El PP achaca a caprichos del PSOE que la candidatura no prosperara como la de los dólmenes
M. VALVERDE · E. P. GRANADA
Hacía meses que no se había hecho mención a la candidatura de la Alpujarra a Patrimonio de la Humanidad, pero la última semana ha tenido ración doble de polémica. Primero, fue el presidente de la Diputación, José Entrena, el que aseguró en el balance de su primer año de gobierno que no veía "maduro" el interés de los alcaldes para emprender dicha carrera. Luego llegó la distinción de los dólmenes de Antequera, 'viejo rival' de la Alpujarra, para abrir aún más la herida en una comarca que se encuentra dividida en este aspecto. Una disputa que se explica en el color político, pues el PP ha aprovechado el ralentí de la candidatura para criticar la gestión del PSOE en la institución provincial.
Los populares consideran que la candidatura frustrada de la Alpujarra para lograr el sello de la Unesco responde a un "capricho" del PSOE y lamentan que el "odio y el rencor" hayan primado frente a la posibilidad de defender los intereses de la comarca. Para el PP, la candidatura de la Alpujarra era "perfectamente compatible" con la de Antequera, pero "se frustró en por un capricho de los socialistas".
Lo cierto es que en la comarca hay división de opiniones. El proyecto suscita diferentes visiones, desde los que están a favor, como ocurre con Lanjarón; a los que se declaran en contra por las restricciones que puede conllevar, como es el caso de Trevélez, mientras que otros siguen reclamando más información sobre la iniciativa.
El alcalde de Lanjarón, Eric Escobedo (PP), lamenta que las gestiones de la candidatura se puedan "paralizar" ahora, cuando "parecía que iba a buen puerto" y ha defendido los "beneficios turísticos y económicos" que podía reportar a esta comarca, que "al ser de interior y estar compuesta por pueblos pequeños se está despoblando". Escobedo cree que Entrena debe dar explicaciones por este "cambio repentino de opinión".
En el extremo opuesto se encuentran diversos municipios que rechazan incrementar las restricciones a las que ya están sometidos por las declaraciones de Parque Nacional o de Bien de Interés Cultural (BIC) que afectan a sus territorios. Así lo expone el regidor de Trevélez, Víctor Expósito (IU), quien opina que ser Patrimonio Mundial no supondrá un mayor reclamo turístico del que ya tiene su pueblo ahora y en cambio sí intensificaría las limitaciones urbanísticas para obtener licencias, para la siembra de los terrenos y, en general, "para hacer cualquier cosa". Según Expósito, los únicos municipios verdaderamente interesados en este asunto "son los del Barranco de Poqueira".
Uno de los municipios del barranco es Bubión, cuya alcaldesa, María del Carmen Pérez (PSOE), cree que ser Patrimonio Mundial "no traería muchas más restricciones" a su pueblo que las que ya se aplican por ser Conjunto Histórico con la categoría de BIC y , en contraprestación, podría tener ventajas en una zona turística como esta. Pese a ello, reconoce que a la población le "asustan más las desventajas que las ventajas". De hecho, la pretensión de este municipio es hacer un referéndum para que decidan sus habitantes.
Los populares consideran que la candidatura frustrada de la Alpujarra para lograr el sello de la Unesco responde a un "capricho" del PSOE y lamentan que el "odio y el rencor" hayan primado frente a la posibilidad de defender los intereses de la comarca. Para el PP, la candidatura de la Alpujarra era "perfectamente compatible" con la de Antequera, pero "se frustró en por un capricho de los socialistas".
Lo cierto es que en la comarca hay división de opiniones. El proyecto suscita diferentes visiones, desde los que están a favor, como ocurre con Lanjarón; a los que se declaran en contra por las restricciones que puede conllevar, como es el caso de Trevélez, mientras que otros siguen reclamando más información sobre la iniciativa.
El alcalde de Lanjarón, Eric Escobedo (PP), lamenta que las gestiones de la candidatura se puedan "paralizar" ahora, cuando "parecía que iba a buen puerto" y ha defendido los "beneficios turísticos y económicos" que podía reportar a esta comarca, que "al ser de interior y estar compuesta por pueblos pequeños se está despoblando". Escobedo cree que Entrena debe dar explicaciones por este "cambio repentino de opinión".
En el extremo opuesto se encuentran diversos municipios que rechazan incrementar las restricciones a las que ya están sometidos por las declaraciones de Parque Nacional o de Bien de Interés Cultural (BIC) que afectan a sus territorios. Así lo expone el regidor de Trevélez, Víctor Expósito (IU), quien opina que ser Patrimonio Mundial no supondrá un mayor reclamo turístico del que ya tiene su pueblo ahora y en cambio sí intensificaría las limitaciones urbanísticas para obtener licencias, para la siembra de los terrenos y, en general, "para hacer cualquier cosa". Según Expósito, los únicos municipios verdaderamente interesados en este asunto "son los del Barranco de Poqueira".
Uno de los municipios del barranco es Bubión, cuya alcaldesa, María del Carmen Pérez (PSOE), cree que ser Patrimonio Mundial "no traería muchas más restricciones" a su pueblo que las que ya se aplican por ser Conjunto Histórico con la categoría de BIC y , en contraprestación, podría tener ventajas en una zona turística como esta. Pese a ello, reconoce que a la población le "asustan más las desventajas que las ventajas". De hecho, la pretensión de este municipio es hacer un referéndum para que decidan sus habitantes.
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