcó la relevancia que tiene esta quinta fase del museo en el sector turístico como un nuevo reclamo de una "oferta de ocio fundamentada en la ciencia". Cuenca concluyó que el Biodomo viene a sumar en la definición de Granada como la "capital de la innovación, el conocimiento, la ciencia y la cultura".
Todos esos ámbitos están bien delimitados en la ambiciosa quinta fase del Parque de las Ciencias, que asimilará como sus grandes retos la Educación ambiental, la conservación de especies y la investigación científica.
Así, la oportunidad de conocer los hábitats de estas regiones africanas y del sureste asiático, y así como algunos de sus animales y plantas, permitirá a los visitantes hacerse una idea bastante formada de la fragilidad de estas especies. Por tanto, el Biodomo es un proyecto que espera familiarizar y comprometer al público con la situación ambiental real del planeta.
Además, ofrece al Parque de las Ciencias la posibilidad de desarrollar proyectos de conservación en lugares amenazados y colaborar en las redes internacionales de protección de la naturaleza, investigando in situ y ex situ, y participando con otras organizaciones zoológicas o botánicas en programas europeos de reproducción de especies amenazadas. Alguno de estos programas ya se encuentran en marcha como el Proyecto con Comunidades locales en Madagascar para la protección de manglares y el hábitat de los lemures, o el de cría y reintroducción de tortugas autóctonas en Nepal.
Otro de los pilares del Biodomo será el de constituir un laboratorio vivo al servicio de la comunidad científica donde desarrollar investigaciones en diversas áreas y ser más competitivos en I+D+i: ingeniería, calidad ambiental, reproducción en cautividad, zoonosis, alimentación, etc. La Universidad de Granada será un apoyo fundamental en este área, con la que se ha firmado ya un acuerdo de colaboración para que su personal investigador cuente con este recurso para realizar sus proyectos. Como viene siendo habitual en el museo científico granadino, el visitante podrá observar en directo, a través de "bioterios transparentes", tareas que se suelen realizar a puerta cerrada como; preparar la comida de los animales o los cuidados específicos, entre otros procesos.
Por otra parte, la quinta fase del Parque de las Ciencias tendrá un impacto positivo con la creación de veinte puestos de trabajo directos, más los indirectos asociados a su funcionamiento, y constituye además un nuevo recurso para la oferta de ocio cultural en Andalucía, que vendrá a reforzar la propuesta turística de la región contribuyendo a generar riqueza y desarrollo económico en su entorno.
El nuevo pabellón que abre sus puertas al público, entra en una fase de adaptación natural de este tipo de instalaciones, donde es primordial la acomodación y el bienestar de los animales en su hábitat. Se estima que se tarda unos dos o tres años en alcanzar la fase de madurez, por lo que de momento las visitas tendrán un aforo reducido y con un horario controlado, con una disponibilidad siempre acorde a las necesidades de los animales.
El Biodomo conecta temáticamente con otras infraestructuras del Parque de las Ciencias como son el Mariposario Tropical, las Rapaces en Vuelo, el Centro Andaluz de Medio Ambiente, los Recorridos Botánicos, la Sala Biosfera o el Pabellón Darwin, y viene a apuntalar un proyecto educativo que recibe en torno a 600.000 visitantes cada año y es el museo científico más visitado de Andalucía. Tan solo en el primer semestre se han alcanzado las 321.000 visitas, siendo el mejor arranque en sus 21 años, y se estima que con la apertura del Biodomo, 2016 pueda ser el mejor año de visitas de su historia. Por tanto, se espera que la quinta fase sea una ventana a la vida, y un tragaluz de cultura y turismo.
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